[4 nuevos post, hasta ayer martes. Suerte por cierto para los que vais a tener algún examen en diciembre. Aún no tengo internet, pero creo que ya estoy más cerca. Ahora mismo la fecha realista es: 1-2 diciembre.]
El objetivo principal para el martes era pedir cita con el peluquero.
Fui directamente, después de Nintendo, y lo pillé abierto a las 5.40. Entré y le pregunté “do you speak English?”
“Nein” (no).
Pues vale. Aunque al principio dudé, y pensé en pedir cita igualmente, luego me imaginé al tío haciéndome un desastre, y yo buscando en el diccionario las palabras “así” “no” y “no” “es” “esto” “lo” “que” “le” “había” “dicho”. Le di las gracias por nada, y me fui.
A las 5.50, ya no eran plan de buscar más peluqueros, así que tarea pospuesta. Ahora estaba de nuevo al principio del proceso: primero buscar un peluquero, luego pedir hora, y luego cortarme el pelo. Y todo esto realizable sólo hasta las 6 de la tarde. Para el día que me lo corte, va a tener que buscar la cabeza con linterna. Igual tengo que esperar a Navidad e ir a donde se cortó Fido la melena :) (aunque igual es sólo para raperos). También acepto sugerencias de Marcos.
En esas estaba cuando me llamó mi madre, para decirme que me habían mandado un paquete, y les habían llamado porque no podían entregármelo. Qué cosa más rara. No me lo puedo creer.
Le habían dado un teléfono y un código de envío. Era a través de FedEx (menos mal, de esos me fío). Subí a mi casa y llamé. Me salió un contestador en alemán y me pareció entender que querían que dejase un mensaje después de la señal. Mejor no dejar un mensaje con lo que estaba pensando, así que colgué, y probé con el otro número que le dieron a mi madre.
Salió un contestador que daba a elegir entre alemán o inglés. ¡¡Gracias, destino!! Me dieron un montón de opciones que no me convenían, así que elegí “hablar con operador”. Ahí apareció una vocecilla, que apenas oía. Puse el manos libres, pero entonces me dijo que me oía mal.
La conversación fue un infierno. Tenía el volumen de mi móvil a tope, pero no le oía nada de nada, y eso que estaba en casa sin ruidos. Al final, no sé ni cómo, conseguí darle mis datos, confirmar la dirección, y quedar para el miércoles entre las 9 y las 11 para recibir el paquete (iba a estar en casa esperando a los de internet).
Por cierto, voy a aprovechar para deciros que no me mandéis nada por correo. Si alguien tiene la intención alguna vez de mandar una felicitación de Navidad, un paquete o lo que sea, no lo hagáis. Hay muchísimos problemas para recibir paquetes si no está tu nombre perfectamente indicado en el buzón, en el timbre y yo qué sé dónde más.
Y María no quiere que yo tenga mi nombre siempre en el timbre, por algo de que el resto de inquilinos podrían poner problemas o no sé qué (creo que lo comenté). Así que os lo agradezco, os quiero igual, pero todos los envíos que sean electrónicos.
A las 8.30 había quedado con Javi y sus amigos, Carlos, Dani y su novia en Hauptwache, para ir a dar una vuelta. Hasta entonces, hice un poco de zapping, y encontré otro reality que va de gente con problemas (qué difícil de encontrar…) que va a psicólogos para solucionarlos. Y lo graban todo. Madre mía…
Cuando lo vi yo, estaban con una señora que tenía un trastorno por el que no podía parar de limpiar. Salía la tía fregando los bricks de zumo, paquetes de salchichas, etc. Y luego por supuesto limpiaba toda la casa.
Me parece bien que la curen, pero me gustaría que hubiesen puesto su número de teléfono para dejarle que gozase un poco en mi casa. Qué lástima.
Como habíamos quedado a las 8.30, cogí el metro de las 8.27 y llegué a las 8.32. Es lo bueno que tiene mi casa, que está a 5 minutos clavados del centro.
Cuando estuvimos todos, cenamos en un McDonald´s. Ahora están con una promoción del Monopoly, y te pueden tocar calles del juego o regalos directos con el menú. A mí me tocó una “Apfeltasche”. Una manzanabolsa. Me imagino que será algún tipo de postre. De todas formas, me lo guardé para algún día que tuviese el frigorífico raquítico. Hay que torear el hambre como sea :)
Al terminar, nos fuimos a tomar algo. Encontramos un bar con terraza, que estaba cubierta y con estufas. Buen invento.
También pasamos por el Jazz Keller, el club de jazz al que íbamos a ir el viernes pasado. Tenía un ambiente muy guapo, y música en directo y toda la pesca, pero valía 10€ e la idea era estar poco tiempo, así que lo dejamos para otro día.
Nos despedimos, y a casita. Llamé a mis padres, me informaron de que el R. Madrid había ganado 0-1 con gol de Raúl, y dormí plácidamente esperando al miércoles en el que tenían que venir los de Deutsche Telekom, tenía que recibir el paquete de FedEx y tenía que ir al banco a por mi PIN y buscar peluquero.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Se busca peluquero
El domingo amaneció con los tejados, las calles y los perros blancos. No me extraña, con la que estaba cayendo a las 5 de la mañana…
Vi un rato la tele. Estaban con las semifinales de “Das Super Talent” (Factor X). Hay algunas actuaciones muy chulas. Y Sylvie van der Vaart, lo suyo no tiene nombre… Es que hasta cuando dice “lo siento, no pasas” le dan las gracias. Hipnótica.
Me informé de los planes de la gente, porque al menos los italianos parece que tenían intención de ir al cine. Llamé… y ya no tenían la intención.
Javi me dijo que ellos se iban a quedar en casa a recuperarse. Y Dani, sabía que estaba con la novia, así que me fui al ciber después de comer, para escuchar un rato los partidos de fútbol.
He descubierto que es uno de los momentos que más me gustan de la semana, cuando voy a internet y escucho el ambiento de un Carrusel Deportivo o algo así. Cuando me fui, el Barça iba empate 1-1, a falta de 10 minutos, así que me fui convenciendo de que al día siguiente descubriría que había ganado 3-1, con un gol del Getafe en propia puerta, y otro de penalti injusto sobre Valdés en el minuto 98 (de la prórroga) :)
Cuando salí del ciber, estaba nevando a saco. Desde luego, desde que llevo gafas he empalmado la lluvia con la nieve. Me dijo María que en los últimos 3 años había nevado 2 o 3 días, y ahora ya llevaba tres seguidos…
En casa me preparé la cena. Entre otras cosas, unas salchichas. Ya aprendí a base de bien que hay que pincharlas, para que “respiren”. La primera vez, que no lo hice, casi tengo que ir a recoger las salchichas a Offenbach, y me tiré limpiando aceite media hora. Pero una, y no más.
Si ya os dije que es fácil encontrar buenas pelis en la tele, los fines de semana es todavía mejor. Echaban “Antarctica” (ahora no me acuerdo de cómo era el título en español; era la de Paul Walker, de A todo gas, que está en la Antártida con unos perros de trineo…), Miami Vice y Kill Bill vol. 1
Me apañé para ver más o menos las 3. Miami Vice es una película especial para mí. Desde que vi el tráiler, con música de Linkin Park e imágenes flipantes, quería ir a verla. Pero cuando iban a estrenarla, fue cuando me fui a Nueva York, así que la vi allí.
Al ser en versión original, me perdí trozos, así que esperé a verla en español… y por una cosa o por otra, nunca la he visto. Y ahora, en alemán.
Entre las dos versiones, casi sé lo que pasa en la peli :) A ver si la veo de una maldita vez en español para rellenar los huecos.
El lunes, después de trabajar, mi objetivo era ponerme de acuerdo con María para ver si yo me podía quedar hasta las 12 en casa el miércoles (por lo de internet), y ella de 12 a 4. Sabía que nos iba a costar un poco entendernos. Sobre todo, no tenía nada claro qué pasaría a partir de las 12. ¿Se quedaría ella en mi piso de 12 a 4? ¿Me diría que llamase a Alice para darles el teléfono de ella? Eran todas opciones inviables y raras.
Me armé de valor y bajé a su casa. En un minuto, me dijo que podía, y que si a las 12 no habían venido, ponía ella un cartel en el timbre “Eduardo Domínguez. Llamar a María Korte”. Solucionado. A veces me lío sólo, lo reconozco.
Ya que estaba allí, le pregunté por un peluquero. Antes necesitaba cortarme el pelo. Ahora, la gente en el metro me hace fotos, y los niños me señalan y dicen “mira mamá, el Yeti”.
Me indicó cómo llegar, y me marché rápidamente, sabiendo que eran las 6.10 y que iba a estar cerrado, pero por si acaso.
Estaba cerrado. Cierra a las 6. Otra tarea sin solucionar que se perpetúa. Tarea pospuesta al martes.
Y aún me faltaba lo de arreglar el tema del banco. No tengo PIN, no puedo usar la tarjeta… y queda una semana para tener que pagar a la señora… Emoción…
Ya que estaba fuera de casa, hice un par de compras en el Tengelmann. Como me pasa siempre que compro sin estar previsto, tuve que pagar las bolsas que me dieron. Tengo la casa llena de bolsas.
En mi piso, hasta la hora de cenar, vi un rato “Bauer sucht Frau” (Ganadero/Campesino busca mujer). Veréis algunas fotos de los piezas que se apuntan. Y ellas no se quedan atrás…
En particular el lunes me eché unas risas con uno que tenía más de mil años, por lo menos, y lo subtitulaban porque se ve que no lo entendían ni ellos. Cortó unas rosas con toda su buena intención para dárselas a la candidata, y la tía pasó de él… jajajaja. Pobrecillo.
Luego, siempre hay alguno que hace la gracia de ir a recogerlas a la estación en tractor. ¡¡Y a todas les encanta!! Iñaki, ¿te has planteado ir a por Andrea en tractor? Igual le gusta…
Después, en un programa de moviolas fubolísticas vi algo que me pareció ver otro día, y que ya pude confirmar: tarjetas amarillas paralelas.
Debe de ser nuevo. Cuando en España dos futbolistas se pegan o algo así, normalmente el árbitro saca una tarjeta a uno, y luego se gira y se la enseña al otro (la tarjeta).
Pues aquí se ve que los árbitros tienen la baraja completa, y cuando se da esa situación, se sacan dos, de dos bolsillos, y las enseñan a la vez. Y los comentaristas siempre dicen algo de “paralela”. (“no pude ir a la paralela española, tío, vaya mierda…”) :)
Es curioso de ver. Estoy intentando hacer alguna foto, pero es muy complicado pillarlo. Os podéis imaginar.
Para terminar, desde hace un par de semanas no se ve más que a Ribéry con las nuevas Nike rosas por todas partes. En el metro, en la tele, en los autobuses…
De verdad que si pusiesen a Keira Knightley a anunciar corsés, las mañanas serían mucho más agradables. Pero vas tú, te levantas a las 7.30 de la mañana a miles de grados bajo cero, vas al metro a oír conversaciones que no entiendes y cuando despegas un poco los ojos, ves al bellezón de Ribéry con unas zapatillas rosas. Entonces dudas de si avanzar y entrar al metro, o esperar a que se marche y entonces avanzar a las vías.
Vi un rato la tele. Estaban con las semifinales de “Das Super Talent” (Factor X). Hay algunas actuaciones muy chulas. Y Sylvie van der Vaart, lo suyo no tiene nombre… Es que hasta cuando dice “lo siento, no pasas” le dan las gracias. Hipnótica.
Me informé de los planes de la gente, porque al menos los italianos parece que tenían intención de ir al cine. Llamé… y ya no tenían la intención.
Javi me dijo que ellos se iban a quedar en casa a recuperarse. Y Dani, sabía que estaba con la novia, así que me fui al ciber después de comer, para escuchar un rato los partidos de fútbol.
He descubierto que es uno de los momentos que más me gustan de la semana, cuando voy a internet y escucho el ambiento de un Carrusel Deportivo o algo así. Cuando me fui, el Barça iba empate 1-1, a falta de 10 minutos, así que me fui convenciendo de que al día siguiente descubriría que había ganado 3-1, con un gol del Getafe en propia puerta, y otro de penalti injusto sobre Valdés en el minuto 98 (de la prórroga) :)
Cuando salí del ciber, estaba nevando a saco. Desde luego, desde que llevo gafas he empalmado la lluvia con la nieve. Me dijo María que en los últimos 3 años había nevado 2 o 3 días, y ahora ya llevaba tres seguidos…
En casa me preparé la cena. Entre otras cosas, unas salchichas. Ya aprendí a base de bien que hay que pincharlas, para que “respiren”. La primera vez, que no lo hice, casi tengo que ir a recoger las salchichas a Offenbach, y me tiré limpiando aceite media hora. Pero una, y no más.
Si ya os dije que es fácil encontrar buenas pelis en la tele, los fines de semana es todavía mejor. Echaban “Antarctica” (ahora no me acuerdo de cómo era el título en español; era la de Paul Walker, de A todo gas, que está en la Antártida con unos perros de trineo…), Miami Vice y Kill Bill vol. 1
Me apañé para ver más o menos las 3. Miami Vice es una película especial para mí. Desde que vi el tráiler, con música de Linkin Park e imágenes flipantes, quería ir a verla. Pero cuando iban a estrenarla, fue cuando me fui a Nueva York, así que la vi allí.
Al ser en versión original, me perdí trozos, así que esperé a verla en español… y por una cosa o por otra, nunca la he visto. Y ahora, en alemán.
Entre las dos versiones, casi sé lo que pasa en la peli :) A ver si la veo de una maldita vez en español para rellenar los huecos.
El lunes, después de trabajar, mi objetivo era ponerme de acuerdo con María para ver si yo me podía quedar hasta las 12 en casa el miércoles (por lo de internet), y ella de 12 a 4. Sabía que nos iba a costar un poco entendernos. Sobre todo, no tenía nada claro qué pasaría a partir de las 12. ¿Se quedaría ella en mi piso de 12 a 4? ¿Me diría que llamase a Alice para darles el teléfono de ella? Eran todas opciones inviables y raras.
Me armé de valor y bajé a su casa. En un minuto, me dijo que podía, y que si a las 12 no habían venido, ponía ella un cartel en el timbre “Eduardo Domínguez. Llamar a María Korte”. Solucionado. A veces me lío sólo, lo reconozco.
Ya que estaba allí, le pregunté por un peluquero. Antes necesitaba cortarme el pelo. Ahora, la gente en el metro me hace fotos, y los niños me señalan y dicen “mira mamá, el Yeti”.
Me indicó cómo llegar, y me marché rápidamente, sabiendo que eran las 6.10 y que iba a estar cerrado, pero por si acaso.
Estaba cerrado. Cierra a las 6. Otra tarea sin solucionar que se perpetúa. Tarea pospuesta al martes.
Y aún me faltaba lo de arreglar el tema del banco. No tengo PIN, no puedo usar la tarjeta… y queda una semana para tener que pagar a la señora… Emoción…
Ya que estaba fuera de casa, hice un par de compras en el Tengelmann. Como me pasa siempre que compro sin estar previsto, tuve que pagar las bolsas que me dieron. Tengo la casa llena de bolsas.
En mi piso, hasta la hora de cenar, vi un rato “Bauer sucht Frau” (Ganadero/Campesino busca mujer). Veréis algunas fotos de los piezas que se apuntan. Y ellas no se quedan atrás…
En particular el lunes me eché unas risas con uno que tenía más de mil años, por lo menos, y lo subtitulaban porque se ve que no lo entendían ni ellos. Cortó unas rosas con toda su buena intención para dárselas a la candidata, y la tía pasó de él… jajajaja. Pobrecillo.
Luego, siempre hay alguno que hace la gracia de ir a recogerlas a la estación en tractor. ¡¡Y a todas les encanta!! Iñaki, ¿te has planteado ir a por Andrea en tractor? Igual le gusta…
Después, en un programa de moviolas fubolísticas vi algo que me pareció ver otro día, y que ya pude confirmar: tarjetas amarillas paralelas.
Debe de ser nuevo. Cuando en España dos futbolistas se pegan o algo así, normalmente el árbitro saca una tarjeta a uno, y luego se gira y se la enseña al otro (la tarjeta).
Pues aquí se ve que los árbitros tienen la baraja completa, y cuando se da esa situación, se sacan dos, de dos bolsillos, y las enseñan a la vez. Y los comentaristas siempre dicen algo de “paralela”. (“no pude ir a la paralela española, tío, vaya mierda…”) :)
Es curioso de ver. Estoy intentando hacer alguna foto, pero es muy complicado pillarlo. Os podéis imaginar.
Para terminar, desde hace un par de semanas no se ve más que a Ribéry con las nuevas Nike rosas por todas partes. En el metro, en la tele, en los autobuses…
De verdad que si pusiesen a Keira Knightley a anunciar corsés, las mañanas serían mucho más agradables. Pero vas tú, te levantas a las 7.30 de la mañana a miles de grados bajo cero, vas al metro a oír conversaciones que no entiendes y cuando despegas un poco los ojos, ves al bellezón de Ribéry con unas zapatillas rosas. Entonces dudas de si avanzar y entrar al metro, o esperar a que se marche y entonces avanzar a las vías.
Orientales
(continúa del post anterior)
Mientras comí, vi un programa muy interesante. Es una especie de “Lo mejor del Diario de Patricia”. Te ponen lo más heavy de la semana. Os podéis imaginar… Por mucha diferencia que pueda haber entre países, al final, a los “diarios de Patricia” va siempre la misma fauna internacionalmente reconocida.
Me pasé el resto de la tarde durmiendo, estudiando verbos alemanes y pegando cromos de la Bundesliga.
Para la noche, me llamaron para decirme que habíamos quedado a las 12 en Hauptwache, y que iríamos probablemente a una discoteca que se llama “Tanz-Haus”, o algo así.
Cogí el metro a las 11.57, llegué a las 12.02 al lugar de reunión, y la gente apareció a la 1.20.
Sin comentarios más allá de los evidentes.
Todo esto, nevando, y a 6 grados bajo cero. Y sin guantes por negligencia de un servidor.
Me dio tiempo de hablar 40 minutos con Sarah. Pronto veréis mi foto en los anuncios de Movistar, porque los voy a patrocinar yo.
Dani no se apuntó, porque estaba su novia. OK. Excusa convalidable. Los italianos se apalancaron viendo una peli en casa de uno de ellos (¿nadie intuyó que iba a pasar eso?) y Belén, Rosana y otro chaval tenían otro plan, así que aparecerían más tarde.
Así que a Hauptwache llegaron Carlos, Javi, y dos amigos suyos de Madrid: Ely e Iván.
Con las manos y los pies fresquitos, empezamos a decidir el plan. Al final se vio que no había ánimo de ir a investigar el Tanz-Haus a esas horas (malos recuerdos del MTW), así que decidimos entrar donde se pudiese en el Zeil.
No os imaginéis el Zeil como la Mayor de Logroño (lo siento, no puedo poner equivalencias para otras ciudades). Por el día es la calle principal, está llena de gente y de tiendas, pero por la noche, no es el centro de la ciudad.
Sin embargo, la galería del Zeil, la que tiene 7 u 8 pisos, tiene un par de bares en la azotea, con terraza. Nos cachearon en la puerta principal y subimos.
En uno de los locales, había fiesta lesbiana. Cuando nos lo dijeron los porteros, casi hicimos la broma de “vale, vale, no nos importa, tranquilos”, pero no tenían cara de “humor altamente desarrollado”, así que vimos desde fuera como niños babosos ante una tienda de golosinas las perlas que bailaban allí.
Fuimos a otro de los locales. Entró Ely, entró Iván… pero no entró Carlos. Carlos es de un estilo un poco… más informal que el que querían allí. Además llevaba una mochila con botellas.
Sólo nos quedaba un bar-discoteca allí. Nos acercamos…y nos dejaron entrar. Sin embargo, nos sentimos un poco “sobrantes”.
¿Adivináis por qué?
... ... ...
Era un bar asiático. Estaba lleno de gente de nuestra edad, pero japoneses, coreanos y toda la pesca. Éramos los únicos occidentales, junto a otro par de perdidos. Aún así, el ambiente molaba, así que nos quedamos.
Nos pedimos una copa. 7€. Sin embargo, como creo que ya comenté, aquí no es garrafón, y tampoco era pequeña. Además estás en el centro de Frankfurt en una discoteca con terraza abierta, así que es un buen precio.
Sobre todo si además de eso, lo comparas con los 6€ de Logroño, en un cuchitril atorado, lleno de humo, y bebiendo copas marca “Día%” o “Auchan”.
Ahí echamos la noche. La pega del garito era que no tenía baño. Los 3 locales comparten un baño en el último piso, así que había que salir e ir allí. Además en la puerta había que hacer el paripé ese de darle céntimos a una señora que ni siquiera tiene los baños limpios.
Es una costumbre que estoy seguro que dejará de existir. Pero ellos aún no lo saben.
Y no sé si era por rollo reivindicativo o qué, pero el baño de tíos estaba lleno de tías. Igual era “no, es que en mi pareja yo soy el tío”. No lo sé. Igual simplemente el de chicas estaba a tope. El caso es que era raro.
Cuando nos fuimos del bar sobre las 3, había dos orientales (chicas) liándose entre ellas y un “amigo” haciéndoles fotos. Creo que es mejor que no hayáis visto esa escena, porque igual tendríais problemas de concentración durante algunos días.
Antes de irnos, aparecieron Belén, Rosana y un chaval, pero sólo para decir que se iban a casa porque el tío estaba malo. Bien.
Nos marchamos en dirección norte. Había un par de sitios que conocían Javi y Carlos. Uno, que es muy famoso, se llama “The Cave”. Tiene un nombre que me hace querer entrar, no sé porqué.
Pero de camino nos encontramos una kebapería, y como todos teníamos hambre, nos quedamos a cenar. El caso es que el sitio tenía su ambientillo, multicultural, así que después del kebap, pedimos alguna cerveza y nos quedamos allí un buen rato.
En ese rato es cuando llamé a la Cuadrilla (4am aprox.).
Como era de esperar, después de una hora en una kebapería, a nadie le apetecía mucho ir por ahí, así que esperamos al primer metro, el de las 4.30, y yo me fui a mi casa, y todos ellos a la de Javi.
A las 5 de la mañana estaba nevando en plan Himalaya.
------------------------------------------------------------------------------
Estaba el otro día echando un vistazo al diccionario. No es que me lo estudie, pero tengo mucha relación con él :) El caso es que tiene unas páginas al final interesantísimas, con explicaciones sobre declinaciones, determinantes, pronombres y toda la pesca. Cosas que andaba buscando yo.
Eso no es gracioso ni curioso, así que no lo habría contado en este gran blog, de no ser porque aparece cómo se dice en alemán las Comunidades españolas. Aquí van algunas, a ver si adivináis cuáles son: Katalonien, Rioja, Andalusien, Kantabrien, Kanarische Inseln, Kastilien-La Mancha (juasjuas), Asturien (patrien keriden), Madrid…
¿A que molan? Y luego, cómo se dice en español los estados federales alemanes: Bremen -> Brema, Bayern -> Baviera, Vorpommern -> Pomerania Occidental, Rheinland-Pfalz -> Renania-Palatinado.
Im-presionante.
Mientras comí, vi un programa muy interesante. Es una especie de “Lo mejor del Diario de Patricia”. Te ponen lo más heavy de la semana. Os podéis imaginar… Por mucha diferencia que pueda haber entre países, al final, a los “diarios de Patricia” va siempre la misma fauna internacionalmente reconocida.
Me pasé el resto de la tarde durmiendo, estudiando verbos alemanes y pegando cromos de la Bundesliga.
Para la noche, me llamaron para decirme que habíamos quedado a las 12 en Hauptwache, y que iríamos probablemente a una discoteca que se llama “Tanz-Haus”, o algo así.
Cogí el metro a las 11.57, llegué a las 12.02 al lugar de reunión, y la gente apareció a la 1.20.
Sin comentarios más allá de los evidentes.
Todo esto, nevando, y a 6 grados bajo cero. Y sin guantes por negligencia de un servidor.
Me dio tiempo de hablar 40 minutos con Sarah. Pronto veréis mi foto en los anuncios de Movistar, porque los voy a patrocinar yo.
Dani no se apuntó, porque estaba su novia. OK. Excusa convalidable. Los italianos se apalancaron viendo una peli en casa de uno de ellos (¿nadie intuyó que iba a pasar eso?) y Belén, Rosana y otro chaval tenían otro plan, así que aparecerían más tarde.
Así que a Hauptwache llegaron Carlos, Javi, y dos amigos suyos de Madrid: Ely e Iván.
Con las manos y los pies fresquitos, empezamos a decidir el plan. Al final se vio que no había ánimo de ir a investigar el Tanz-Haus a esas horas (malos recuerdos del MTW), así que decidimos entrar donde se pudiese en el Zeil.
No os imaginéis el Zeil como la Mayor de Logroño (lo siento, no puedo poner equivalencias para otras ciudades). Por el día es la calle principal, está llena de gente y de tiendas, pero por la noche, no es el centro de la ciudad.
Sin embargo, la galería del Zeil, la que tiene 7 u 8 pisos, tiene un par de bares en la azotea, con terraza. Nos cachearon en la puerta principal y subimos.
En uno de los locales, había fiesta lesbiana. Cuando nos lo dijeron los porteros, casi hicimos la broma de “vale, vale, no nos importa, tranquilos”, pero no tenían cara de “humor altamente desarrollado”, así que vimos desde fuera como niños babosos ante una tienda de golosinas las perlas que bailaban allí.
Fuimos a otro de los locales. Entró Ely, entró Iván… pero no entró Carlos. Carlos es de un estilo un poco… más informal que el que querían allí. Además llevaba una mochila con botellas.
Sólo nos quedaba un bar-discoteca allí. Nos acercamos…y nos dejaron entrar. Sin embargo, nos sentimos un poco “sobrantes”.
¿Adivináis por qué?
... ... ...
Era un bar asiático. Estaba lleno de gente de nuestra edad, pero japoneses, coreanos y toda la pesca. Éramos los únicos occidentales, junto a otro par de perdidos. Aún así, el ambiente molaba, así que nos quedamos.
Nos pedimos una copa. 7€. Sin embargo, como creo que ya comenté, aquí no es garrafón, y tampoco era pequeña. Además estás en el centro de Frankfurt en una discoteca con terraza abierta, así que es un buen precio.
Sobre todo si además de eso, lo comparas con los 6€ de Logroño, en un cuchitril atorado, lleno de humo, y bebiendo copas marca “Día%” o “Auchan”.
Ahí echamos la noche. La pega del garito era que no tenía baño. Los 3 locales comparten un baño en el último piso, así que había que salir e ir allí. Además en la puerta había que hacer el paripé ese de darle céntimos a una señora que ni siquiera tiene los baños limpios.
Es una costumbre que estoy seguro que dejará de existir. Pero ellos aún no lo saben.
Y no sé si era por rollo reivindicativo o qué, pero el baño de tíos estaba lleno de tías. Igual era “no, es que en mi pareja yo soy el tío”. No lo sé. Igual simplemente el de chicas estaba a tope. El caso es que era raro.
Cuando nos fuimos del bar sobre las 3, había dos orientales (chicas) liándose entre ellas y un “amigo” haciéndoles fotos. Creo que es mejor que no hayáis visto esa escena, porque igual tendríais problemas de concentración durante algunos días.
Antes de irnos, aparecieron Belén, Rosana y un chaval, pero sólo para decir que se iban a casa porque el tío estaba malo. Bien.
Nos marchamos en dirección norte. Había un par de sitios que conocían Javi y Carlos. Uno, que es muy famoso, se llama “The Cave”. Tiene un nombre que me hace querer entrar, no sé porqué.
Pero de camino nos encontramos una kebapería, y como todos teníamos hambre, nos quedamos a cenar. El caso es que el sitio tenía su ambientillo, multicultural, así que después del kebap, pedimos alguna cerveza y nos quedamos allí un buen rato.
En ese rato es cuando llamé a la Cuadrilla (4am aprox.).
Como era de esperar, después de una hora en una kebapería, a nadie le apetecía mucho ir por ahí, así que esperamos al primer metro, el de las 4.30, y yo me fui a mi casa, y todos ellos a la de Javi.
A las 5 de la mañana estaba nevando en plan Himalaya.
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Estaba el otro día echando un vistazo al diccionario. No es que me lo estudie, pero tengo mucha relación con él :) El caso es que tiene unas páginas al final interesantísimas, con explicaciones sobre declinaciones, determinantes, pronombres y toda la pesca. Cosas que andaba buscando yo.
Eso no es gracioso ni curioso, así que no lo habría contado en este gran blog, de no ser porque aparece cómo se dice en alemán las Comunidades españolas. Aquí van algunas, a ver si adivináis cuáles son: Katalonien, Rioja, Andalusien, Kantabrien, Kanarische Inseln, Kastilien-La Mancha (juasjuas), Asturien (patrien keriden), Madrid…
¿A que molan? Y luego, cómo se dice en español los estados federales alemanes: Bremen -> Brema, Bayern -> Baviera, Vorpommern -> Pomerania Occidental, Rheinland-Pfalz -> Renania-Palatinado.
Im-presionante.
Hablando en alemán
El viernes hubo una novedad inesperada sobre internet. Y no buena, pero ¿acaso alguien esperaba alguna buena noticia? ¡¡Nooooo!!
En un descanso me llamaron al móvil alemán. Era un número oculto. Me estresé bastante, porque mi número sólo lo tiene Alice, la agencia de trabajo y la gente de Nintendo. Busqué una sala vacía y respondí.
Me hablaron en alemán, pero entendí que eran de Alice, y que me preguntaban si era Eduardo Domínguez y si mi dirección era Röderbergweg 172. Les dije que sí, y hasta ahí llegó la parte que entendí, así que les pedí por favor una operadora en inglés.
Ésta me explicó que me habían mandado a casa el kit de instalación (del cual yo no sabía nada), y que se lo habían devuelto. Después de unas comprobaciones, quedamos que me lo volverían a mandar. Mi nombre está en el buzón, así que si no lo recibo, es porque no les apetece. Al menos ahora sé que tengo que recibir un kit…
Por lo demás, a la salida escuché unos cuantos planes de viernes. La cosa estaba entre ir a una fiesta que se llamaba “Dance & Fuck” o ir a un club de jazz a tomar unas cervezas. Como sois todos unos malpensados sucios :) explicaré que me quedé con lo del club de jazz; más que nada porque era donde iban a ir los españoles.
El mejor momento fue cuando Javi y Dani estaban hablando para quedar. Javi dijo “vamos a quedar tarde, porque están aquí mis colegas de Madrid, para que nos dé tiempo de prepararnos” y después “vamos a quedar por ejemplo a las 10”. Entonces Dani se empezó a descojonar diciendo “tíooooooo, ¡nos estamos volviendo alemanes! ¡¡las 10 no es tarde!!”. Fue unas risas.
Camino de mi casa empezó a nevar a lo bestia, y cuajó enseguida. Al poco rato me llamaron unos diciendo que al final se quedaban en casa y Dani que se quedaba con su novia (que había venido de visita).
Perfecto. Me cogí el metro y me fui a internet, el amigo que nunca te falla.
A la vuelta, esperando al metro, una chica me preguntó algo en alemán, y cuando le iba a decir “no hablo alemán”, decidí dar el salto cualitativo. Le pregunté si podía repetir, y a la segunda, le entendí. Quería ir a Hauptwache. Y no le contesté señalando el andén al que tenía que ir, sino que le dije “hablo poco alemán, pero puedo explicarte. Tienes que ir ahí, y coger el tren U7 en dirección Hausen”. Literalmente. Eso sí, ni flipéis vosotros, ni flipo yo; en esa frase está prácticamente todo el alemán que sé. Tuve suerte con la pregunta.
Y no contenta, me preguntó “¿Y el U6 también puedo?” y le dije “auch” (también). Mi primer diálogo con sentido completo y personas reales en alemán. Un hito :)
Por la noche, mientras cenaba y veía “Achtung Kontrolle”, hice una reflexión: ¿Por qué cuando hacen un registro en una casa tapan el número del portal y del piso, cuando está claro que todos los vecinos van a reconocer dichos datos? Me tiene loco el tema… Digamos que sólo sirve para que los que no tenemos nada que ver, no nos empapemos de nada. Pero desde luego los vecinos… mal rollito.
Los sábados también cunden cuando no sales los viernes. Vaya descubrimientos estoy haciendo aquí. Igual en Navidad no salgo ningún día, para aprovechar más. No hace falta que ponga que era un chiste, porque el que no lo haya pillado, más vale que visite la página de Disney en vez de este blog.
Por la mañana decidí ir al Ikea por una triple razón: porque estaba todo nevado, y el metro que va a Ikea hace más de 10 paradas por las afueras de Frankfurt, por la superficie. También porque necesitaba una silla con ruedas, que no pude comprar la última vez. Y finalmente, porque relatando la experiencia, Stela se iba a echar unas risas, y con eso me valía ;)
Tengo que decir que el ambiente del Ikea me pone melancólico. Está lleno de parejitas un poco más mayores que nosotros, viendo todo con detalle, de la mano, y dándose piquitos cuando vas a pasar entre ellos. Es muy bonito y romántico… para ellos. Sin duda. La ilusión de montar una casa… ays… Yo, como la mía la monto con cartones y cosas de supermercado…
En la sección de sillas, vi la del otro día, pero justo al lado había una nueva. En vez de 15€ valía 25, pero era (veréis fotos) como un sillón de oficina. Me enamoré, y me apunté en un papelito el “Regal” y el “Fach”. Aproximadamente en cada sala cogía un lápiz de los de Ikea. Me gustan mucho y os regalaré alguno (no esperéis otro tipo de souvenirs, soy lo equivalente a un mileurista en Alemania).
Camino de la salida, también me gustó una bandeja para organizar papeles. Y justo antes de llegar a las estanterías, vi platos hondos y tazones de desayuno. Dos cosas que necesitaba. A 40 céntimos cada unidad (y no son de plástico), así que estoy pensando en comprar una caja de 100 para estamparlos contra las paredes cuando esté estresado. Igual cuando vengan los de internet les reservó 10 o 12 platos también…).
Cuando encontré la caja de la silla, me di cuenta del problema que iba a tener, una vez más, con el transporte. Pero ya que estaba allí, tenía que comprarla.
Salí del Ikea, con la monster-caja bajo un brazo, y los platos, tazones y la bandeja en el otro. Empezó a nevar… más. Al menos esta vez sabía dónde coger el autobús de vuelta, aunque le costó 20 minutos llegar.
En casa, con nieve hasta debajo de las uñas, empecé a notar el dolor de brazos, que me duró 3 días. Como cuando monté la mesa, recé para que pudiese atornillar con unas tijeras o un cuchillo, porque pasaba de volver a salir a comprar una caja de herramientas.
Tuve suerte, y en menos de 30 minutos tenía la silla montada, la bandeja también, y la nueva vajilla fregada.
Mientras montaba todo, vi el “Chart-show”, unos de los programas “recopilatorios” (en el que metieron a M. Jackson en música negra). Esta vez iba sobre vueltas a los escenarios. Salieron A-Ha, Kiss, Backstreet Boys… y otros mucho más viejunos y alemanes. Me gusta ese programa.
Para comer me preparé unos garbanzos. Ya se puede decir que tengo controlado el tema de preparar unas conservas (alubias, garbanzos, lentejas…). Eso sí, cuando se me acabe el chorizo y el tomate frito español, voy a tener que pasar al plan B: productos alemanes. Veremos qué matices cogen los sabores.
El sábado continúa en otro post, para que no os canséis.
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Hace tiempo que quería comentar que aquí el “Caps Lock” (bloqueo de mayúsculas) es un poco raro. Cuando está activado, no sólo se escribe en mayúsculas, sino que si pulsas cualquier tecla, lo que se escribe es el símbolo de encima, es decir, lo que aparecería teniendo el “Shift” apretado.
Ahora mismo no sabría decir si es mejor o peor que el método español, pero lo que sí que sé, es que entre eso, las “ñ”, la “z” y la “y” que están cambiadas, los acentos… me paso la mitad del día borrando.
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Aquí, como en muchos países de Europa, lo que más se fuma es el tabaco de liar. En los descansos del trabajo, puedes ver a todo el mundo con sus sobrecitos y sus papeles OCB haciéndose sus cigarros.
Así que para los que se quejen del precio del tabaco en España… podía ser peor :)
En un descanso me llamaron al móvil alemán. Era un número oculto. Me estresé bastante, porque mi número sólo lo tiene Alice, la agencia de trabajo y la gente de Nintendo. Busqué una sala vacía y respondí.
Me hablaron en alemán, pero entendí que eran de Alice, y que me preguntaban si era Eduardo Domínguez y si mi dirección era Röderbergweg 172. Les dije que sí, y hasta ahí llegó la parte que entendí, así que les pedí por favor una operadora en inglés.
Ésta me explicó que me habían mandado a casa el kit de instalación (del cual yo no sabía nada), y que se lo habían devuelto. Después de unas comprobaciones, quedamos que me lo volverían a mandar. Mi nombre está en el buzón, así que si no lo recibo, es porque no les apetece. Al menos ahora sé que tengo que recibir un kit…
Por lo demás, a la salida escuché unos cuantos planes de viernes. La cosa estaba entre ir a una fiesta que se llamaba “Dance & Fuck” o ir a un club de jazz a tomar unas cervezas. Como sois todos unos malpensados sucios :) explicaré que me quedé con lo del club de jazz; más que nada porque era donde iban a ir los españoles.
El mejor momento fue cuando Javi y Dani estaban hablando para quedar. Javi dijo “vamos a quedar tarde, porque están aquí mis colegas de Madrid, para que nos dé tiempo de prepararnos” y después “vamos a quedar por ejemplo a las 10”. Entonces Dani se empezó a descojonar diciendo “tíooooooo, ¡nos estamos volviendo alemanes! ¡¡las 10 no es tarde!!”. Fue unas risas.
Camino de mi casa empezó a nevar a lo bestia, y cuajó enseguida. Al poco rato me llamaron unos diciendo que al final se quedaban en casa y Dani que se quedaba con su novia (que había venido de visita).
Perfecto. Me cogí el metro y me fui a internet, el amigo que nunca te falla.
A la vuelta, esperando al metro, una chica me preguntó algo en alemán, y cuando le iba a decir “no hablo alemán”, decidí dar el salto cualitativo. Le pregunté si podía repetir, y a la segunda, le entendí. Quería ir a Hauptwache. Y no le contesté señalando el andén al que tenía que ir, sino que le dije “hablo poco alemán, pero puedo explicarte. Tienes que ir ahí, y coger el tren U7 en dirección Hausen”. Literalmente. Eso sí, ni flipéis vosotros, ni flipo yo; en esa frase está prácticamente todo el alemán que sé. Tuve suerte con la pregunta.
Y no contenta, me preguntó “¿Y el U6 también puedo?” y le dije “auch” (también). Mi primer diálogo con sentido completo y personas reales en alemán. Un hito :)
Por la noche, mientras cenaba y veía “Achtung Kontrolle”, hice una reflexión: ¿Por qué cuando hacen un registro en una casa tapan el número del portal y del piso, cuando está claro que todos los vecinos van a reconocer dichos datos? Me tiene loco el tema… Digamos que sólo sirve para que los que no tenemos nada que ver, no nos empapemos de nada. Pero desde luego los vecinos… mal rollito.
Los sábados también cunden cuando no sales los viernes. Vaya descubrimientos estoy haciendo aquí. Igual en Navidad no salgo ningún día, para aprovechar más. No hace falta que ponga que era un chiste, porque el que no lo haya pillado, más vale que visite la página de Disney en vez de este blog.
Por la mañana decidí ir al Ikea por una triple razón: porque estaba todo nevado, y el metro que va a Ikea hace más de 10 paradas por las afueras de Frankfurt, por la superficie. También porque necesitaba una silla con ruedas, que no pude comprar la última vez. Y finalmente, porque relatando la experiencia, Stela se iba a echar unas risas, y con eso me valía ;)
Tengo que decir que el ambiente del Ikea me pone melancólico. Está lleno de parejitas un poco más mayores que nosotros, viendo todo con detalle, de la mano, y dándose piquitos cuando vas a pasar entre ellos. Es muy bonito y romántico… para ellos. Sin duda. La ilusión de montar una casa… ays… Yo, como la mía la monto con cartones y cosas de supermercado…
En la sección de sillas, vi la del otro día, pero justo al lado había una nueva. En vez de 15€ valía 25, pero era (veréis fotos) como un sillón de oficina. Me enamoré, y me apunté en un papelito el “Regal” y el “Fach”. Aproximadamente en cada sala cogía un lápiz de los de Ikea. Me gustan mucho y os regalaré alguno (no esperéis otro tipo de souvenirs, soy lo equivalente a un mileurista en Alemania).
Camino de la salida, también me gustó una bandeja para organizar papeles. Y justo antes de llegar a las estanterías, vi platos hondos y tazones de desayuno. Dos cosas que necesitaba. A 40 céntimos cada unidad (y no son de plástico), así que estoy pensando en comprar una caja de 100 para estamparlos contra las paredes cuando esté estresado. Igual cuando vengan los de internet les reservó 10 o 12 platos también…).
Cuando encontré la caja de la silla, me di cuenta del problema que iba a tener, una vez más, con el transporte. Pero ya que estaba allí, tenía que comprarla.
Salí del Ikea, con la monster-caja bajo un brazo, y los platos, tazones y la bandeja en el otro. Empezó a nevar… más. Al menos esta vez sabía dónde coger el autobús de vuelta, aunque le costó 20 minutos llegar.
En casa, con nieve hasta debajo de las uñas, empecé a notar el dolor de brazos, que me duró 3 días. Como cuando monté la mesa, recé para que pudiese atornillar con unas tijeras o un cuchillo, porque pasaba de volver a salir a comprar una caja de herramientas.
Tuve suerte, y en menos de 30 minutos tenía la silla montada, la bandeja también, y la nueva vajilla fregada.
Mientras montaba todo, vi el “Chart-show”, unos de los programas “recopilatorios” (en el que metieron a M. Jackson en música negra). Esta vez iba sobre vueltas a los escenarios. Salieron A-Ha, Kiss, Backstreet Boys… y otros mucho más viejunos y alemanes. Me gusta ese programa.
Para comer me preparé unos garbanzos. Ya se puede decir que tengo controlado el tema de preparar unas conservas (alubias, garbanzos, lentejas…). Eso sí, cuando se me acabe el chorizo y el tomate frito español, voy a tener que pasar al plan B: productos alemanes. Veremos qué matices cogen los sabores.
El sábado continúa en otro post, para que no os canséis.
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Hace tiempo que quería comentar que aquí el “Caps Lock” (bloqueo de mayúsculas) es un poco raro. Cuando está activado, no sólo se escribe en mayúsculas, sino que si pulsas cualquier tecla, lo que se escribe es el símbolo de encima, es decir, lo que aparecería teniendo el “Shift” apretado.
Ahora mismo no sabría decir si es mejor o peor que el método español, pero lo que sí que sé, es que entre eso, las “ñ”, la “z” y la “y” que están cambiadas, los acentos… me paso la mitad del día borrando.
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Aquí, como en muchos países de Europa, lo que más se fuma es el tabaco de liar. En los descansos del trabajo, puedes ver a todo el mundo con sus sobrecitos y sus papeles OCB haciéndose sus cigarros.
Así que para los que se quejen del precio del tabaco en España… podía ser peor :)
domingo, 23 de noviembre de 2008
Malditas oculistas desgraciadas
[Aquí estoy otra vez. 2 post nuevos: éste, y el de los bugs, pero corregido (sin contenido nuevo). Los que no habéis entrado desde el miércoles o el jueves, tenéis otros 4 post nuevos por debajo. Mientras estoy escribiendo esto, Barsa 0 - Getafe 1. Podría acabar así para compensar un poco el tema de internet... creo que hasta los culés estaréis de acuerdo... :) Por aquí está todo nevado, así que no hace calor precisamente, aunque ya sé que en Logronyo también debe de hacer bastante fresquito.]
El jueves me levanté sin internet. Un día más, pero había estado tan cerca de tenerla… snif…
Sobre las 11 busqué a Basilio para que llamase a Alice, para escuchar la seguro apasionante historia de porqué no habían venido. A todo esto, debo decir que Basilio se está portando de cine. Si no llega a ser por él, aún andaría más perdido por la vida :)
La primera llamada fue inútil: estaban de mantenimiento en sus bases de datos. Y tenían para 3 horas. Muy bien. [Empieza ironía] Como Alice es una compañía pequeña, haz el mantenimiento de las bases de datos de 10 a 13, que prácticamente no habrá nadie que necesitar contactarles [Fin de ironía]. Es que tiene narices, vamos… Jamás he visto a ninguna web o compañía importante hacer un mantenimiento de 3 horas durante el horario comercial. Increíble, pero cierto.
Tras la comida, el segundo capítulo. Llamó, y la chica de Alice buscó mis datos en los archivos. Localizó el informe de la compañía de teléfonos (equivalente a la Telefónica española), y dijo que efectivamente no habían acudido (sólo faltaba que encima pusiesen que sí), y en el apartado “Razones” habían puesto “Otros”. Me recuerda a cuando estás todo el día en casa y luego en el buzón te encuentras un aviso de entrega que pone “Ausente a las 10.30”. Diferentes países, la misma profesionalidad.
Entonces Basilio le empezó a contar que yo no podía estar pidiendo permisos así como así, que a ver si me podían concretar un poco más la próxima vez, pero nada, le decían que ellos no tienen nada que ver con Deutsche Telekom, y que no pueden hacer nada. Cuando ya tenga internet en casa, pondré grande y en negrita lo que pienso de Deutsche Telekom, para que aparezca en Google; pero de momento voy a esperar…
Me dieron cita para el miércoles siguiente (26 de noviembre). Mismas condiciones. Ahora el tema era no pillar otro día completo, fuere como fuere. Intentaría organizarme con María a ver si de alguna manera ella podía estar a partir de las 12 pendiente.
Le di mil veces las gracias a Basilio, porque por lo menos me va ayudando a sacar esto adelante, y volví al curro. A todo esto, que hace mucho que no hablo, en el trabajo sigo muy contento. Ya empiezo a controlar bastante todas las fases de mi trabajo y las tareas de cada una. Se me pasan las horas volando. Y el juego con el que estoy… creo que me lo compraré cuando salga a la venta, cada día me va gustando más.
Al salir de Nintendo fui rápidamente al oculista. Por si no lo recordáis, el otro día estuve a las 6.15 y estaba cerrado, así que me imaginé que cerrarían a las 6. Llegué a las 5.40, después de esprintarme el centro de Frankfurt completo. Llegué, y me abrieron la puerta a medias, como a los mendigos.
Mientras le preguntaba a la que me abrió si hablaba inglés, otra por detrás gritaba “Geschlossen” (cerrado) y me hacía gestos de “fuera” con los brazos. Entonces la de la puerta me dijo que no hablaba inglés, y que estaba cerrado. Me cerraba la puerta, y me esforcé para preguntarle en alemán cuál era su horario, porque sólo quería pedir cita, pero la del fondo cada vez gritaba más, y la de la puerta me decía que fuese otro día. Y me dio con la puerta en las narices.
Me fui hacia el ascensor llamándolas unas cosas que no voy a poner aquí en el blog. Es la gran ventaja que tiene el extranjero: si no te entienden para lo bueno, tampoco para lo malo. Estoy comprobando que me quedo muy a gusto cuando me expreso en voz alta. Y vive Dios que me quedé a gusto esa vez.
¿Qué os parece? O sea, no entro ya en el tema de que esté cerrado a las 5.40, que cada vez pienso más que abren a las 3 de la mañana muchos sitios, sino el hecho de que les dije en alemán que quería saber el horario, y no me lo dijeron. Y la pregunta en alemán la hice bien porque le consulté al día siguiente a Jim, en Nintendo. Increíble, increíble.
Con todo mi rebote con Alice, el banco, las oculistas y la madre que los trajo a todos, me fui al ciber, a llamar a mi válvula de escape principal: mis padres. Cogí un sitio, y no funcionaba el micrófono, así que me cambié de ordenador… y en ese tampoco funcionaba. Pensé en salir y empezar a dar toscas a la gente, así, aleatoriamente, para tranquilizarme, pero al final me corté.
Me quedé aún así un ratillo, para contestar e-mails y hablar con alguna otra válvula de escape. Hasta las 8.
Los jueves a las 8.15 hay un programa, que se llama “Die Pannen Show” y que yo traduzco como “Vídeos de primera”, que hasta ahora ha sido sagrado. Durante más de media hora estoy en mi pisito tranquilamente, desconectado de todo, echándome unas risas. Además, aunque parezca una tontería, al ser muchos vídeos alemanes, veo algunos que no había visto nunca.
Y cuando acaba este programa, empieza “Ist doch nur Spass”, que yo traduzco como “Bromas de cámara oculta”. También es el típico programa de cámara oculta, pero siempre hay alguna muy currada.
Para terminar vi, en modo zapping, Space Cowboys y un partido del mundial de fútbol sub20: RD del Congo vs Alemania.
Lo cierto es que me estoy “jartando” de deportes que no vería en España. Eso sí, de practicarlos, aquí no habla nadie… y creo que Nintendo tiene equipo de baloncesto. Me tengo que enterar. Seguramente si lo confirmo, Pablo se apuntaría y vendría hasta aquí corriendo, nadando y en bici. ¿A que sí? :)
Espero que nos podamos organizar para echar una buena pachanga de fútbol en el Obispo Blanco en Navidad. Y otra de pádel.
------------------------------------------------------------------------------------------
Retomando el tema del otro día, el de que la piratería aquí está prohibida de verdad, ahora entiendo algunas ofertas de los proveedores de internet (yo quiero interneeeeeerrrrt). Yo veía que todos ofrecían, por un poco más al mes, ofertas tipo “2000 vídeos gratis” o “700 películas gratis”. Y yo pensaba quién sería el lelo que pagaría más cada mes por ver películas. Ahora veo que tal como está el plan, seguro que es una opción más que interesante.
Había olvidado contar que también con la excusa de la "depresión", vi en el Woolworth el álbum de cromos de la Bundesliga, y me lo compré, con unos cuantos sobres. Voy a intentar hacer la colección, aunque me va a dar vergüenza preguntar a la gente si tiene cromos para cambiar... :) Ahora ya tenéis excusa para llamarme friki :)
El jueves me levanté sin internet. Un día más, pero había estado tan cerca de tenerla… snif…
Sobre las 11 busqué a Basilio para que llamase a Alice, para escuchar la seguro apasionante historia de porqué no habían venido. A todo esto, debo decir que Basilio se está portando de cine. Si no llega a ser por él, aún andaría más perdido por la vida :)
La primera llamada fue inútil: estaban de mantenimiento en sus bases de datos. Y tenían para 3 horas. Muy bien. [Empieza ironía] Como Alice es una compañía pequeña, haz el mantenimiento de las bases de datos de 10 a 13, que prácticamente no habrá nadie que necesitar contactarles [Fin de ironía]. Es que tiene narices, vamos… Jamás he visto a ninguna web o compañía importante hacer un mantenimiento de 3 horas durante el horario comercial. Increíble, pero cierto.
Tras la comida, el segundo capítulo. Llamó, y la chica de Alice buscó mis datos en los archivos. Localizó el informe de la compañía de teléfonos (equivalente a la Telefónica española), y dijo que efectivamente no habían acudido (sólo faltaba que encima pusiesen que sí), y en el apartado “Razones” habían puesto “Otros”. Me recuerda a cuando estás todo el día en casa y luego en el buzón te encuentras un aviso de entrega que pone “Ausente a las 10.30”. Diferentes países, la misma profesionalidad.
Entonces Basilio le empezó a contar que yo no podía estar pidiendo permisos así como así, que a ver si me podían concretar un poco más la próxima vez, pero nada, le decían que ellos no tienen nada que ver con Deutsche Telekom, y que no pueden hacer nada. Cuando ya tenga internet en casa, pondré grande y en negrita lo que pienso de Deutsche Telekom, para que aparezca en Google; pero de momento voy a esperar…
Me dieron cita para el miércoles siguiente (26 de noviembre). Mismas condiciones. Ahora el tema era no pillar otro día completo, fuere como fuere. Intentaría organizarme con María a ver si de alguna manera ella podía estar a partir de las 12 pendiente.
Le di mil veces las gracias a Basilio, porque por lo menos me va ayudando a sacar esto adelante, y volví al curro. A todo esto, que hace mucho que no hablo, en el trabajo sigo muy contento. Ya empiezo a controlar bastante todas las fases de mi trabajo y las tareas de cada una. Se me pasan las horas volando. Y el juego con el que estoy… creo que me lo compraré cuando salga a la venta, cada día me va gustando más.
Al salir de Nintendo fui rápidamente al oculista. Por si no lo recordáis, el otro día estuve a las 6.15 y estaba cerrado, así que me imaginé que cerrarían a las 6. Llegué a las 5.40, después de esprintarme el centro de Frankfurt completo. Llegué, y me abrieron la puerta a medias, como a los mendigos.
Mientras le preguntaba a la que me abrió si hablaba inglés, otra por detrás gritaba “Geschlossen” (cerrado) y me hacía gestos de “fuera” con los brazos. Entonces la de la puerta me dijo que no hablaba inglés, y que estaba cerrado. Me cerraba la puerta, y me esforcé para preguntarle en alemán cuál era su horario, porque sólo quería pedir cita, pero la del fondo cada vez gritaba más, y la de la puerta me decía que fuese otro día. Y me dio con la puerta en las narices.
Me fui hacia el ascensor llamándolas unas cosas que no voy a poner aquí en el blog. Es la gran ventaja que tiene el extranjero: si no te entienden para lo bueno, tampoco para lo malo. Estoy comprobando que me quedo muy a gusto cuando me expreso en voz alta. Y vive Dios que me quedé a gusto esa vez.
¿Qué os parece? O sea, no entro ya en el tema de que esté cerrado a las 5.40, que cada vez pienso más que abren a las 3 de la mañana muchos sitios, sino el hecho de que les dije en alemán que quería saber el horario, y no me lo dijeron. Y la pregunta en alemán la hice bien porque le consulté al día siguiente a Jim, en Nintendo. Increíble, increíble.
Con todo mi rebote con Alice, el banco, las oculistas y la madre que los trajo a todos, me fui al ciber, a llamar a mi válvula de escape principal: mis padres. Cogí un sitio, y no funcionaba el micrófono, así que me cambié de ordenador… y en ese tampoco funcionaba. Pensé en salir y empezar a dar toscas a la gente, así, aleatoriamente, para tranquilizarme, pero al final me corté.
Me quedé aún así un ratillo, para contestar e-mails y hablar con alguna otra válvula de escape. Hasta las 8.
Los jueves a las 8.15 hay un programa, que se llama “Die Pannen Show” y que yo traduzco como “Vídeos de primera”, que hasta ahora ha sido sagrado. Durante más de media hora estoy en mi pisito tranquilamente, desconectado de todo, echándome unas risas. Además, aunque parezca una tontería, al ser muchos vídeos alemanes, veo algunos que no había visto nunca.
Y cuando acaba este programa, empieza “Ist doch nur Spass”, que yo traduzco como “Bromas de cámara oculta”. También es el típico programa de cámara oculta, pero siempre hay alguna muy currada.
Para terminar vi, en modo zapping, Space Cowboys y un partido del mundial de fútbol sub20: RD del Congo vs Alemania.
Lo cierto es que me estoy “jartando” de deportes que no vería en España. Eso sí, de practicarlos, aquí no habla nadie… y creo que Nintendo tiene equipo de baloncesto. Me tengo que enterar. Seguramente si lo confirmo, Pablo se apuntaría y vendría hasta aquí corriendo, nadando y en bici. ¿A que sí? :)
Espero que nos podamos organizar para echar una buena pachanga de fútbol en el Obispo Blanco en Navidad. Y otra de pádel.
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Retomando el tema del otro día, el de que la piratería aquí está prohibida de verdad, ahora entiendo algunas ofertas de los proveedores de internet (yo quiero interneeeeeerrrrt). Yo veía que todos ofrecían, por un poco más al mes, ofertas tipo “2000 vídeos gratis” o “700 películas gratis”. Y yo pensaba quién sería el lelo que pagaría más cada mes por ver películas. Ahora veo que tal como está el plan, seguro que es una opción más que interesante.
Había olvidado contar que también con la excusa de la "depresión", vi en el Woolworth el álbum de cromos de la Bundesliga, y me lo compré, con unos cuantos sobres. Voy a intentar hacer la colección, aunque me va a dar vergüenza preguntar a la gente si tiene cromos para cambiar... :) Ahora ya tenéis excusa para llamarme friki :)
Post con bugs (corregido)
[IMPORTANTE: Éste es el post con errores. El texto es exactamente el mismo que puse en su día, así que los que no tengáis interés en lo de los bugs, no hace falta que lo leáis. Las palabras incorrectas están en negrita, y a su lado, la corrección.]
Cómo Como os dije en su día, aquí tenéis un post repleto de bugs (fallos), para probar vuestras hipotéticas dotes de trabajo en Nintendo. Así que los que tengáis más tiempo libre, os podéis entretener en intentar localizarlos todos. Los hay de varios tipos.
Luego me podéis mandar a mi correo la lista con los bugs (y su correción corrección) para que luego saque una lista de aciertos por persona, o esperar a que dentro de unos días publique el post corregido. Allá cada uno con su espíritu competitivo.
El post en sí, va sobre el sábado. Pasé el viernes en casa, como os dije, para preservar mi ojo de posibles accidentes naturales.
Toda la mañana del sábado estube estuve estudiando alemán, y pronto me dí di cuenta de que no era un plan para 12 horas, así que le mandé un SMS a Pietro y le dije que si se animaba con algún italiano más a dar una vuelta por Frankfurt, que contase conmigo.
Enseguida me llamó y quedamos a las 4 (adiós siesta) en Hauptwache.
Aproveché el resto de la mañana para hacerme unas alubias con sofrito de cebolla, ajos, chorizo y tomate frito. Tuve que hacer una llamada de consulta a mi madre, porque a veces no entiendo mis propias notas sobre recetas; pero tras la llamada, me quedaron unas alubias de lujo. Buenísimas, en serio. He dado un gran paso.
A Hauptwache fueron, como la otra vez, Marcello Marcelo [éste era para nota. Había que recordar de otros post que el nombre correcto es Marcelo], Pietro y Davide. Nos fuimos a la zona de los rascacielos. Hay unas cuantas torres importantes por aquí, y estoy enperrado emperrado en conocer cuál es cual. Poco a poco, lo voy consiguiendo.
Una vez vista esta zona, nos marchamos a Haupbanhof (estación principal), para lo cual, no sé porqué, hay que atravesar el barrio rojo. Para mí mi gusto, está bastante mal situado en la ciudad. Demasiado céntrico, pero bueno, de momento tomo nota para cuando sea alcalde.
Volvimos al lugar de partida, pero yendo por la ribera del Main. La iluminación que se ve de la ciudad desde las orillas del Main es un absoluto acierto. Los puentes son preciosos y el skyline alucinante. Además no es difícil verlo de noche, a las 5 ya parecían las 9…
Cuando acabamos el super-tour, de más de una hora, se unieron Rita y Dani, y nos fuimos a un local que conocía Davide.
Resulta que Davide estuvo 6 meses viviendo en Tokio, y se conoce todo lo relacionado con Japón que hay en Francfurt Frankfurt [O en todo caso Francort que es la traducción oficial al español](babea Halfmat) :) Así que el local al que nos llevó era una especie de cafetería japonesa, con ambientación francesa. Ahí es nada.
No había más que pastas raras, así que decidí pedir una especie de pan. Pensé que iba a pedir Pietro por todos, en alemán, pero cogió Davide y pidió en japonés. Ahora ya sé cuánto japonés sabe… No habló ni una palabra de inglés o alemán. Vaya crack. Le estuve preguntando unas cuantas cosillas sobre el tema, y me dijo que conoce 400 kanjis, y que estudia 3 al día. Otro nuevo Dios para mi colección.
A las 7 nos echaron. Por supuesto, ¿a quién se le ocurre tomar un café más tarde de las 7? ¡¡Qué locura Dios mío!! Y no sólo ese local por ser japonés. El 80% de los sitios cerró. Vaya con el “horario europeo” de las narices. Vaya ataque a las relaciones sociales.
Por otra parte, me vino perfecto para ir caminando hasta mi ciber preferido. Lleno de lujos y amabilidad, donde se encuentran algunos de los ordenadores más potentes del planeta, sólo comparables al que hay en Galicia y al del acelerador de partículas de Ginebra.
Sintonicé Radio Marca y me preparé para gozar con el Real Madrid. Menos mal que tenía que contestar correos y subir post, porque sino si no me abría habría muerto del asco. Hasta los narradores decían que ver al Madrid era insufrible. ¿Pero qué he hecho yo para merecer esto?
Marcó el Valladolid, y los comentaristas diciendo que los jugadores del Madrid ni corrían a por el balón, y que Schuster ni salía a la zona técnica… os podéis imaginar que cabreo me estaba agarrando… ¿Pero qué pasa en el Madrid? Joder, espero que se presente Florentino otra vez a ver si arregla un poco el desaguisado.
Ya en casa, aparte de una cena normal, decidí hacer un experimento con el pan Bimbo. No hago más que tirar paquetes de pan Bimbo. Me los compro pequeños, pero aún así, no me da tiempo ha a gastarlos antes de la fecha de caducidad. Me fastidia bastante.
Me había sobrado bastante aceite en la cazuela sartén [Éste también era para nota. Unos calamares no se hacen una cazuela… bug bonus], de hacer unos calamares fritos, así que eché una rebanada de pan Bimbo. La primera consecuencia fue que todo el aceite desapareció. Además ya no estaba muy caliente, así que ahí no había movimiento…
El resultado del experimento fue una rebanada de pan Bimbo de color verdoso, que daba pena mirar. Le di un bocado, y fue como esnifar una botella de aceite. Directo al cerebro. Nota mental: poner menos aceite y tenerlo más caliente.
Lo que es la cena no experimental, me la tomé viendo Padre de Familia. Como cuando veo los Simpson o Futurama, es una ventaja el saberse los capítulos de memoria. Creo que pronto voy a saber decir “gordo seboso” o “el mono malo de mi armario” en alemán.
Aunque por la noche no iba a salir, aguanté despierto como un campeón, para llamar a la Cuadrilla. Se me regeneró el optimismo después de 15 minutos hablando con ellos. Además estaban todos, todos. Precisamente por ello, hubo ciertos momentos de tensión entre los que leen el blog y los que no.
Mientras algunos preguntaban por el ojo, si la vida es más cara aquí, por las últimas novedades de internet… otros (Pablo) preguntaban “¿cuándo vas a venir?” o “¿qué te pasa en el ojo?”, a lo que el “Grupo 1” se lo comía jajaja. Estuvo gracioso.
Espero que me contéis qué tal el resto de la noche. Haber A ver que hicisteis.
Yo mi noche la acabé pegando un póster con un mapa de Alemania en la pared, para cuando empiece a hacer excursiones por la zona. Lo pegué con chicle (Blu-Tac) para que la casera no se me sulfure, pero está pegado en una parte del techo de las que están inclinadas, así que creo que está haciendo verdadero esfuerzo.
Como diría Leónidas: “Blue-Tac Blu-Tac [Si en el párrafo anterior se llamaba Blu-Tac, ahora no puede cambiar de nombre sin más], pondremos a prueba su resistencia”.
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Se me olvidó decir el otro día que acabo de batir mi récord de estancia fuera de casa. Hasta ahora había estado un mes en Estados Unidos, y un mes en Canadá. Ahora ya llevo más de un mes aquí, así que ya me empiezo a creer que no estoy viviendo en Logroño. Es raro…
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Ya no hay más bugs. En teoría, debería haber 13. Si hay más, o sois unos supercracks y corregís lo que está bien, o es que me he colado (que sé que de vez en cuando se me cuelan letras por ahí).
De todas formas, si buscáis y os aparecen hasta 8, está bien. Hasta 10, estaría bastante-muy bien. Si encontráis 12 o los 13, deberíais atender más vuestras relaciones sociales y no pasar 3 horas delante de una pantalla leyendo el mismo trozo de texto ;)
Cómo Como os dije en su día, aquí tenéis un post repleto de bugs (fallos), para probar vuestras hipotéticas dotes de trabajo en Nintendo. Así que los que tengáis más tiempo libre, os podéis entretener en intentar localizarlos todos. Los hay de varios tipos.
Luego me podéis mandar a mi correo la lista con los bugs (y su correción corrección) para que luego saque una lista de aciertos por persona, o esperar a que dentro de unos días publique el post corregido. Allá cada uno con su espíritu competitivo.
El post en sí, va sobre el sábado. Pasé el viernes en casa, como os dije, para preservar mi ojo de posibles accidentes naturales.
Toda la mañana del sábado estube estuve estudiando alemán, y pronto me dí di cuenta de que no era un plan para 12 horas, así que le mandé un SMS a Pietro y le dije que si se animaba con algún italiano más a dar una vuelta por Frankfurt, que contase conmigo.
Enseguida me llamó y quedamos a las 4 (adiós siesta) en Hauptwache.
Aproveché el resto de la mañana para hacerme unas alubias con sofrito de cebolla, ajos, chorizo y tomate frito. Tuve que hacer una llamada de consulta a mi madre, porque a veces no entiendo mis propias notas sobre recetas; pero tras la llamada, me quedaron unas alubias de lujo. Buenísimas, en serio. He dado un gran paso.
A Hauptwache fueron, como la otra vez, Marcello Marcelo [éste era para nota. Había que recordar de otros post que el nombre correcto es Marcelo], Pietro y Davide. Nos fuimos a la zona de los rascacielos. Hay unas cuantas torres importantes por aquí, y estoy enperrado emperrado en conocer cuál es cual. Poco a poco, lo voy consiguiendo.
Una vez vista esta zona, nos marchamos a Haupbanhof (estación principal), para lo cual, no sé porqué, hay que atravesar el barrio rojo. Para mí mi gusto, está bastante mal situado en la ciudad. Demasiado céntrico, pero bueno, de momento tomo nota para cuando sea alcalde.
Volvimos al lugar de partida, pero yendo por la ribera del Main. La iluminación que se ve de la ciudad desde las orillas del Main es un absoluto acierto. Los puentes son preciosos y el skyline alucinante. Además no es difícil verlo de noche, a las 5 ya parecían las 9…
Cuando acabamos el super-tour, de más de una hora, se unieron Rita y Dani, y nos fuimos a un local que conocía Davide.
Resulta que Davide estuvo 6 meses viviendo en Tokio, y se conoce todo lo relacionado con Japón que hay en Francfurt Frankfurt [O en todo caso Francort que es la traducción oficial al español](babea Halfmat) :) Así que el local al que nos llevó era una especie de cafetería japonesa, con ambientación francesa. Ahí es nada.
No había más que pastas raras, así que decidí pedir una especie de pan. Pensé que iba a pedir Pietro por todos, en alemán, pero cogió Davide y pidió en japonés. Ahora ya sé cuánto japonés sabe… No habló ni una palabra de inglés o alemán. Vaya crack. Le estuve preguntando unas cuantas cosillas sobre el tema, y me dijo que conoce 400 kanjis, y que estudia 3 al día. Otro nuevo Dios para mi colección.
A las 7 nos echaron. Por supuesto, ¿a quién se le ocurre tomar un café más tarde de las 7? ¡¡Qué locura Dios mío!! Y no sólo ese local por ser japonés. El 80% de los sitios cerró. Vaya con el “horario europeo” de las narices. Vaya ataque a las relaciones sociales.
Por otra parte, me vino perfecto para ir caminando hasta mi ciber preferido. Lleno de lujos y amabilidad, donde se encuentran algunos de los ordenadores más potentes del planeta, sólo comparables al que hay en Galicia y al del acelerador de partículas de Ginebra.
Sintonicé Radio Marca y me preparé para gozar con el Real Madrid. Menos mal que tenía que contestar correos y subir post, porque sino si no me abría habría muerto del asco. Hasta los narradores decían que ver al Madrid era insufrible. ¿Pero qué he hecho yo para merecer esto?
Marcó el Valladolid, y los comentaristas diciendo que los jugadores del Madrid ni corrían a por el balón, y que Schuster ni salía a la zona técnica… os podéis imaginar que cabreo me estaba agarrando… ¿Pero qué pasa en el Madrid? Joder, espero que se presente Florentino otra vez a ver si arregla un poco el desaguisado.
Ya en casa, aparte de una cena normal, decidí hacer un experimento con el pan Bimbo. No hago más que tirar paquetes de pan Bimbo. Me los compro pequeños, pero aún así, no me da tiempo ha a gastarlos antes de la fecha de caducidad. Me fastidia bastante.
Me había sobrado bastante aceite en la cazuela sartén [Éste también era para nota. Unos calamares no se hacen una cazuela… bug bonus], de hacer unos calamares fritos, así que eché una rebanada de pan Bimbo. La primera consecuencia fue que todo el aceite desapareció. Además ya no estaba muy caliente, así que ahí no había movimiento…
El resultado del experimento fue una rebanada de pan Bimbo de color verdoso, que daba pena mirar. Le di un bocado, y fue como esnifar una botella de aceite. Directo al cerebro. Nota mental: poner menos aceite y tenerlo más caliente.
Lo que es la cena no experimental, me la tomé viendo Padre de Familia. Como cuando veo los Simpson o Futurama, es una ventaja el saberse los capítulos de memoria. Creo que pronto voy a saber decir “gordo seboso” o “el mono malo de mi armario” en alemán.
Aunque por la noche no iba a salir, aguanté despierto como un campeón, para llamar a la Cuadrilla. Se me regeneró el optimismo después de 15 minutos hablando con ellos. Además estaban todos, todos. Precisamente por ello, hubo ciertos momentos de tensión entre los que leen el blog y los que no.
Mientras algunos preguntaban por el ojo, si la vida es más cara aquí, por las últimas novedades de internet… otros (Pablo) preguntaban “¿cuándo vas a venir?” o “¿qué te pasa en el ojo?”, a lo que el “Grupo 1” se lo comía jajaja. Estuvo gracioso.
Espero que me contéis qué tal el resto de la noche. Haber A ver que hicisteis.
Yo mi noche la acabé pegando un póster con un mapa de Alemania en la pared, para cuando empiece a hacer excursiones por la zona. Lo pegué con chicle (Blu-Tac) para que la casera no se me sulfure, pero está pegado en una parte del techo de las que están inclinadas, así que creo que está haciendo verdadero esfuerzo.
Como diría Leónidas: “Blue-Tac Blu-Tac [Si en el párrafo anterior se llamaba Blu-Tac, ahora no puede cambiar de nombre sin más], pondremos a prueba su resistencia”.
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Se me olvidó decir el otro día que acabo de batir mi récord de estancia fuera de casa. Hasta ahora había estado un mes en Estados Unidos, y un mes en Canadá. Ahora ya llevo más de un mes aquí, así que ya me empiezo a creer que no estoy viviendo en Logroño. Es raro…
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Ya no hay más bugs. En teoría, debería haber 13. Si hay más, o sois unos supercracks y corregís lo que está bien, o es que me he colado (que sé que de vez en cuando se me cuelan letras por ahí).
De todas formas, si buscáis y os aparecen hasta 8, está bien. Hasta 10, estaría bastante-muy bien. Si encontráis 12 o los 13, deberíais atender más vuestras relaciones sociales y no pasar 3 horas delante de una pantalla leyendo el mismo trozo de texto ;)
viernes, 21 de noviembre de 2008
Zas! En toda la boca
[Como en los viejos tiempos, 4 post nuevos. Siento el retraso, pero ya sabéis que he tenido una semana movidita. La ola de frío que me ha dicho mi madre que está entrando en Espanya desde el norte, efectivamente, viene de aquí. Es más, hoy al salir de trabajar se ha puesto a nevar. Dios mío, en noviembre... vaya invierno me espera... Y en otro orden de cosas... en menos de un mes estoy allí!!]
Sonó el despertador el miércoles. Un madrugón más, pero esta vez por una buena causa: interneeeeerrrt.
Me vestí, desayuné y ya estaba preparado para… esperar. A las 9 ya estaba nervioso y bajé a darme una vuelta por la acera (sin alejarme mucho, porque sólo faltaba que viniesen y no estuviese). En esto, me vio María por el balcón, y me dijo que si quería poner un papel en el timbre. Qué puntazo.
Subí a su casa, y me dijo que era el timbre de abajo del todo (lógica pura). Hizo un papelito y bajé a pegarlo. Luego me dio un trozo de tarta de queso y otro trozo de una especie de tarta de almendras. Era el cumpleaños de su hija. Era como en las pelis, la casera que trata bien al inquilino. Me devoré los dos trozos en un minuto en mi piso. Estoy poco acostumbrado últimamente a los sabores buenos.
Pasaron las 10… las 11… las 12… ahí me empecé a poner nervioso. Tenía la esperanza de que viniesen antes de las 12, para poder ir al banco a contarles mi vida y la del PIN de mi tarjeta y luego ir a Nintendo.
Mientras tanto me fui tragando todo lo que había en la tele: el equivalente alemán a Física y Química, es decir, un instituto hiperrealista donde los niños se meten rayas tranquilamente en los baños, se lían con sus profes y se meten leches hasta agotarse cada dos por tres. En el capítulo que vi yo, hasta uno sacaba un arma en clase y los amenazaba. Sin duda, un gran ejemplo para los adolescentes alemanes.
También vi el partido de balonmano Hamburg vs. Flensburg. Lo mejor era que cuando castigaban a algún jugador con los dos minutos de expulsión, en la megafonía empezaban a cantar “Auf wiedersehen” con la melodía de “Adiós, con el corazón…” Muy vacilón. Por supuesto, sólo con los jugadores rivales.
Tuve tiempo también para estudiarme un par de verbos alemanes y algunas reglas. Ya debo llevar aproximadamente un 0,05% del idioma procesado. Ya lo tengo dominado :)
Llegó la 1… las 2… y las 3. A las 3 ya empecé a jurar en alto y llamé a mis padres para desahogarme un poco. A las 3.30 yo ya me tenía que ir a Nintendo, y ahí no aparecía ni llamaba nadie. El peor de los presagios se había cumplido. Un día completo de permiso gastado, y sin internet. Me cago en los alemanes. Con todas las letras. Sobre todo, por la fama que tienen.
Todos hemos oído mil veces que los alemanes “son unos cabezas cuadradas, pero muy eficientes, puntuales, trabajadores…”. Siempre se suelen presentar como la versión europea de los japoneses. Pues de momento, una mierda. Y cuando tenga que decir lo contrario, lo diré.
Después de llamar a mis padres, sobre las 3.30, se me escaparon por primera vez algunas lágrimas de impotencia. Yo que descanso menos que otros compañeros de proyecto, yo que llego siempre antes de tiempo, yo que como rápido para volver antes a trabajar, y todo ello para conseguir tiempo para poder ir a España más veces, y me fundo 8 horas esperando a algún tipo de impresentables. Frustrante.
En Nintendo le conté desesperado a Basilio el tema, y quedamos en llamar al día siguiente, a ponerles las pilas.
Por supuesto en España les habría llamado y les habría exigido venir otro día fuera de mi horario de trabajo, o pasarle la factura de mis horas de ausencia, o cualquier cosa, pero aquí sin conocer el idioma, a través de otra persona, poco de eso iba a poder hacer. El objetivo iba a ser de nuevo conseguir que viniesen, sin más; aunque me tuviese que comer mis derechos y mis exigencias.
Por la noche, a falta del España-Chile, vi el Alemania-Inglaterra (partidazo). Ganó Inglaterra 1-2, con una cagada impresionante de Terry que se confió y regaló un balón a puerta vacía.
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Siempre que llego a casa, si no he parado a hacer recados, pillo los Simpson. La “hora Simpson” aquí es aproximadamente de 6 a 7 en ProSieben. Un par de capítulos, como Antena 3. Hace poco leí que Antena 3 maltrataba a los Simpson, pese a que eran un salvavidas. Se refería a que emiten las temporadas sin ningún orden, y cortan para publicidad incluso a mitad de una frase. Sabiendo eso, me he fijado que aquí, después de la publicidad, repiten los últimos 5 segundos de antes del corte. Curioso.
Otro programa que he visto es una especie de “¿Quieres ser millonario?” o “50x15”. Se llama “Quiz Taxi”. Todo el programa se desarrolla en un taxi lleno de cámaras. Participan 3 personas, y dura hasta que el taxi llegue a su destino (que no sé cuál es ni cómo se elige). Por el camino van respondiendo preguntas y ganando dinero, y tienen comodín de la llamada y comodín del viandante, con el cual pueden preguntar a una persona a través de la ventanilla del taxi.
Al llegar al destino, el taxista les paga en efectivo, intentando hacer la gracia de que normalmente son los que cobran (no hace falta que os riáis). Y parecía que estaba todo inventado.
Sonó el despertador el miércoles. Un madrugón más, pero esta vez por una buena causa: interneeeeerrrt.
Me vestí, desayuné y ya estaba preparado para… esperar. A las 9 ya estaba nervioso y bajé a darme una vuelta por la acera (sin alejarme mucho, porque sólo faltaba que viniesen y no estuviese). En esto, me vio María por el balcón, y me dijo que si quería poner un papel en el timbre. Qué puntazo.
Subí a su casa, y me dijo que era el timbre de abajo del todo (lógica pura). Hizo un papelito y bajé a pegarlo. Luego me dio un trozo de tarta de queso y otro trozo de una especie de tarta de almendras. Era el cumpleaños de su hija. Era como en las pelis, la casera que trata bien al inquilino. Me devoré los dos trozos en un minuto en mi piso. Estoy poco acostumbrado últimamente a los sabores buenos.
Pasaron las 10… las 11… las 12… ahí me empecé a poner nervioso. Tenía la esperanza de que viniesen antes de las 12, para poder ir al banco a contarles mi vida y la del PIN de mi tarjeta y luego ir a Nintendo.
Mientras tanto me fui tragando todo lo que había en la tele: el equivalente alemán a Física y Química, es decir, un instituto hiperrealista donde los niños se meten rayas tranquilamente en los baños, se lían con sus profes y se meten leches hasta agotarse cada dos por tres. En el capítulo que vi yo, hasta uno sacaba un arma en clase y los amenazaba. Sin duda, un gran ejemplo para los adolescentes alemanes.
También vi el partido de balonmano Hamburg vs. Flensburg. Lo mejor era que cuando castigaban a algún jugador con los dos minutos de expulsión, en la megafonía empezaban a cantar “Auf wiedersehen” con la melodía de “Adiós, con el corazón…” Muy vacilón. Por supuesto, sólo con los jugadores rivales.
Tuve tiempo también para estudiarme un par de verbos alemanes y algunas reglas. Ya debo llevar aproximadamente un 0,05% del idioma procesado. Ya lo tengo dominado :)
Llegó la 1… las 2… y las 3. A las 3 ya empecé a jurar en alto y llamé a mis padres para desahogarme un poco. A las 3.30 yo ya me tenía que ir a Nintendo, y ahí no aparecía ni llamaba nadie. El peor de los presagios se había cumplido. Un día completo de permiso gastado, y sin internet. Me cago en los alemanes. Con todas las letras. Sobre todo, por la fama que tienen.
Todos hemos oído mil veces que los alemanes “son unos cabezas cuadradas, pero muy eficientes, puntuales, trabajadores…”. Siempre se suelen presentar como la versión europea de los japoneses. Pues de momento, una mierda. Y cuando tenga que decir lo contrario, lo diré.
Después de llamar a mis padres, sobre las 3.30, se me escaparon por primera vez algunas lágrimas de impotencia. Yo que descanso menos que otros compañeros de proyecto, yo que llego siempre antes de tiempo, yo que como rápido para volver antes a trabajar, y todo ello para conseguir tiempo para poder ir a España más veces, y me fundo 8 horas esperando a algún tipo de impresentables. Frustrante.
En Nintendo le conté desesperado a Basilio el tema, y quedamos en llamar al día siguiente, a ponerles las pilas.
Por supuesto en España les habría llamado y les habría exigido venir otro día fuera de mi horario de trabajo, o pasarle la factura de mis horas de ausencia, o cualquier cosa, pero aquí sin conocer el idioma, a través de otra persona, poco de eso iba a poder hacer. El objetivo iba a ser de nuevo conseguir que viniesen, sin más; aunque me tuviese que comer mis derechos y mis exigencias.
Por la noche, a falta del España-Chile, vi el Alemania-Inglaterra (partidazo). Ganó Inglaterra 1-2, con una cagada impresionante de Terry que se confió y regaló un balón a puerta vacía.
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Siempre que llego a casa, si no he parado a hacer recados, pillo los Simpson. La “hora Simpson” aquí es aproximadamente de 6 a 7 en ProSieben. Un par de capítulos, como Antena 3. Hace poco leí que Antena 3 maltrataba a los Simpson, pese a que eran un salvavidas. Se refería a que emiten las temporadas sin ningún orden, y cortan para publicidad incluso a mitad de una frase. Sabiendo eso, me he fijado que aquí, después de la publicidad, repiten los últimos 5 segundos de antes del corte. Curioso.
Otro programa que he visto es una especie de “¿Quieres ser millonario?” o “50x15”. Se llama “Quiz Taxi”. Todo el programa se desarrolla en un taxi lleno de cámaras. Participan 3 personas, y dura hasta que el taxi llegue a su destino (que no sé cuál es ni cómo se elige). Por el camino van respondiendo preguntas y ganando dinero, y tienen comodín de la llamada y comodín del viandante, con el cual pueden preguntar a una persona a través de la ventanilla del taxi.
Al llegar al destino, el taxista les paga en efectivo, intentando hacer la gracia de que normalmente son los que cobran (no hace falta que os riáis). Y parecía que estaba todo inventado.
Enjuto Mojamuto
Estos días no estamos acordando mucho Dani y yo de Enjuto Mojamuto. Él necesita internet para mirar sus correos, hablar con su novia, amigos, family y demás, y yo también. Así que de vez en cuando, en algún descanso, uno de los dos salta “necesito interneeeeeeeeeeeerrrt” (acento Muchachada de la meseta). Nos echamos unas risas. Por cierto, ¿hay nueva temporada de Muchachada? ¿La están echando en la tele? Si es así, tendré que bajármela en Navidad como sea. Tener aquí un capítulo nuevo de Muchachada Nui cotizaría más alto que el kilo de oro con caviar.
También nos reímos bastante (y esto, no sólo los españoles) con los flex-time. Recordáis que son los “permisos” que cogemos si tenemos que hacer un recado, ir al médico, al banco, o simplemente porque sí. Pues ahora está de moda el decir “hoy no está Pablo porque ayer vino su novia, así que se ha cogido un sex-time” :) Qué cachondeo con los sex-times.
En fin, después de estos dos grandes párrafos, que resumen todo lo “contable” que pasó en Nintendo ayer martes, prosigo.
Según salí de Nintendo, fui corriendo (se entiende que a través de metros) al banco, para comentarle el tema del PIN de mi tarjeta. Llegué 10 minutos antes de que cerrasen… y el que habla inglés no estaba. ¡¡Por Dios!! ¡¿Es que nunca voy a acabar con el tema del banco?! ¡Que llevo más de un mes en Alemania! Me comentaron que el miércoles estaría, así que después de que me [cruzo dedos] instalasen internet [descruzo dedos] volvería al Commerzbank a probar suerte.
En casa tenía que probar un gran tema: el timbre. Quedaba un día para que viniesen los de interneeeeeert, y no sabía cómo iban a poder llamarme desde el portal. Así que hice una prueba con mis padres al teléfono: bajé al portal, y llamé al timbre que estaba más arriba. Subí a casa… y mis padres no habían oído nada. No era ese.
Mal asunto, porque los de debajo estaban ocupados (con nombres)… Así que cogí un papel, puse “Herrn Eduardo Domínguez” y mi teléfono alemán y bajé a pegarlo en el portal. Ya sólo quedaba tener fe en que los técnicos llevasen un móvil y se les ocurriese llamarme cuando estuviesen abajo.
Lleno de incertidumbre, me fui a hacer la compra para pensar en otra cosa. Desde que estoy en Frankfurt ha llovido poquísimo. Quizás sólo tres días, y poco rato. Pero desde que tengo el derrame y voy con gafas, esto parece que tengo un monzón atado a la cabeza que me va siguiendo. Llueve todo el rato, y el limpiaparabrisas de las gafas no funciona.
En mi querido Tengelmann reciclé. Ya parezco alemán, ni me estreso ni es un gran evento. Simplemente llego con mi bolsón de botellas y empiezo a ponerlas, y me gano mi descuento. La sensación es que siempre que compro, tengo descuento. Me olvido adrede de que había pagado de más en su día. Nada, para mí, es un descuento por cliente fiel.
Lo que pude comprobar, por fin, es un nuevo elemento de las máquinas de reciclaje. No os lo conté en su día, aunque había oído hablar de él, porque prefería esperar a verlo con mis propios ojos. Resulta que si metes una botella, y no consigue leer el código, salen dos rodillos y empiezan a girarla hasta que se lee. Es bastante curioso. Cuando me pasa eso, me parece que estoy delante de un vending de Star Wars en vez de en una máquina de reciclaje. De momento, paso de hacerle la foto. Seguiré conociendo el entorno hostil hasta que sepa desde dónde la puedo hacer sin liarla. Fijo que cuando lo intente me ve uno de seguridad (que por otra parte, son chicos de nuestra edad) y le tengo que explicar en alemán que sólo quería hacer una foto.
Me volví a mi casa con una especie de batido de fresa (espero que lo sea), 4 botellas del zumo de manzana con burbujas (Apfel-Schorle), otras necesidades básicas, y un paquete de la sección de congelados que se llama “Kroketten”. En teoría sí, serán croquetas. Pronto lo descubriremos.
También nos reímos bastante (y esto, no sólo los españoles) con los flex-time. Recordáis que son los “permisos” que cogemos si tenemos que hacer un recado, ir al médico, al banco, o simplemente porque sí. Pues ahora está de moda el decir “hoy no está Pablo porque ayer vino su novia, así que se ha cogido un sex-time” :) Qué cachondeo con los sex-times.
En fin, después de estos dos grandes párrafos, que resumen todo lo “contable” que pasó en Nintendo ayer martes, prosigo.
Según salí de Nintendo, fui corriendo (se entiende que a través de metros) al banco, para comentarle el tema del PIN de mi tarjeta. Llegué 10 minutos antes de que cerrasen… y el que habla inglés no estaba. ¡¡Por Dios!! ¡¿Es que nunca voy a acabar con el tema del banco?! ¡Que llevo más de un mes en Alemania! Me comentaron que el miércoles estaría, así que después de que me [cruzo dedos] instalasen internet [descruzo dedos] volvería al Commerzbank a probar suerte.
En casa tenía que probar un gran tema: el timbre. Quedaba un día para que viniesen los de interneeeeeert, y no sabía cómo iban a poder llamarme desde el portal. Así que hice una prueba con mis padres al teléfono: bajé al portal, y llamé al timbre que estaba más arriba. Subí a casa… y mis padres no habían oído nada. No era ese.
Mal asunto, porque los de debajo estaban ocupados (con nombres)… Así que cogí un papel, puse “Herrn Eduardo Domínguez” y mi teléfono alemán y bajé a pegarlo en el portal. Ya sólo quedaba tener fe en que los técnicos llevasen un móvil y se les ocurriese llamarme cuando estuviesen abajo.
Lleno de incertidumbre, me fui a hacer la compra para pensar en otra cosa. Desde que estoy en Frankfurt ha llovido poquísimo. Quizás sólo tres días, y poco rato. Pero desde que tengo el derrame y voy con gafas, esto parece que tengo un monzón atado a la cabeza que me va siguiendo. Llueve todo el rato, y el limpiaparabrisas de las gafas no funciona.
En mi querido Tengelmann reciclé. Ya parezco alemán, ni me estreso ni es un gran evento. Simplemente llego con mi bolsón de botellas y empiezo a ponerlas, y me gano mi descuento. La sensación es que siempre que compro, tengo descuento. Me olvido adrede de que había pagado de más en su día. Nada, para mí, es un descuento por cliente fiel.
Lo que pude comprobar, por fin, es un nuevo elemento de las máquinas de reciclaje. No os lo conté en su día, aunque había oído hablar de él, porque prefería esperar a verlo con mis propios ojos. Resulta que si metes una botella, y no consigue leer el código, salen dos rodillos y empiezan a girarla hasta que se lee. Es bastante curioso. Cuando me pasa eso, me parece que estoy delante de un vending de Star Wars en vez de en una máquina de reciclaje. De momento, paso de hacerle la foto. Seguiré conociendo el entorno hostil hasta que sepa desde dónde la puedo hacer sin liarla. Fijo que cuando lo intente me ve uno de seguridad (que por otra parte, son chicos de nuestra edad) y le tengo que explicar en alemán que sólo quería hacer una foto.
Me volví a mi casa con una especie de batido de fresa (espero que lo sea), 4 botellas del zumo de manzana con burbujas (Apfel-Schorle), otras necesidades básicas, y un paquete de la sección de congelados que se llama “Kroketten”. En teoría sí, serán croquetas. Pronto lo descubriremos.
De cafés
El lunes en el trabajo le pedí a Basilio que llamase a Alice-DSL para que me diesen una hora más concreta para la instalación.
Llamó, y después de 15 minutos de espera (y 6€ de saldo), le cogieron. Les comentó el tema, y empezaron a pedir mis datos. Les dijo que yo no hablaba alemán, que si hablaban inglés y esas cosas, pero la que le atendía no sabía nada de inglés. Y se emperró en que, pese a que Basilio le dio todos mis datos, tenía que oír mi voz (!) No sabía que la fama de mi sexy voz había traspasado fronteras :)
Me puse al teléfono, y me contó su vida. Igual sólo me preguntó mi nombre, pero a mí me pareció un extracto del Génesis de la Biblia. Le dije que repitiese, y entonces me pareció la Declaración de Independencia de EEUU en alemán. Así que opté por contraatacar con mi presentación oficial en Frankfurt: Me llamo Eduardo Domínguez. No hablo alemán.
Parece que le valió, porque la siguiente frase que dijo acabó en “Danke”.
Así que después de todo el paripé, y con mi saldo de 15€ por los suelos, le dijo a Basilio que no podía ser, porque ellos subcontratan a otra empresa para las instalaciones. Nos quedamos bastante mosqueados, porque para responder eso, igual no había hecho falta toda la parafernalia que me costó casi 10€. En fin, cosas de teleoperadoras alemanas…
A las 5.17 me fui a ver un piso. No, no era para mí. Yo sigo enamorado de mis 21 metros cuadrados. No 20, sino 21. Puede ser la diferencia entre tener ducha o no.
Es que Laura, otra chica que está en mi proyecto se vuelve a España, a principios de diciembre. Entonces está buscando a alguien que ocupe su puesto en el piso, más que nada porque ella compró todos los muebles, así que busca a alguien que se los compre.
Dani podía estar interesado en el piso. Y yo podía estar interesado en un perchero que me dijo que tenía. Así que fuimos los dos, con ella y su amiga Carol (que también se va en diciembre) a visitarlo.
Está a 10 minutos de Nintendo andando, y paga unos 500 al mes, o sea que está muy bien. Eso sí, lo comparte con una chica que debe de ser de todo menos sociable.
Vimos el piso, y a mí me gustó. Dani tiene alguna duda más. Eso sí, el perchero no me vale. Más que nada, que tendría que sacar el frigorífico o la cama para meterlo en casa. No es plan.
Cuando terminamos nos fuimos a Hauptwache. Nos encontramos con Rosana y Belén. Iban al curso de alemán. No es la primera vez que nos encontramos gente de Nintendo sin haber quedado. Frankfurt es grande, pero el centro es el centro.
Allí Dani se marchó porque tenía entrenamiento (recordemos, de malabares) y me quedé con Laura y Carol. Aprovechamos a ir a la calle donde hay un oculista que habla inglés. Subí para pedir hora, pero eran las 6.30. Ufff… Tardísimo (no sé si se me nota de vez en cuando cierto mosqueo con los horarios de apertura de las “cosas” por aquí…). No había nadie.
Mi derrame tendrá que aguantar un poco más… Ahora no va a peor, pero no acaba de curarse. Y en respuesta a la observación de Noe, al principio sí que fue como dices. Se veía claramente que reventó una vena y por la gravedad iba cayendo. Pero es que después empezó a extenderse “contra” las leyes de la gravedad, rodeando el iris. En fin, no voy a entrar en más detalles, que lo mismo alguno os estáis comiendo unos Doritos mientras leéis.
Tras el oculista, fuimos a tomar algo. Ya me había dicho Laura que ellas muchas tardes se iban a tomar un café y unos donuts, así que me apunté. Además así conozco algo más para cuando vengáis (ejem, ejem…). Me enseñaron 3 cafeterías chulas y un buffet de comida italiana. Vaya triunfada.
Nos quedamos en el Coffee Fellows, que es básicamente un Starbucks sin precios abusivos, y estuvimos contándonos nuestras vidas casi dos horas. Me tomé un chocolate caliente y un donuts, que quizás recuerde toda mi vida. Más que por la calidad, por el frío y el hambre que tenía…
Llevo tiempo sin comentarlo, pero aún me falta una carta del banco, supuestamente con el PIN para la tarjeta de crédito (un pequeño detalle sin importancia). Llegué a mi piso con la esperanza de que por ser lunes estaría, pero no, no había ninguna carta, así que decidí pasarme al día siguiente por el Commerzbank. Sólo puedo pasarme los martes o los jueves, porque cierran a las 6. Para el resto de días, tendría que pedir un permiso.
Preparé todos los papeles que tenía del banco para el día siguiente, vi un poco de K-1 (lucha) en Eurosport, y me quedé “sobao”.
Llamó, y después de 15 minutos de espera (y 6€ de saldo), le cogieron. Les comentó el tema, y empezaron a pedir mis datos. Les dijo que yo no hablaba alemán, que si hablaban inglés y esas cosas, pero la que le atendía no sabía nada de inglés. Y se emperró en que, pese a que Basilio le dio todos mis datos, tenía que oír mi voz (!) No sabía que la fama de mi sexy voz había traspasado fronteras :)
Me puse al teléfono, y me contó su vida. Igual sólo me preguntó mi nombre, pero a mí me pareció un extracto del Génesis de la Biblia. Le dije que repitiese, y entonces me pareció la Declaración de Independencia de EEUU en alemán. Así que opté por contraatacar con mi presentación oficial en Frankfurt: Me llamo Eduardo Domínguez. No hablo alemán.
Parece que le valió, porque la siguiente frase que dijo acabó en “Danke”.
Así que después de todo el paripé, y con mi saldo de 15€ por los suelos, le dijo a Basilio que no podía ser, porque ellos subcontratan a otra empresa para las instalaciones. Nos quedamos bastante mosqueados, porque para responder eso, igual no había hecho falta toda la parafernalia que me costó casi 10€. En fin, cosas de teleoperadoras alemanas…
A las 5.17 me fui a ver un piso. No, no era para mí. Yo sigo enamorado de mis 21 metros cuadrados. No 20, sino 21. Puede ser la diferencia entre tener ducha o no.
Es que Laura, otra chica que está en mi proyecto se vuelve a España, a principios de diciembre. Entonces está buscando a alguien que ocupe su puesto en el piso, más que nada porque ella compró todos los muebles, así que busca a alguien que se los compre.
Dani podía estar interesado en el piso. Y yo podía estar interesado en un perchero que me dijo que tenía. Así que fuimos los dos, con ella y su amiga Carol (que también se va en diciembre) a visitarlo.
Está a 10 minutos de Nintendo andando, y paga unos 500 al mes, o sea que está muy bien. Eso sí, lo comparte con una chica que debe de ser de todo menos sociable.
Vimos el piso, y a mí me gustó. Dani tiene alguna duda más. Eso sí, el perchero no me vale. Más que nada, que tendría que sacar el frigorífico o la cama para meterlo en casa. No es plan.
Cuando terminamos nos fuimos a Hauptwache. Nos encontramos con Rosana y Belén. Iban al curso de alemán. No es la primera vez que nos encontramos gente de Nintendo sin haber quedado. Frankfurt es grande, pero el centro es el centro.
Allí Dani se marchó porque tenía entrenamiento (recordemos, de malabares) y me quedé con Laura y Carol. Aprovechamos a ir a la calle donde hay un oculista que habla inglés. Subí para pedir hora, pero eran las 6.30. Ufff… Tardísimo (no sé si se me nota de vez en cuando cierto mosqueo con los horarios de apertura de las “cosas” por aquí…). No había nadie.
Mi derrame tendrá que aguantar un poco más… Ahora no va a peor, pero no acaba de curarse. Y en respuesta a la observación de Noe, al principio sí que fue como dices. Se veía claramente que reventó una vena y por la gravedad iba cayendo. Pero es que después empezó a extenderse “contra” las leyes de la gravedad, rodeando el iris. En fin, no voy a entrar en más detalles, que lo mismo alguno os estáis comiendo unos Doritos mientras leéis.
Tras el oculista, fuimos a tomar algo. Ya me había dicho Laura que ellas muchas tardes se iban a tomar un café y unos donuts, así que me apunté. Además así conozco algo más para cuando vengáis (ejem, ejem…). Me enseñaron 3 cafeterías chulas y un buffet de comida italiana. Vaya triunfada.
Nos quedamos en el Coffee Fellows, que es básicamente un Starbucks sin precios abusivos, y estuvimos contándonos nuestras vidas casi dos horas. Me tomé un chocolate caliente y un donuts, que quizás recuerde toda mi vida. Más que por la calidad, por el frío y el hambre que tenía…
Llevo tiempo sin comentarlo, pero aún me falta una carta del banco, supuestamente con el PIN para la tarjeta de crédito (un pequeño detalle sin importancia). Llegué a mi piso con la esperanza de que por ser lunes estaría, pero no, no había ninguna carta, así que decidí pasarme al día siguiente por el Commerzbank. Sólo puedo pasarme los martes o los jueves, porque cierran a las 6. Para el resto de días, tendría que pedir un permiso.
Preparé todos los papeles que tenía del banco para el día siguiente, vi un poco de K-1 (lucha) en Eurosport, y me quedé “sobao”.
Lo que cunde no salir
El domingo fue un domingo típico de cuando no se sale un sábado, es decir, aprovechado.
Según me levanté, hice un diagnóstico del derrame: estable. Me apetecía dar un pronóstico, a lo futbolero, y el titular fue “Eduardo espera tener recuperado el ojo para el sábado que viene”. Es decir, al ritmo que iba, me autodescartaba para el viernes, sólo para estar el sábado a tope.
El resto de la mañana (cuando no estaba en el espejo intentando cicatrizar las venitas del ojo con la mirada láser) me dediqué a pasar recetas de mi madre, con mis notas basadas en la experiencia personal, a ordenador. Ya tengo unas cuantas, así que prefiero tenerlas todas localizadas.
Le eché un vistazo al libro de Arguiñano que me regalaron en Santos Ochoa, pero aún me queda un paso para llegar a hacer algo de ahí. Y que conste que es un libro de iniciación, y viene todo explicadito paso a paso.
Cuando me cansé de la cocina, decidí por fin dedicarme a un par de brico-chapuzas que tenía pendientes. Una, pegar con esparadrapo la cortina del baño a la pared, porque hay una bombilla justo al lado, y temo que algún día al salpicarle agua reviente. Ya había hecho antes un “pegado” provisional, pero no aguantó mucho.
El otro arreglo era el de la puerta de la casa. Rozaba al cerrar, con lo cual, aunque lo hiciese con cuidado, todos los vecinos se enteraban cuando yo entraba o salía de casa. Y para no denunciarles por invasión de intimidad, decidí limar lo que rozaba.
Primero se me ocurrió ir cortando laminitas de madera con un cuchillo de cocina. No es broma. Pero según iba del “salón” al “hall” me di cuenta de lo que iba a hacer y volví a dejar el cuchillo en el cajón. Creo que a veces los gases tóxicos del radiador se me concentran a la altura de la cabeza.
Así que opté por usar una lima de uñas. Si no funcionaba eso, ya estaba perdido. No es que me sobre material por casa. Cogí la lima que me preparó mi abuela antes de venir. Viendo el tamaño, yo me imagino a mi abuela diciendo “bueno, si no se puede llevar una caja de limas normales, le compro la más mastodóntica que haya, para compensar”. Mi abuela siempre compra a lo grande.
Me armé de la superlima, que podría limar los barrotes de Alcatraz y sobraría. Empecé a raspar la puerta con esmero y alegría. Pronto vi que la lima, pese a ser gigantesca, no estaba preparada para lijar madera (lógico), así que se iba degradando rápidamente. Además, la capa de pintura blanca se iba esparciendo en forma de polvo por todo el pasillo, mis zapatillas, mi pijama, la manilla… Vamos, que una vez más, era todo mucho más limpio y fácil en mi cabeza.
Después de 15 minutos, por fin acabó la puerta arreglada, mis dedos destrozados, el pasillo blanco y la lima en la basura.
Hasta la hora de comer me entretuve viendo el programa musical que recopila éxitos. El domingo iba de éxitos latinos y cosas así. Tampoco es que pongan un límite muy definido. Salió la Lambada (¡gran canción!), Mambo nº 5, el mítico-épico Dragostea Din Tei y el Aserejé. Para este último pusieron unas imágenes de toda Alemania haciendo los movimientos típicos.
Me recordó automáticamente a la Macarena. Y es que nuestro pop, lo peta.
Acabó el programa, y faltaban 2 horas como mínimo para comer, así que hice zapping. Error. Cuando no hay nada, no hay nada. Si haces zapping, acabas viendo algo. ¿Y qué encontré? Pues la final del mundial de fútbol femenino sub-17. Ahí es nada.
A priori, podía estar bien. Final (bien) del mundial (bien) de fútbol (genial) femenino (ups) sub-17 (error).
Corea del Norte contra EEUU. Si eso era la final, no quiero ver los partidos de clasificación para el mundial, tipo San Marino – Islas Feroe. Vaya nivel… Eso sí, las chicas super deportivas. Eso me gustó. Venga a darse la mano por todo, y besitos… ah, no, espera, eso no :)
Estooooo, como iba diciendo, la tarde la pasé estudiando alemán. Bueno, a todo esto, ganó Corea en la segunda parte de la prórroga. Me alegro, porque las americanas eran unas chulas de cuidado (¿por qué no nos sorprende?).
Para la hora de cenar ya me estaba frotando las manos. Había visto la programación y tenía: Domingo criminal (Navy CIS +Mentes Criminales), La Búsqueda, Misión a Marte y Shaft.
Tuve que hacer virguerías para seguir todo. Algunos de la Cuadrilla os acordaréis de Misión a Marte. Quizás, una de las 5 peores películas de la historia cinematográfica, que vimos en el cine. Andrés seguro, porque sé que a él también le marcó.
Para los que no la hayáis visto, y sin desvelar nada, es la típica que empieza de lujo, continua regular, y cada minuto desde la mitad hasta el final te estás riendo pensando qué puede ser lo siguiente, que sea más cutre y supere a lo anterior. Y en Misión a Marte, cada escena es peor que la anterior.
Antes de irme a dormir, leí un rato unas revistas que traje de España, porque con tanta tontería, las tenía por ahí sin leer. Me empapé de las novedades de Nintendo con la revista “Nintendo Acción”, y luego me leí la “Computer Hoy” en la que decía (cito) “No hay crisis que valga para el sector del videojuego, cuyas ventas han aumentado un 15% de enero a julio, y se espera que siga creciendo en 2009. Las proyecciones a nivel mundial prevén que el consumo de videojuegos se doble en un plazo de tres a cinco años, un crecimiento que será superior en España, cuarto mercado europeo de ocio digital, según los cálculos de Adese”.
O sea que de momento, parece que no me quedo en el paro. Y como siempre, España en el Top 5 de ránkings europeos de cosas que o no son buenas, o no son importantes. A ver si vamos escalando puestos en puntos de acceso Wifi, velocidad de internet, vivienda, becas, fines de semana de tres días, y esas cosas que nos importan.
Según me levanté, hice un diagnóstico del derrame: estable. Me apetecía dar un pronóstico, a lo futbolero, y el titular fue “Eduardo espera tener recuperado el ojo para el sábado que viene”. Es decir, al ritmo que iba, me autodescartaba para el viernes, sólo para estar el sábado a tope.
El resto de la mañana (cuando no estaba en el espejo intentando cicatrizar las venitas del ojo con la mirada láser) me dediqué a pasar recetas de mi madre, con mis notas basadas en la experiencia personal, a ordenador. Ya tengo unas cuantas, así que prefiero tenerlas todas localizadas.
Le eché un vistazo al libro de Arguiñano que me regalaron en Santos Ochoa, pero aún me queda un paso para llegar a hacer algo de ahí. Y que conste que es un libro de iniciación, y viene todo explicadito paso a paso.
Cuando me cansé de la cocina, decidí por fin dedicarme a un par de brico-chapuzas que tenía pendientes. Una, pegar con esparadrapo la cortina del baño a la pared, porque hay una bombilla justo al lado, y temo que algún día al salpicarle agua reviente. Ya había hecho antes un “pegado” provisional, pero no aguantó mucho.
El otro arreglo era el de la puerta de la casa. Rozaba al cerrar, con lo cual, aunque lo hiciese con cuidado, todos los vecinos se enteraban cuando yo entraba o salía de casa. Y para no denunciarles por invasión de intimidad, decidí limar lo que rozaba.
Primero se me ocurrió ir cortando laminitas de madera con un cuchillo de cocina. No es broma. Pero según iba del “salón” al “hall” me di cuenta de lo que iba a hacer y volví a dejar el cuchillo en el cajón. Creo que a veces los gases tóxicos del radiador se me concentran a la altura de la cabeza.
Así que opté por usar una lima de uñas. Si no funcionaba eso, ya estaba perdido. No es que me sobre material por casa. Cogí la lima que me preparó mi abuela antes de venir. Viendo el tamaño, yo me imagino a mi abuela diciendo “bueno, si no se puede llevar una caja de limas normales, le compro la más mastodóntica que haya, para compensar”. Mi abuela siempre compra a lo grande.
Me armé de la superlima, que podría limar los barrotes de Alcatraz y sobraría. Empecé a raspar la puerta con esmero y alegría. Pronto vi que la lima, pese a ser gigantesca, no estaba preparada para lijar madera (lógico), así que se iba degradando rápidamente. Además, la capa de pintura blanca se iba esparciendo en forma de polvo por todo el pasillo, mis zapatillas, mi pijama, la manilla… Vamos, que una vez más, era todo mucho más limpio y fácil en mi cabeza.
Después de 15 minutos, por fin acabó la puerta arreglada, mis dedos destrozados, el pasillo blanco y la lima en la basura.
Hasta la hora de comer me entretuve viendo el programa musical que recopila éxitos. El domingo iba de éxitos latinos y cosas así. Tampoco es que pongan un límite muy definido. Salió la Lambada (¡gran canción!), Mambo nº 5, el mítico-épico Dragostea Din Tei y el Aserejé. Para este último pusieron unas imágenes de toda Alemania haciendo los movimientos típicos.
Me recordó automáticamente a la Macarena. Y es que nuestro pop, lo peta.
Acabó el programa, y faltaban 2 horas como mínimo para comer, así que hice zapping. Error. Cuando no hay nada, no hay nada. Si haces zapping, acabas viendo algo. ¿Y qué encontré? Pues la final del mundial de fútbol femenino sub-17. Ahí es nada.
A priori, podía estar bien. Final (bien) del mundial (bien) de fútbol (genial) femenino (ups) sub-17 (error).
Corea del Norte contra EEUU. Si eso era la final, no quiero ver los partidos de clasificación para el mundial, tipo San Marino – Islas Feroe. Vaya nivel… Eso sí, las chicas super deportivas. Eso me gustó. Venga a darse la mano por todo, y besitos… ah, no, espera, eso no :)
Estooooo, como iba diciendo, la tarde la pasé estudiando alemán. Bueno, a todo esto, ganó Corea en la segunda parte de la prórroga. Me alegro, porque las americanas eran unas chulas de cuidado (¿por qué no nos sorprende?).
Para la hora de cenar ya me estaba frotando las manos. Había visto la programación y tenía: Domingo criminal (Navy CIS +Mentes Criminales), La Búsqueda, Misión a Marte y Shaft.
Tuve que hacer virguerías para seguir todo. Algunos de la Cuadrilla os acordaréis de Misión a Marte. Quizás, una de las 5 peores películas de la historia cinematográfica, que vimos en el cine. Andrés seguro, porque sé que a él también le marcó.
Para los que no la hayáis visto, y sin desvelar nada, es la típica que empieza de lujo, continua regular, y cada minuto desde la mitad hasta el final te estás riendo pensando qué puede ser lo siguiente, que sea más cutre y supere a lo anterior. Y en Misión a Marte, cada escena es peor que la anterior.
Antes de irme a dormir, leí un rato unas revistas que traje de España, porque con tanta tontería, las tenía por ahí sin leer. Me empapé de las novedades de Nintendo con la revista “Nintendo Acción”, y luego me leí la “Computer Hoy” en la que decía (cito) “No hay crisis que valga para el sector del videojuego, cuyas ventas han aumentado un 15% de enero a julio, y se espera que siga creciendo en 2009. Las proyecciones a nivel mundial prevén que el consumo de videojuegos se doble en un plazo de tres a cinco años, un crecimiento que será superior en España, cuarto mercado europeo de ocio digital, según los cálculos de Adese”.
O sea que de momento, parece que no me quedo en el paro. Y como siempre, España en el Top 5 de ránkings europeos de cosas que o no son buenas, o no son importantes. A ver si vamos escalando puestos en puntos de acceso Wifi, velocidad de internet, vivienda, becas, fines de semana de tres días, y esas cosas que nos importan.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Sin internet ni ganas
Hola!
Estoy escribiendo en directo desde el cibercafé. Es jueves.
Por si no se había notado, no tengo internet. Por una parte ya me lo temía (se notaba en los post), pero aún así confiaba en la punyetera fama de los alemanes de ser precisos, puntuales y trabajadores. Ya os contaré con más detalles el tema, pero básicamente no aparecieron. Sin más. Me fundí mi día libre a lo grande.
Como mínimo hasta el miércoles que viene, nada. Y encima, a volver a pedir vacaciones. Voy a intentar no estresarme y pensar en otra cosa.
Sigo sin recibir la carta con el PIN del banco, he ido al oculista a pedir hora a las 5.40 y estaba: cerrado!!, sigo con mi derrame (os da recuerdos)......... No estoy pasando precisamente mis mejores días aquí.
Además, me he dejado en casa el USB con los últimos post. Si cuando estamos de que no...
Bueno, voy a ver si me voy a casa, veo el programa tipo "Vídeos de primera" que ponen hoy, que siempre me echo unas risas, y me conectaré probablemente manyana, o el sábado mientras oigo el Penoso Madrid y subiré los post.
Nos vemos en menos de un mes (a la mayoría por lo menos)
Estoy escribiendo en directo desde el cibercafé. Es jueves.
Por si no se había notado, no tengo internet. Por una parte ya me lo temía (se notaba en los post), pero aún así confiaba en la punyetera fama de los alemanes de ser precisos, puntuales y trabajadores. Ya os contaré con más detalles el tema, pero básicamente no aparecieron. Sin más. Me fundí mi día libre a lo grande.
Como mínimo hasta el miércoles que viene, nada. Y encima, a volver a pedir vacaciones. Voy a intentar no estresarme y pensar en otra cosa.
Sigo sin recibir la carta con el PIN del banco, he ido al oculista a pedir hora a las 5.40 y estaba: cerrado!!, sigo con mi derrame (os da recuerdos)......... No estoy pasando precisamente mis mejores días aquí.
Además, me he dejado en casa el USB con los últimos post. Si cuando estamos de que no...
Bueno, voy a ver si me voy a casa, veo el programa tipo "Vídeos de primera" que ponen hoy, que siempre me echo unas risas, y me conectaré probablemente manyana, o el sábado mientras oigo el Penoso Madrid y subiré los post.
Nos vemos en menos de un mes (a la mayoría por lo menos)
domingo, 16 de noviembre de 2008
Post con bugs
[Me conecto un ratillo para poner el famoso post con errores. Que lo disfrute el que quiera, y el que no, que vea al Barsa jugar :) Empieza la cuenta atrás para tener internet en casa...]
Cómo os dije en su día, aquí tenéis un post repleto de bugs (fallos), para probar vuestras hipotéticas dotes de trabajo en Nintendo. Así que los que tengáis más tiempo libre, os podéis entretener en intentar localizarlos todos. Los hay de varios tipos.
Luego me podéis mandar a mi correo la lista con los bugs (y su correción) para que luego saque una lista de aciertos por persona, o esperar a que dentro de unos días publique el post corregido. Allá cada uno con su espíritu competitivo.
El post en sí, va sobre el sábado. Pasé el viernes en casa, como os dije, para preservar mi ojo de posibles accidentes naturales.
Toda la mañana del sábado estube estudiando alemán, y pronto me dí cuenta de que no era un plan para 12 horas, así que le mandé un SMS a Pietro y le dije que si se animaba con algún italiano más a dar una vuelta por Frankfurt, que contase conmigo.
Enseguida me llamó y quedamos a las 4 (adiós siesta) en Hauptwache.
Aproveché el resto de la mañana para hacerme unas alubias con sofrito de cebolla, ajos, chorizo y tomate frito. Tuve que hacer una llamada de consulta a mi madre, porque a veces no entiendo mis propias notas sobre recetas; pero tras la llamada, me quedaron unas alubias de lujo. Buenísimas, en serio. He dado un gran paso.
A Hauptwache fueron, como la otra vez, Marcello, Pietro y Davide. Nos fuimos a la zona de los rascacielos. Hay unas cuantas torres importantes por aquí, y estoy enperrado en conocer cuál es cual. Poco a poco, lo voy consiguiendo.
Una vez vista esta zona, nos marchamos a Haupbanhof (estación principal), para lo cual, no sé porqué, hay que atravesar el barrio rojo. Para mí gusto, está bastante está bastante mal situado en la ciudad. Demasiado céntrico, pero bueno, de momento tomo nota para cuando sea alcalde.
Volvimos al lugar de partida, pero yendo por la ribera del Main. La iluminación que se ve de la ciudad desde las orillas del Main es un absoluto acierto. Los puentes son preciosos y el skyline alucinante. Además no es difícil verlo de noche, a las 5 ya parecían las 9…
Cuando acabamos el super-tour, de más de una hora, se unieron Rita y Dani, y nos fuimos a un local que conocía Davide.
Resulta que Davide estuvo 6 meses viviendo en Tokio, y se conoce todo lo relacionado con Japón que hay en Francfurt (babea Halfmat) :) Así que el local al que nos llevó era una especie de cafetería japonesa, con ambientación francesa. Ahí es nada.
No había más que pastas raras, así que decidí pedir una especie de pan. Pensé que iba a pedir Pietro por todos, en alemán, pero cogió Davide y pidió en japonés. Ahora ya sé cuánto japonés sabe… No habló ni una palabra de inglés o alemán. Vaya crack. Le estuve preguntando unas cuantas cosillas sobre el tema, y me dijo que conoce 400 kanjis, y que estudia 3 al día. Otro nuevo Dios para mi colección.
A las 7 nos echaron. Por supuesto, ¿a quién se le ocurre tomar un café más tarde de las 7? ¡¡Qué locura Dios mío!! Y no sólo ese local por ser japonés. El 80% de los sitios cerró. Vaya con el “horario europeo” de las narices. Vaya ataque a las relaciones sociales.
Por otra parte, me vino perfecto para ir caminando hasta mi ciber preferido. Lleno de lujos y amabilidad, donde se encuentran algunos de los ordenadores más potentes del planeta, sólo comparables al que hay en Galicia y al del acelerador de partículas de Ginebra.
Sintonicé Radio Marca y me preparé para gozar con el Real Madrid. Menos mal que tenía que contestar correos y subir post, porque sino me abría muerto del asco. Hasta los narradores decían que ver al Madrid era insufrible. ¿Pero qué he hecho yo para merecer esto?
Marcó el Valladolid, y los comentaristas diciendo que los jugadores del Madrid ni corrían a por el balón, y que Schuster ni salía a la zona técnica… os podéis imaginar que cabreo me estaba agarrando… ¿Pero qué pasa en el Madrid? Joder, espero que se presente Florentino otra vez a ver si arregla un poco el desaguisado.
Ya en casa, aparte de una cena normal, decidí hacer un experimento con el pan Bimbo. No hago más que tirar paquetes de pan Bimbo. Me los compro pequeños, pero aún así, no me da tiempo ha gastarlos antes de la fecha de caducidad. Me fastidia bastante.
Me había sobrado bastante aceite en la cazuela, de hacer unos calamares fritos, así que eché una rebanada de pan Bimbo. La primera consecuencia fue que todo el aceite desapareció. Además ya no estaba muy caliente, así que ahí no había movimiento…
El resultado del experimento fue una rebanada de pan Bimbo de color verdoso, que daba pena mirar. Le di un bocado, y fue como esnifar una botella de aceite. Directo al cerebro. Nota mental: poner menos aceite y tenerlo más caliente.
Lo que es la cena no experimental, me la tomé viendo Padre de Familia. Como cuando veo Los Simpson o Futurama, es una ventaja el saberse los capítulos de memoria. Creo que pronto voy a saber decir “gordo seboso” o “el mono malo de mi armario” en alemán.
Aunque por la noche no iba a salir, aguante despierto como un campeón, para llamar a la Cuadrilla. Se me regeneró el optimismo después de 15 minutos hablando con ellos. Además estaban todos, todos. Precisamente por ello, hubo ciertos momentos de tensión entre los que leen el blog y los que no.
Mientras algunos preguntaban por el ojo, si la vida es más cara aquí, por las últimas novedades de internet… otros (Pablo) preguntaban “¿cuándo vas a venir?” o “¿qué te pasa en el ojo?”, a lo que el “Grupo 1” se lo comía jajaja. Estuvo gracioso.
Espero que me contéis qué tal el resto de la noche. Haber que hicisteis.
Yo mi noche la acabé pegando un póster con un mapa de Alemania en la pared, para cuando empiece a hacer excursiones por la zona. Lo pegué con chicle (Blu-Tac) para que la casera no se me sulfure, pero está pegado en una parte del techo de las que están inclinadas, así que creo que está haciendo verdadero esfuerzo.
Como diría Leónidas: “Blue-Tac, pondremos a prueba su resistencia”.
-----------------------------------------------------------------------------------------
Se me olvidó decir el otro día que acabo de batir mi récord de estancia fuera de casa. Hasta ahora había estado un mes en Estados Unidos, y un mes en Canadá. Ahora ya llevo más de un mes aquí, así que ya me empiezo a creer que no estoy viviendo en Logroño. Es raro…
-----------------------------------------------------------------------
Ya no hay más bugs. En teoría, debería haber 13. Si hay más, o sois unos supercracks y corregís lo que está bien, o es que me he colado (que sé que de vez en cuando se me cuelan letras por ahí).
De todas formas, si buscáis y os aparecen hasta 8, está bien. Hasta 10, estaría bastante-muy bien. Si encontráis 12 o los 13, deberíais atender más vuestras relaciones sociales y no pasar 3 horas delante de una pantalla leyendo el mismo trozo de texto ;)
Cómo os dije en su día, aquí tenéis un post repleto de bugs (fallos), para probar vuestras hipotéticas dotes de trabajo en Nintendo. Así que los que tengáis más tiempo libre, os podéis entretener en intentar localizarlos todos. Los hay de varios tipos.
Luego me podéis mandar a mi correo la lista con los bugs (y su correción) para que luego saque una lista de aciertos por persona, o esperar a que dentro de unos días publique el post corregido. Allá cada uno con su espíritu competitivo.
El post en sí, va sobre el sábado. Pasé el viernes en casa, como os dije, para preservar mi ojo de posibles accidentes naturales.
Toda la mañana del sábado estube estudiando alemán, y pronto me dí cuenta de que no era un plan para 12 horas, así que le mandé un SMS a Pietro y le dije que si se animaba con algún italiano más a dar una vuelta por Frankfurt, que contase conmigo.
Enseguida me llamó y quedamos a las 4 (adiós siesta) en Hauptwache.
Aproveché el resto de la mañana para hacerme unas alubias con sofrito de cebolla, ajos, chorizo y tomate frito. Tuve que hacer una llamada de consulta a mi madre, porque a veces no entiendo mis propias notas sobre recetas; pero tras la llamada, me quedaron unas alubias de lujo. Buenísimas, en serio. He dado un gran paso.
A Hauptwache fueron, como la otra vez, Marcello, Pietro y Davide. Nos fuimos a la zona de los rascacielos. Hay unas cuantas torres importantes por aquí, y estoy enperrado en conocer cuál es cual. Poco a poco, lo voy consiguiendo.
Una vez vista esta zona, nos marchamos a Haupbanhof (estación principal), para lo cual, no sé porqué, hay que atravesar el barrio rojo. Para mí gusto, está bastante está bastante mal situado en la ciudad. Demasiado céntrico, pero bueno, de momento tomo nota para cuando sea alcalde.
Volvimos al lugar de partida, pero yendo por la ribera del Main. La iluminación que se ve de la ciudad desde las orillas del Main es un absoluto acierto. Los puentes son preciosos y el skyline alucinante. Además no es difícil verlo de noche, a las 5 ya parecían las 9…
Cuando acabamos el super-tour, de más de una hora, se unieron Rita y Dani, y nos fuimos a un local que conocía Davide.
Resulta que Davide estuvo 6 meses viviendo en Tokio, y se conoce todo lo relacionado con Japón que hay en Francfurt (babea Halfmat) :) Así que el local al que nos llevó era una especie de cafetería japonesa, con ambientación francesa. Ahí es nada.
No había más que pastas raras, así que decidí pedir una especie de pan. Pensé que iba a pedir Pietro por todos, en alemán, pero cogió Davide y pidió en japonés. Ahora ya sé cuánto japonés sabe… No habló ni una palabra de inglés o alemán. Vaya crack. Le estuve preguntando unas cuantas cosillas sobre el tema, y me dijo que conoce 400 kanjis, y que estudia 3 al día. Otro nuevo Dios para mi colección.
A las 7 nos echaron. Por supuesto, ¿a quién se le ocurre tomar un café más tarde de las 7? ¡¡Qué locura Dios mío!! Y no sólo ese local por ser japonés. El 80% de los sitios cerró. Vaya con el “horario europeo” de las narices. Vaya ataque a las relaciones sociales.
Por otra parte, me vino perfecto para ir caminando hasta mi ciber preferido. Lleno de lujos y amabilidad, donde se encuentran algunos de los ordenadores más potentes del planeta, sólo comparables al que hay en Galicia y al del acelerador de partículas de Ginebra.
Sintonicé Radio Marca y me preparé para gozar con el Real Madrid. Menos mal que tenía que contestar correos y subir post, porque sino me abría muerto del asco. Hasta los narradores decían que ver al Madrid era insufrible. ¿Pero qué he hecho yo para merecer esto?
Marcó el Valladolid, y los comentaristas diciendo que los jugadores del Madrid ni corrían a por el balón, y que Schuster ni salía a la zona técnica… os podéis imaginar que cabreo me estaba agarrando… ¿Pero qué pasa en el Madrid? Joder, espero que se presente Florentino otra vez a ver si arregla un poco el desaguisado.
Ya en casa, aparte de una cena normal, decidí hacer un experimento con el pan Bimbo. No hago más que tirar paquetes de pan Bimbo. Me los compro pequeños, pero aún así, no me da tiempo ha gastarlos antes de la fecha de caducidad. Me fastidia bastante.
Me había sobrado bastante aceite en la cazuela, de hacer unos calamares fritos, así que eché una rebanada de pan Bimbo. La primera consecuencia fue que todo el aceite desapareció. Además ya no estaba muy caliente, así que ahí no había movimiento…
El resultado del experimento fue una rebanada de pan Bimbo de color verdoso, que daba pena mirar. Le di un bocado, y fue como esnifar una botella de aceite. Directo al cerebro. Nota mental: poner menos aceite y tenerlo más caliente.
Lo que es la cena no experimental, me la tomé viendo Padre de Familia. Como cuando veo Los Simpson o Futurama, es una ventaja el saberse los capítulos de memoria. Creo que pronto voy a saber decir “gordo seboso” o “el mono malo de mi armario” en alemán.
Aunque por la noche no iba a salir, aguante despierto como un campeón, para llamar a la Cuadrilla. Se me regeneró el optimismo después de 15 minutos hablando con ellos. Además estaban todos, todos. Precisamente por ello, hubo ciertos momentos de tensión entre los que leen el blog y los que no.
Mientras algunos preguntaban por el ojo, si la vida es más cara aquí, por las últimas novedades de internet… otros (Pablo) preguntaban “¿cuándo vas a venir?” o “¿qué te pasa en el ojo?”, a lo que el “Grupo 1” se lo comía jajaja. Estuvo gracioso.
Espero que me contéis qué tal el resto de la noche. Haber que hicisteis.
Yo mi noche la acabé pegando un póster con un mapa de Alemania en la pared, para cuando empiece a hacer excursiones por la zona. Lo pegué con chicle (Blu-Tac) para que la casera no se me sulfure, pero está pegado en una parte del techo de las que están inclinadas, así que creo que está haciendo verdadero esfuerzo.
Como diría Leónidas: “Blue-Tac, pondremos a prueba su resistencia”.
-----------------------------------------------------------------------------------------
Se me olvidó decir el otro día que acabo de batir mi récord de estancia fuera de casa. Hasta ahora había estado un mes en Estados Unidos, y un mes en Canadá. Ahora ya llevo más de un mes aquí, así que ya me empiezo a creer que no estoy viviendo en Logroño. Es raro…
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Ya no hay más bugs. En teoría, debería haber 13. Si hay más, o sois unos supercracks y corregís lo que está bien, o es que me he colado (que sé que de vez en cuando se me cuelan letras por ahí).
De todas formas, si buscáis y os aparecen hasta 8, está bien. Hasta 10, estaría bastante-muy bien. Si encontráis 12 o los 13, deberíais atender más vuestras relaciones sociales y no pasar 3 horas delante de una pantalla leyendo el mismo trozo de texto ;)
sábado, 15 de noviembre de 2008
Quién es quién
[Aprovechando que me vengo a escuchar al Madrid (perder posiblemente), subo dos post: el de ayer viernes y éste, con la presentación de la gente. Espero que los disfrutéis, y a ser posible, que os echéis alguna risilla :)]
Os debía desde hace tiempo una pequeña presentación de la gente que conozco por aquí. Así podréis seguir más fácilmente mis relatos.
Voy a empezar por los que viven en la “casa básica”. Normalmente la gente comparte piso con una o dos personas, pero ellos son 6. Viven en Offenbach, así que me queda un poquito lejos. Y más que por el tiempo, el problema es que Offenbach no entra en bono mensual, así que cada vez que voy a visitarles tengo que pagar unos 6€ entre ida y vuelta.
Los habitantes de la casa son:
- Dani. Empiezo por él porque está conmigo en el proyecto, así que es con el que más tiempo paso al día. Es de Madrid y es un friki de los malabares. Ya os conté que llevó un libro de matemáticas en los malabares. Dos días a la semana se va a entrenar (malabares) con otros interesados en el tema a un local habilitado para ello.
Es amigo de algunos de los mejores malabaristas de Europa, y de hecho, entrena con algunos de ellos. Me ha enseñado vídeos de compañeros suyos haciendo filigranas con 3 diábolos. Impresionantes. Se mueve bastante por un foro, creo que se llama “circoforum”.
Ha participado en europeos de circo y malabarismo. Aparte de eso, lo suyo es la edición de vídeo, y en su casa tiene un periférico guapísimo para mover estructuras en 3D creadas en el ordenador.
- Carlos. La venganza de don Mendo :) Con eso lo digo todo. También es de Madrid, y lo que más me choca de él es que le gusta andar. Pero mucho, me refiero. Me contó que fue desde Barajas a su casa andando en varias ocasiones (deben de ser unos 7 kms.), y en esos ratos es donde empezó a leer el famoso libro.
Esta semana, sin ir más lejos, perdió el último metro a Offenbach (a la 1.30 de la mañana), y le dio por ir andando. Llegó a las 3.30. Dos horas andando de madrugada. Es un campeón. También es adicto al café, al Red Bull y a otras drogas legales.
- Pablo. Uno de los muchos Pablos de Frankfurt. Éste no es el que hizo la entrevista conmigo. Es de Cádiz. Por Nintendo lo veo poco porque no compartimos zona, pero cuando voy a su casa, siempre nos echamos unas risas. Hace poco tuvo a su novia por aquí de visita.
- Antoine. El francés de la casa de Offenbach más cachondo. Éste es de los que hace viajes a Holanda. Yo me río mucho con él (y él conmigo), pero tenemos algunos momentos de tensión cuando hablamos de chicas. Él está siempre con que estuvo con una española, y tenía más pelo que él. Y siempre que sale el tema, empieza a decir que la acariciaba y le decía “cute monkey” (qué mono tan mono). Eso ya es de broma, pero el resto no.
Dani y yo nos picamos bastante, porque siempre insiste en que las españolas son “hairy” y siempre le decimos que las francesas no tienen precisamente fama de depilarse mucho. Entonces llega aparece el tema de la diferencia entre depilarse o no y ser peluda o no, y de ahí no pasamos. Pero salvo por eso, que ahora es la coña oficial, buen rollo.
Por lo que se ve se vició mucho a un juego, que ahora no recuerdo cuál era, y que tenía algunas frases en español. Son las únicas que se sabe, pero las repite continuamente tanto por Messenger como en persona. Y son: “vas a morir”, “vas a sufrir, cabrón”, “te vas a quemar” y “bloquear el paso” :) Todas ellas aderezadas con un acentazo francés estándar (“vas a sufgigg cabgón”).
Aparte de esas joyas, los españoles le han enseñado: “¿quién fuma? El puma”, “Mola mazo”, “¿qué pasa tronco?” y “dabuti”, aunque cada semana viene con una nueva. Lo mejor es que las utiliza indistintamente, para saludar a cualquier español. No obstante, de vez en cuando el tío se corona, como el día de la alarma de incendios, que llegó abajo, vino a mí y me dijo “te vas a quemaggg” jajaja :) Qué grande.
- Sébastien. Domina el alemán porque se crió en la frontera Francia/Alemania. Se ha traído su coche, así que es el chófer oficial de los que viven en Offenbach. Adicto a las consolas. Cuando llegan a su casa, es el que más rápido pilla sitio delante de la PS3.
- Ahmet. No es con el que más hablo, pero es muy majo. Le gusta mucho el fútbol, como a Antoine, así que de vez en cuando hablamos de cuánto le queda a Benzema para venir a la liga española y cosas así. Un día le expliqué a él y a Antoine lo que significaba gabachos. No lo habían oído nunca. Les puse de ejemplo que si la selección francesa nos gana, nos refiriríamos a ellos como gabachos, y entonces Ahmet dijo: “entonces hace tiempo que no nos lo llamáis”. Olé.
Bueno, esos seis, tres españoles y tres franceses son los que viven en la famosa casa de Offenbach. Aparte de ellos:
- Javi. El primero que me orientó en las comidas del Rewe. Adicto a los frikadellen. Es de Madrid también y tiene unas cuantas expresiones de allí (“tron”, “Kelly”, “un pibe”). Siempre te echas unas risas con él. Antes de venir a Nintendo, no había salido nunca de España, ni había mantenido una conversación en inglés, sin embargo, es de los que mejor habla inglés del grupo. Expediente X. Estamos a la par en el aprendizaje de alemán. Quizás nos apuntemos los dos a algún curso. Por cierto, también es merengue hasta la médula, y hasta se atrevió a gritar en el Bar dello Sport antes de tomar contacto con el enemigo Juventino.
- Pietro. El italiano con el que más hablo. Ahora estamos cerca en Nintendo. Estudió traducción e interpretación de alemán y de inglés. Domina el alemán y algo de islandés. Tiene una idea parecida a la mía para los fines de semana, en lo que a turismo se refiere. De hecho hoy iremos a dar una vuelta por ahí (se supone que vendrán más italianos).
- Rita. Italiana. Al principio estábamos al lado en Nintendo, pero ahora anda con otros proyectos en otras salas, así que la veo poco. Es muy amiga de Pietro.
- Davide. Italiano. Es informático. En los ratos libres de Nintendo, cuando Dani y yo aprovechamos para aprender alemán, él aprovecha para hacer kanjis. Se ve que tiene un amigo informático en Japón, y está aprendiendo algo. Aún no sé cuánto sabe hablar en japonés, pero ya tiene el distintivo de crack.
- Marcelo. Italiano. El que llegó una hora y pico tarde hace una semana. No habla mucho, pero le vi pasarse el Zelda hasta donde estaba yo en 2 días menos, así que le estoy vigilando…
- Pablo. Otro Pablo. Para más inri, tanto el anterior como éste se llaman “Pablo Jesús”. Flipa. Éste sí que es el que hizo la entrevista conmigo. Si alguna vez hay duda, a éste le llamaré Pablo (extremeño). Al final le salió redonda la jugada y se fue de vacaciones a Finlandia antes de venir a trabajar. Aún no he hablado mucho con él, porque no coincidimos en la sala, pero es majete.
Posiblemente me deje a alguien, pero si es así, ya lo comentaré más adelante. Para los que hasta hace poco no leíais el blog, conviene recordar que María es la alemana que me alquila el piso.
Os debía desde hace tiempo una pequeña presentación de la gente que conozco por aquí. Así podréis seguir más fácilmente mis relatos.
Voy a empezar por los que viven en la “casa básica”. Normalmente la gente comparte piso con una o dos personas, pero ellos son 6. Viven en Offenbach, así que me queda un poquito lejos. Y más que por el tiempo, el problema es que Offenbach no entra en bono mensual, así que cada vez que voy a visitarles tengo que pagar unos 6€ entre ida y vuelta.
Los habitantes de la casa son:
- Dani. Empiezo por él porque está conmigo en el proyecto, así que es con el que más tiempo paso al día. Es de Madrid y es un friki de los malabares. Ya os conté que llevó un libro de matemáticas en los malabares. Dos días a la semana se va a entrenar (malabares) con otros interesados en el tema a un local habilitado para ello.
Es amigo de algunos de los mejores malabaristas de Europa, y de hecho, entrena con algunos de ellos. Me ha enseñado vídeos de compañeros suyos haciendo filigranas con 3 diábolos. Impresionantes. Se mueve bastante por un foro, creo que se llama “circoforum”.
Ha participado en europeos de circo y malabarismo. Aparte de eso, lo suyo es la edición de vídeo, y en su casa tiene un periférico guapísimo para mover estructuras en 3D creadas en el ordenador.
- Carlos. La venganza de don Mendo :) Con eso lo digo todo. También es de Madrid, y lo que más me choca de él es que le gusta andar. Pero mucho, me refiero. Me contó que fue desde Barajas a su casa andando en varias ocasiones (deben de ser unos 7 kms.), y en esos ratos es donde empezó a leer el famoso libro.
Esta semana, sin ir más lejos, perdió el último metro a Offenbach (a la 1.30 de la mañana), y le dio por ir andando. Llegó a las 3.30. Dos horas andando de madrugada. Es un campeón. También es adicto al café, al Red Bull y a otras drogas legales.
- Pablo. Uno de los muchos Pablos de Frankfurt. Éste no es el que hizo la entrevista conmigo. Es de Cádiz. Por Nintendo lo veo poco porque no compartimos zona, pero cuando voy a su casa, siempre nos echamos unas risas. Hace poco tuvo a su novia por aquí de visita.
- Antoine. El francés de la casa de Offenbach más cachondo. Éste es de los que hace viajes a Holanda. Yo me río mucho con él (y él conmigo), pero tenemos algunos momentos de tensión cuando hablamos de chicas. Él está siempre con que estuvo con una española, y tenía más pelo que él. Y siempre que sale el tema, empieza a decir que la acariciaba y le decía “cute monkey” (qué mono tan mono). Eso ya es de broma, pero el resto no.
Dani y yo nos picamos bastante, porque siempre insiste en que las españolas son “hairy” y siempre le decimos que las francesas no tienen precisamente fama de depilarse mucho. Entonces llega aparece el tema de la diferencia entre depilarse o no y ser peluda o no, y de ahí no pasamos. Pero salvo por eso, que ahora es la coña oficial, buen rollo.
Por lo que se ve se vició mucho a un juego, que ahora no recuerdo cuál era, y que tenía algunas frases en español. Son las únicas que se sabe, pero las repite continuamente tanto por Messenger como en persona. Y son: “vas a morir”, “vas a sufrir, cabrón”, “te vas a quemar” y “bloquear el paso” :) Todas ellas aderezadas con un acentazo francés estándar (“vas a sufgigg cabgón”).
Aparte de esas joyas, los españoles le han enseñado: “¿quién fuma? El puma”, “Mola mazo”, “¿qué pasa tronco?” y “dabuti”, aunque cada semana viene con una nueva. Lo mejor es que las utiliza indistintamente, para saludar a cualquier español. No obstante, de vez en cuando el tío se corona, como el día de la alarma de incendios, que llegó abajo, vino a mí y me dijo “te vas a quemaggg” jajaja :) Qué grande.
- Sébastien. Domina el alemán porque se crió en la frontera Francia/Alemania. Se ha traído su coche, así que es el chófer oficial de los que viven en Offenbach. Adicto a las consolas. Cuando llegan a su casa, es el que más rápido pilla sitio delante de la PS3.
- Ahmet. No es con el que más hablo, pero es muy majo. Le gusta mucho el fútbol, como a Antoine, así que de vez en cuando hablamos de cuánto le queda a Benzema para venir a la liga española y cosas así. Un día le expliqué a él y a Antoine lo que significaba gabachos. No lo habían oído nunca. Les puse de ejemplo que si la selección francesa nos gana, nos refiriríamos a ellos como gabachos, y entonces Ahmet dijo: “entonces hace tiempo que no nos lo llamáis”. Olé.
Bueno, esos seis, tres españoles y tres franceses son los que viven en la famosa casa de Offenbach. Aparte de ellos:
- Javi. El primero que me orientó en las comidas del Rewe. Adicto a los frikadellen. Es de Madrid también y tiene unas cuantas expresiones de allí (“tron”, “Kelly”, “un pibe”). Siempre te echas unas risas con él. Antes de venir a Nintendo, no había salido nunca de España, ni había mantenido una conversación en inglés, sin embargo, es de los que mejor habla inglés del grupo. Expediente X. Estamos a la par en el aprendizaje de alemán. Quizás nos apuntemos los dos a algún curso. Por cierto, también es merengue hasta la médula, y hasta se atrevió a gritar en el Bar dello Sport antes de tomar contacto con el enemigo Juventino.
- Pietro. El italiano con el que más hablo. Ahora estamos cerca en Nintendo. Estudió traducción e interpretación de alemán y de inglés. Domina el alemán y algo de islandés. Tiene una idea parecida a la mía para los fines de semana, en lo que a turismo se refiere. De hecho hoy iremos a dar una vuelta por ahí (se supone que vendrán más italianos).
- Rita. Italiana. Al principio estábamos al lado en Nintendo, pero ahora anda con otros proyectos en otras salas, así que la veo poco. Es muy amiga de Pietro.
- Davide. Italiano. Es informático. En los ratos libres de Nintendo, cuando Dani y yo aprovechamos para aprender alemán, él aprovecha para hacer kanjis. Se ve que tiene un amigo informático en Japón, y está aprendiendo algo. Aún no sé cuánto sabe hablar en japonés, pero ya tiene el distintivo de crack.
- Marcelo. Italiano. El que llegó una hora y pico tarde hace una semana. No habla mucho, pero le vi pasarse el Zelda hasta donde estaba yo en 2 días menos, así que le estoy vigilando…
- Pablo. Otro Pablo. Para más inri, tanto el anterior como éste se llaman “Pablo Jesús”. Flipa. Éste sí que es el que hizo la entrevista conmigo. Si alguna vez hay duda, a éste le llamaré Pablo (extremeño). Al final le salió redonda la jugada y se fue de vacaciones a Finlandia antes de venir a trabajar. Aún no he hablado mucho con él, porque no coincidimos en la sala, pero es majete.
Posiblemente me deje a alguien, pero si es así, ya lo comentaré más adelante. Para los que hasta hace poco no leíais el blog, conviene recordar que María es la alemana que me alquila el piso.
Derrame
El viernes a la hora de comer apareció de nuevo por la recepción Michael (de fitarbaiten). Nos dio a todos los de la agencia otra carta. ¿Qué nos depararía el destino?
Una fiesta de Navidad. Es para el 10 de diciembre, y tiene algo que ver con los mercadillos de Navidad. Es un tema que todavía no controlo mucho (ni poco). Simplemente siempre que dices Navidad y Alemania la gente te dice “mercadillos de Navidad”. Debe de haber por todas las ciudades, y algunos deben de ser muy bonitos. Yo, de momento, ni idea.
Lo que pone también en la invitación es que habrá vino caliente picante y salchichas. Por partes… ¿Qué hay más navideño que unas salchichitas? Si es que ves una salchicha, y automáticamente te imaginas a Papá Noel repartiendo regalos y felicidad por el mundo.
Y, por supuesto, el vino caliente picante. Tiene un nombre en alemán, que ahora no recuerdo. Es otra de las cosas que nombra todo el mundo cuando habla de Navidad.
Lógicamente, no lo he probado nunca, y por supuesto, lo voy a probar. Siempre que voy fuera hago un esfuerzo por probar las exquisiteces locales, así que aquí que es donde vivo, pues más aún.
Eso sí, apetecerme, lo que se dice apetecerme… yo me lo imagino como vaciar el líquido de unas cebolletas, echarle chili y calentarlo. No sé porqué.
El caso es que ya están las casillitas de “iré” “no iré” y hay que responder antes del 5 de diciembre. Qué control. ¿Y no se puede decidir a última hora, dependiendo de lo vacío que esté el frigorífico de casa? Lástima.
Cuando salimos del trabajo, como todos los viernes, se formaron los corrillos de “ofertas de finde”. La mecánica es así: de cada corrillo surge un plan. Una persona puede visitar varios corrillos. Dos corrillos se pueden juntar y crear un superplan o realizar los dos planes. Un corrillo no puede deshacerse sin un plan, y una persona no puede irse sin visitar al menos un corrillo.
Estoy seguro de que al menos a 5 personas de los que leéis el blog, os ha sonado a enunciados de Diseño de Bases de Datos :) (ánimo para los que la tengáis pendiente).
El caso es que había varios planes disponibles, pero uno por encima de todos: un derrame en un ojo. El lunes cuando me levanté me di cuenta de que tenía un derrame más grande que el Lago Rosa de Dakar.
El 90% del derrame estaba debajo de un párpado, con lo cual me pareció menos grave, pero durante la semana no había mejorado mucho. Y eso que dejé de usar las lentillas desde el martes. Ahora se estaba desplazando como una tormenta tropical hacia abajo, y ya tenía el ojo como un conejo rabioso.
Por la mañana había comprado un colirio en una farmacia (con explicación verbal en inglés), así que espero que mejore. Si no, el martes o el miércoles iré a pedir hora con algún oculista. El tema es que aún no me apetecía probar la aventura de los médicos. En fin, ya se verá…
Y todo el rollo éste del derrame, porque estáis preguntando qué maldito interés tiene para vosotros el que yo tenga un derrame (como si tengo quince), era para decir que el viernes decidí no salir. Los ambientes con humos no creo que sean muy buenos para estos temas.
En el último momento me dijeron que aquí en Alemania no se puede fumar en las discotecas. Es cierto, no lo recordaba. Así que igual el sábado podía escaparme. Dependiendo de cuánto miedo me diese a mí mismo al mirarme al espejo.
En las escaleras de casa me encontré una carta de “Alice”. Ya no sabía ni qué pensar, así que la abrí. Entre incomprensión e incomprensión, una bendita fecha en formato internacional: 19/11/08. Esa es la fecha en la que, posiblemente quizás a lo mejor, tendría internet.
Lo que no conseguía entender era el resto (2 folios), así que se me ocurrió bajar donde María Korte(para los nuevos, la que me alquila la casa) a ver si me ayudaba a traducirla. De entrada me entendió que yo quería que ella estuviese en casa para recibir a los técnicos, y ya empezó la conversación mal.
Fue difícil enderezarla. Al menos entendí que en la carta pone que vendrían entre las 8 y las 16. Ancha es Castilla. Mejor podrían haber puesto que venían en algún momento de Noviembre. Total, la mayoría de la gente no tiene ni trabajos, ni vida social, ni planes, ni compras que hacer… De 8 a 16. Con dos… Alices.
Así que ya me las apañaría. Desde luego, no era plan de pedirme un día completo en Nintendo para esta mingada, que si fuese ya.com, me habría mandado mi pack perfectamente explicado para instalármelo yo.
La idea era que el lunes les llamase Basilio para decirles que viniesen entre las 8 y las 11, o las 12 como mucho. Iría al vendedor de Alice del Saturn, pero creo que ya me ha visto suficiente en el último mes. Mejor dejar que la relación se enfríe un poco.
Por la noche, me fui al ciber a subir post y a enterarme de los horarios de fútbol de la Liga (para oírla) y de la Bundesliga (para verla) y cené viendo “El imperio de los fuegos”. No hay nada como verla en alemán para admirar los detalles de la actuación de Christian Bale y Matthew McConaghey, los paisajes, los dragonzuelos…
----------------------------------------------------------------------------------------
Voy a terminar, y sin que venga a cuento de nada, con el verbo “comer” en alemán, que me he aprendido entre ayer y hoy y me hace ilusión:
Ich esse
Du isst
Er/sie/es isst
Wir essen
Ihr esst
Sie essen
(Y como alguien me diga que es fácil… me voy a rebotar…)
Una fiesta de Navidad. Es para el 10 de diciembre, y tiene algo que ver con los mercadillos de Navidad. Es un tema que todavía no controlo mucho (ni poco). Simplemente siempre que dices Navidad y Alemania la gente te dice “mercadillos de Navidad”. Debe de haber por todas las ciudades, y algunos deben de ser muy bonitos. Yo, de momento, ni idea.
Lo que pone también en la invitación es que habrá vino caliente picante y salchichas. Por partes… ¿Qué hay más navideño que unas salchichitas? Si es que ves una salchicha, y automáticamente te imaginas a Papá Noel repartiendo regalos y felicidad por el mundo.
Y, por supuesto, el vino caliente picante. Tiene un nombre en alemán, que ahora no recuerdo. Es otra de las cosas que nombra todo el mundo cuando habla de Navidad.
Lógicamente, no lo he probado nunca, y por supuesto, lo voy a probar. Siempre que voy fuera hago un esfuerzo por probar las exquisiteces locales, así que aquí que es donde vivo, pues más aún.
Eso sí, apetecerme, lo que se dice apetecerme… yo me lo imagino como vaciar el líquido de unas cebolletas, echarle chili y calentarlo. No sé porqué.
El caso es que ya están las casillitas de “iré” “no iré” y hay que responder antes del 5 de diciembre. Qué control. ¿Y no se puede decidir a última hora, dependiendo de lo vacío que esté el frigorífico de casa? Lástima.
Cuando salimos del trabajo, como todos los viernes, se formaron los corrillos de “ofertas de finde”. La mecánica es así: de cada corrillo surge un plan. Una persona puede visitar varios corrillos. Dos corrillos se pueden juntar y crear un superplan o realizar los dos planes. Un corrillo no puede deshacerse sin un plan, y una persona no puede irse sin visitar al menos un corrillo.
Estoy seguro de que al menos a 5 personas de los que leéis el blog, os ha sonado a enunciados de Diseño de Bases de Datos :) (ánimo para los que la tengáis pendiente).
El caso es que había varios planes disponibles, pero uno por encima de todos: un derrame en un ojo. El lunes cuando me levanté me di cuenta de que tenía un derrame más grande que el Lago Rosa de Dakar.
El 90% del derrame estaba debajo de un párpado, con lo cual me pareció menos grave, pero durante la semana no había mejorado mucho. Y eso que dejé de usar las lentillas desde el martes. Ahora se estaba desplazando como una tormenta tropical hacia abajo, y ya tenía el ojo como un conejo rabioso.
Por la mañana había comprado un colirio en una farmacia (con explicación verbal en inglés), así que espero que mejore. Si no, el martes o el miércoles iré a pedir hora con algún oculista. El tema es que aún no me apetecía probar la aventura de los médicos. En fin, ya se verá…
Y todo el rollo éste del derrame, porque estáis preguntando qué maldito interés tiene para vosotros el que yo tenga un derrame (como si tengo quince), era para decir que el viernes decidí no salir. Los ambientes con humos no creo que sean muy buenos para estos temas.
En el último momento me dijeron que aquí en Alemania no se puede fumar en las discotecas. Es cierto, no lo recordaba. Así que igual el sábado podía escaparme. Dependiendo de cuánto miedo me diese a mí mismo al mirarme al espejo.
En las escaleras de casa me encontré una carta de “Alice”. Ya no sabía ni qué pensar, así que la abrí. Entre incomprensión e incomprensión, una bendita fecha en formato internacional: 19/11/08. Esa es la fecha en la que, posiblemente quizás a lo mejor, tendría internet.
Lo que no conseguía entender era el resto (2 folios), así que se me ocurrió bajar donde María Korte(para los nuevos, la que me alquila la casa) a ver si me ayudaba a traducirla. De entrada me entendió que yo quería que ella estuviese en casa para recibir a los técnicos, y ya empezó la conversación mal.
Fue difícil enderezarla. Al menos entendí que en la carta pone que vendrían entre las 8 y las 16. Ancha es Castilla. Mejor podrían haber puesto que venían en algún momento de Noviembre. Total, la mayoría de la gente no tiene ni trabajos, ni vida social, ni planes, ni compras que hacer… De 8 a 16. Con dos… Alices.
Así que ya me las apañaría. Desde luego, no era plan de pedirme un día completo en Nintendo para esta mingada, que si fuese ya.com, me habría mandado mi pack perfectamente explicado para instalármelo yo.
La idea era que el lunes les llamase Basilio para decirles que viniesen entre las 8 y las 11, o las 12 como mucho. Iría al vendedor de Alice del Saturn, pero creo que ya me ha visto suficiente en el último mes. Mejor dejar que la relación se enfríe un poco.
Por la noche, me fui al ciber a subir post y a enterarme de los horarios de fútbol de la Liga (para oírla) y de la Bundesliga (para verla) y cené viendo “El imperio de los fuegos”. No hay nada como verla en alemán para admirar los detalles de la actuación de Christian Bale y Matthew McConaghey, los paisajes, los dragonzuelos…
----------------------------------------------------------------------------------------
Voy a terminar, y sin que venga a cuento de nada, con el verbo “comer” en alemán, que me he aprendido entre ayer y hoy y me hace ilusión:
Ich esse
Du isst
Er/sie/es isst
Wir essen
Ihr esst
Sie essen
(Y como alguien me diga que es fácil… me voy a rebotar…)
viernes, 14 de noviembre de 2008
Banco de tiempo
[Hola de nuevo amiguetes!! Para que el gran ritmo que está cogiendo el blog (gracias a vosotros, sin duda) no decaiga, aquí van otros 4 post. Desde que dije que los días no me daban para un post, me siento a escribir y tengo que acabar dividiendo los post. Cosillas antes de empezar:
- Ya veis que ahora ya no pongo las fechas en los títulos. Desde hace tiempo actualizo con regularidad, y pronto lo haré en directo desde casa, así que ya se entiende que si pongo "el miércoles" no se refiere al miércoles 20 de mayo de 1976 (ahora está mirando halfmat a ver si me lo he inventado o cayó en miércoles).
- Espero que no me venga ningún listillo/a a decirme que con "Alt+noséqué"puedo sacar la letra "enye" de "Espanya". Lo sé, pero que alguien pruebe a poner ese código en cada "enye", teniendo en cuenta que para cada acento tengo que mirar al teclado porque el acento espanyol está en el quinto pino. Con carinyo, pero no me lo digáis :)
- Actualización sobre internet (dedicado con carinyo a Stela): esta información es de hoy, viernes, con lo cual todavía no está escrito el post. Me han dicho por carta que vendrán el 19, o sea, el miércoles que viene. Así que si todo saliese bien (imposible), el miércoles que viene estaría retransmitiendo desde mi casita, y sería el madridista más feliz del mundo.
- Os recuerdo que, no sé porqué, en el ciber no veo el minichat. Lo digo más que nada porque Fran lo nombró el otro día. Así que si alguien esperaba algún tipo de respuesta mía por ahí, llevo sin poder leerlo desde hace semanas.
- IMPORTANTE: Si alguien se anima a venir en el puente de diciembre, la fecha aún está libre. Admito solicitudes hasta el 30 de noviembre, para poder mirar vuelos y hoteles/hoteluchos (a elegir) (seguramente en Moria-Neu-Isenburg no conseguiré un buen precio...). Quien venga, tendrá la oportunidad de hacer turismo conmigo, y así conocer yo también Frankfurt :) Recogida y entrega del aeropuerto incluidas en el pack.
- Os quiero y os echo de menos.
- Nada más.]
Ayer jueves fui, como todos los días, a por el metro de las 8.13. Y llegó, también como siempre, a las 8.15. Está bien que si se retrasan, se retrasen siempre lo mismo, porque así puedes calcular. Además, 2 minutos quizás no se considere ni retraso.
Total, que me subí al metro y cuando estábamos entrando en la siguiente parada, me di cuenta de que iba bastante rápido. De repente, pegó un frenazo tipo de 100 a 0 que empotró a la mitad de las abuelas en sus acompañantes. Frenó a ese ritmo durante varios segundos, y cuando el metro paró, la mitad de los vagones estaban ya fuera de la parada.
Vamos, que se empanó el conductor. Qué arte. Mira que ayer comentaba que el mecanismo del metro es complicado… pero claro, hay que poner un mínimo de atención. Lo más chocante es que la gente no se quejó mucho. Tuvo suerte de que a esas horas nadie se baja hasta 2 paradas después (el centro). Si lo llega a hacer llegando a Hauptwache, o echa marcha atrás (si es que existe) o todo el mundo tendría que haber ido a los últimos vagones para poder salir. Una experiencia nueva.
Y las emociones del metro no acabaron allí. No es raro ver a alguien con una bicicleta dentro del metro. Por aquí se usa mucho la bici, pero hay gente que vive muy lejos y no pasa de hacer el trayecto completo a pedales. Lo que sí es raro es ver a alguien con una bici en el metro en hora punta. Es raro, y además, está prohibido.
En los ratos muertos que paso en las estaciones, me leo todos los carteles y avisos que hay en los tablones. Así estoy al día de las estaciones nuevas que han hecho y aún no salen en los mapas, de las que van a hacer, de las multas, tarifas, horarios… y justo el otro día leí que está permitido llevar bicicletas en el metro, siempre que no sea en hora punta (no me acuerdo normalmente, pero suele ser antes de las 9, y entre las 4 y las 6 de la tarde).
Pues el pavo de la bicicleta iba todo envalentonado, y no sólo iba con la cabeza alta, pese a que todo el mundo le miraba mal, sino que encima, cuando en las frenadas o acelerones la gente le movía la bici, empezaba a murmurar. Yo estaba flipando. Estuve a punto (en serio, a punto) de saltarle que no se quejase porque no debía estar con la bici en el metro. Tenía tan reciente el tema, que podía decirle hasta dónde estaba escrita la norma. Pero al final, me contuve, porque aunque él supiese inglés, habría acabado insultándome en alemán (nadie insulta de forma natural en una lengua no materna). Luego vendrían los “polizei” y al final, yo llegaría tarde a Nintendo.
Me callé, y me limité a mirarle mal, como todo el vagón. Quizás si 25 personas le miran mal todos los días, en una semana no pueda soportar la presión y deje de subir la bici al metro. Desde luego, si me lo hiciesen a mí, dejaría hasta de andar en bici. Si lo vuelvo a ver, os mantendré al día de su cara.
En Nintendo, a la hora de comer, apareció Michael (de fitarbeiten), a repartirnos las nóminas y darnos una carta del seguro.
Abrí la nómina, y miré el número que había más abajo y más a la derecha. Previsiblemente, debería ser lo que iba a cobrar. Acerté. Eso sí, del resto de la nómina no entendí ni el código de barras. Si no las entendía ni en español…
La única línea comprensible era la que ponía “Documento importante para su Declaración de la Renta”, es que estaba traducida en 6 idiomas.
La carta del seguro... la cogí… la leí… la releí… y fue al montón de documentos importantes alemanes que no entiendo. Es la pila de papeles más grande de mi casa. No me pareció ni de bienvenida ni de despedida. Tampoco vi en el último párrafo (el que siempre pienso que será el más importante) ningún verbo en imperativo, así que creo que no tengo que hacer nada. Por una vez en Frankfurt, voy a ser pasivo. Si es algo importante, alguien me lo dirá en algún idioma de los que entiendo en algún momento.
O eso, o un día voy a un médico y al pasar mi tarjeta del seguro se enciende una sirena roja y empieza a sonar una bocina de alarma: “Achtung! Achtung! Humano infectado! No contestó a la carta obligatoria! Evacúen!”
Hablando de evacuaciones, el jueves sonó la alarma de incendios en el trabajo, así que tuvimos que desalojar el edificio. Llegaron los bomberos antes que nosotros abajo. Lo mejor de todo es que cuando nos mandaron salir, sólo pensé en coger la cartera y en salvar los documentos que tenía abiertos. De acuerdo que esté la vida en juego, pero hay días que lo que consigo en 10 minutos de juego puede ser irrepetible en dos semanas.
Me vacilaron bastante con el tema :)
De camino a casa, unas compritas de las básicas en el Tengelmann: sanjacobos, agua (por tener), Kinder Riegel (mi droga de Nintendo), salchichas, apfel schorle (la especie de sidra que se toma aquí)…
Por cierto, que hice el ridículo a lo grande en la máquina de reciclaje. Me llevé la cámara de fotos, para hacerle una fotillo y enseñárosla (siempre pensando en vosotros). Así que disimuladamente, mientras metía una botella, miré a izquierda, derecha y frente, y como no venía nadie, hice una foto. Entonces hoy alguien hablando por detrás, miré, y vi que detrás de un espejo semitintado tenían una oficina.
Del susto me salió la foto movida, y encima me miraron raro. Ya he triunfado en el Tengelmann. Me ha costado un mes.
El plan ahora para conseguir esa foto, es radicalmente opuesto. Para empezar, no iré un día entre semana por la tarde, sino un finde por la mañana (posiblemente, diferentes trabajadores), e iré por las buenas: ¿puedo hacer una foto? Es que en España no tenemos.
Me dirán que sí, pensarán durante un rato que en España no existen los microondas, ni tenemos carreteras, ni reciclamos ni cosas de esas y todos contentos. Ya descubrirán nuestro sistema de reciclaje cuando vayan a Mallorca.
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El otro día Dani empezó unas clases de alemán. Pero no se ha apuntado a la escuela de idiomas que hay aquí, como han hecho muchos y quizás haga yo, sino que se ha apuntado a un banco de tiempo.
Seguro que alguna vez habéis oído o visto algún reportaje al respecto. Una agencia se dedica a poner en contacto a Dani, que busca aprender alemán y ofrece, por ejemplo, enseñar español, con alguien que ofrezca alemán y quiera español.
Es muy simple. Además les dan una guía, porque si no, ponerte a enseñar así sin más podría ser un poco caótico. A ver qué tal le va…
- Ya veis que ahora ya no pongo las fechas en los títulos. Desde hace tiempo actualizo con regularidad, y pronto lo haré en directo desde casa, así que ya se entiende que si pongo "el miércoles" no se refiere al miércoles 20 de mayo de 1976 (ahora está mirando halfmat a ver si me lo he inventado o cayó en miércoles).
- Espero que no me venga ningún listillo/a a decirme que con "Alt+noséqué"puedo sacar la letra "enye" de "Espanya". Lo sé, pero que alguien pruebe a poner ese código en cada "enye", teniendo en cuenta que para cada acento tengo que mirar al teclado porque el acento espanyol está en el quinto pino. Con carinyo, pero no me lo digáis :)
- Actualización sobre internet (dedicado con carinyo a Stela): esta información es de hoy, viernes, con lo cual todavía no está escrito el post. Me han dicho por carta que vendrán el 19, o sea, el miércoles que viene. Así que si todo saliese bien (imposible), el miércoles que viene estaría retransmitiendo desde mi casita, y sería el madridista más feliz del mundo.
- Os recuerdo que, no sé porqué, en el ciber no veo el minichat. Lo digo más que nada porque Fran lo nombró el otro día. Así que si alguien esperaba algún tipo de respuesta mía por ahí, llevo sin poder leerlo desde hace semanas.
- IMPORTANTE: Si alguien se anima a venir en el puente de diciembre, la fecha aún está libre. Admito solicitudes hasta el 30 de noviembre, para poder mirar vuelos y hoteles/hoteluchos (a elegir) (seguramente en Moria-Neu-Isenburg no conseguiré un buen precio...). Quien venga, tendrá la oportunidad de hacer turismo conmigo, y así conocer yo también Frankfurt :) Recogida y entrega del aeropuerto incluidas en el pack.
- Os quiero y os echo de menos.
- Nada más.]
Ayer jueves fui, como todos los días, a por el metro de las 8.13. Y llegó, también como siempre, a las 8.15. Está bien que si se retrasan, se retrasen siempre lo mismo, porque así puedes calcular. Además, 2 minutos quizás no se considere ni retraso.
Total, que me subí al metro y cuando estábamos entrando en la siguiente parada, me di cuenta de que iba bastante rápido. De repente, pegó un frenazo tipo de 100 a 0 que empotró a la mitad de las abuelas en sus acompañantes. Frenó a ese ritmo durante varios segundos, y cuando el metro paró, la mitad de los vagones estaban ya fuera de la parada.
Vamos, que se empanó el conductor. Qué arte. Mira que ayer comentaba que el mecanismo del metro es complicado… pero claro, hay que poner un mínimo de atención. Lo más chocante es que la gente no se quejó mucho. Tuvo suerte de que a esas horas nadie se baja hasta 2 paradas después (el centro). Si lo llega a hacer llegando a Hauptwache, o echa marcha atrás (si es que existe) o todo el mundo tendría que haber ido a los últimos vagones para poder salir. Una experiencia nueva.
Y las emociones del metro no acabaron allí. No es raro ver a alguien con una bicicleta dentro del metro. Por aquí se usa mucho la bici, pero hay gente que vive muy lejos y no pasa de hacer el trayecto completo a pedales. Lo que sí es raro es ver a alguien con una bici en el metro en hora punta. Es raro, y además, está prohibido.
En los ratos muertos que paso en las estaciones, me leo todos los carteles y avisos que hay en los tablones. Así estoy al día de las estaciones nuevas que han hecho y aún no salen en los mapas, de las que van a hacer, de las multas, tarifas, horarios… y justo el otro día leí que está permitido llevar bicicletas en el metro, siempre que no sea en hora punta (no me acuerdo normalmente, pero suele ser antes de las 9, y entre las 4 y las 6 de la tarde).
Pues el pavo de la bicicleta iba todo envalentonado, y no sólo iba con la cabeza alta, pese a que todo el mundo le miraba mal, sino que encima, cuando en las frenadas o acelerones la gente le movía la bici, empezaba a murmurar. Yo estaba flipando. Estuve a punto (en serio, a punto) de saltarle que no se quejase porque no debía estar con la bici en el metro. Tenía tan reciente el tema, que podía decirle hasta dónde estaba escrita la norma. Pero al final, me contuve, porque aunque él supiese inglés, habría acabado insultándome en alemán (nadie insulta de forma natural en una lengua no materna). Luego vendrían los “polizei” y al final, yo llegaría tarde a Nintendo.
Me callé, y me limité a mirarle mal, como todo el vagón. Quizás si 25 personas le miran mal todos los días, en una semana no pueda soportar la presión y deje de subir la bici al metro. Desde luego, si me lo hiciesen a mí, dejaría hasta de andar en bici. Si lo vuelvo a ver, os mantendré al día de su cara.
En Nintendo, a la hora de comer, apareció Michael (de fitarbeiten), a repartirnos las nóminas y darnos una carta del seguro.
Abrí la nómina, y miré el número que había más abajo y más a la derecha. Previsiblemente, debería ser lo que iba a cobrar. Acerté. Eso sí, del resto de la nómina no entendí ni el código de barras. Si no las entendía ni en español…
La única línea comprensible era la que ponía “Documento importante para su Declaración de la Renta”, es que estaba traducida en 6 idiomas.
La carta del seguro... la cogí… la leí… la releí… y fue al montón de documentos importantes alemanes que no entiendo. Es la pila de papeles más grande de mi casa. No me pareció ni de bienvenida ni de despedida. Tampoco vi en el último párrafo (el que siempre pienso que será el más importante) ningún verbo en imperativo, así que creo que no tengo que hacer nada. Por una vez en Frankfurt, voy a ser pasivo. Si es algo importante, alguien me lo dirá en algún idioma de los que entiendo en algún momento.
O eso, o un día voy a un médico y al pasar mi tarjeta del seguro se enciende una sirena roja y empieza a sonar una bocina de alarma: “Achtung! Achtung! Humano infectado! No contestó a la carta obligatoria! Evacúen!”
Hablando de evacuaciones, el jueves sonó la alarma de incendios en el trabajo, así que tuvimos que desalojar el edificio. Llegaron los bomberos antes que nosotros abajo. Lo mejor de todo es que cuando nos mandaron salir, sólo pensé en coger la cartera y en salvar los documentos que tenía abiertos. De acuerdo que esté la vida en juego, pero hay días que lo que consigo en 10 minutos de juego puede ser irrepetible en dos semanas.
Me vacilaron bastante con el tema :)
De camino a casa, unas compritas de las básicas en el Tengelmann: sanjacobos, agua (por tener), Kinder Riegel (mi droga de Nintendo), salchichas, apfel schorle (la especie de sidra que se toma aquí)…
Por cierto, que hice el ridículo a lo grande en la máquina de reciclaje. Me llevé la cámara de fotos, para hacerle una fotillo y enseñárosla (siempre pensando en vosotros). Así que disimuladamente, mientras metía una botella, miré a izquierda, derecha y frente, y como no venía nadie, hice una foto. Entonces hoy alguien hablando por detrás, miré, y vi que detrás de un espejo semitintado tenían una oficina.
Del susto me salió la foto movida, y encima me miraron raro. Ya he triunfado en el Tengelmann. Me ha costado un mes.
El plan ahora para conseguir esa foto, es radicalmente opuesto. Para empezar, no iré un día entre semana por la tarde, sino un finde por la mañana (posiblemente, diferentes trabajadores), e iré por las buenas: ¿puedo hacer una foto? Es que en España no tenemos.
Me dirán que sí, pensarán durante un rato que en España no existen los microondas, ni tenemos carreteras, ni reciclamos ni cosas de esas y todos contentos. Ya descubrirán nuestro sistema de reciclaje cuando vayan a Mallorca.
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El otro día Dani empezó unas clases de alemán. Pero no se ha apuntado a la escuela de idiomas que hay aquí, como han hecho muchos y quizás haga yo, sino que se ha apuntado a un banco de tiempo.
Seguro que alguna vez habéis oído o visto algún reportaje al respecto. Una agencia se dedica a poner en contacto a Dani, que busca aprender alemán y ofrece, por ejemplo, enseñar español, con alguien que ofrezca alemán y quiera español.
Es muy simple. Además les dan una guía, porque si no, ponerte a enseñar así sin más podría ser un poco caótico. A ver qué tal le va…
Mindestvertragslaufzeit (2)
Miércoles. Otro día importante para internet. Al menos, para mi internet.
Nada más llegar a Nintendo le pedí a Basilio que me echase una mano para traducir los párrafos relativos a la permanencia mínima en Alice. Él, como siempre, accedió sin ningún problema. Espero que algún día me toque en un proyector en el que él sea el coordinador, porque es de lo mejor que hay en Nintendo, siempre dispuesto a ayudar.
Me confirmó lo que sospechaba: había una permanencia mínima de dos años. Lo que sí que me comentó es que él conocía a una chica francesa que cuando dejó el trabajo, se borró de Alice, tenía el contrato éste pero no le pusieron ningún problema, porque como iba a dejar el país, era un caso especial.
Me lo apunté como argumento, por si la negociación con el de Alice no llegaba a buen puerto.
Al salir del trabajo, me fui rápido al Saturn, por si acaso el de Alice tenía otra jornada de trabajo de esas intensas que hace y estaba a punto de marcharse. Estaba con otro cliente, y se me ocurrió no esperar mi turno justo detrás, porque entonces me podía ver, caer en el tema, y pensar una excusa, así que me paré en un pasillo paralelo, y me quedé mirándole como el león mira a la gacela, o la gacela al león más bien.
En cuanto se fue el otro pringao, ataqué. Le dije “remember me?” (qué chungo soy) y abrí la carpeta con los papeles. Saqué la carta de bienvenida, que ya tenía preparada por la página del Mindestvertraugslaufzeit, y le dije que a ver qué narices era eso.
Sin pensárselo dos veces, me dijo “I told you, I told you”. A ver, ¿qué me has dicho, frikazo? Elabora algo mejor…
Pero, para mi sorpresa, me dijo “ya te lo dije, tú te puedes borrar cuando quieras, sin pagar, porque eres extranjero, simplemente presentando una documento de cancelación del empadronamiento en Frankfurt”.
Aaaaaaamigo. Eso es otra cosa. Todo perfecto. Eso sí, como soy muy bueno y no me van los malos rollos, no le contesté que si me lo hubiera dicho no me habría hecho el viajecito expresamente a preguntar.
En fin. Él pensará siempre que no me entero, y yo sabré siempre que no se explica, pero tampoco creo que seamos amigos de Tuenti precisamente, así que no me importa.
Solucioné en 1 minuto (sin exagerar) el candidato a problemón de noviembre. Qué éxito.
Como para las 5.40 ya estaba libre, pasé un momento por mi agencia para que me confirmasen mis investigaciones sobre el funcionamiento de los médicos. Me confirmaron que se miran en las páginas amarillas, los 10€ trimestrales, y que no hay urgencias, así que si me pongo malo tengo que llamar al 112. De todas formas, esto último no me convence al 100%, así que seguiré investigando.
No creo que si me corto un dedo a las 4 de la mañana tenga que llamar al 112. Tiene que haber hospitales, y tienen que tener algún tipo de departamento al respecto. Pero esto, para próximos episodios…
Me fui a casa muy contento. Se puede ver a lo largo de los post que en general, Frankfurt te da una de cal y una de arena. A veces han sido 3 de cal seguidas o al revés, pero al final se alternan.
Me hice unos calamares fritos, unas patatas fritas y una ensalada con atún y huevo duro (olé Edu) y como no había boxeo, sino que estaba el snooker de las narices, me fui a dormir.
El snooker, no es el billar ese guapo en el que hacen carambolas, no. Es como si vamos nosotros a una recreativa y jugamos, solo que metiendo las bolas a la primera siempre. Pero aburre.
Al principio pensaba que sería porque no acababa de pillar las reglas, la puntuación y esas cosas, pero si algún día ponéis Eurosport y veis snooker, veréis como cuando enfocan a uno de los dos jugadores sentados bosteza. Siempre están con cara de aburrirse, y eso que ellos juegan…
Un par de curiosidades sobre los metros.
De vez en cuando, sobre todo a horas raras, en la pantalla en la que pone los metros que van a pasar aparece el mensaje “Bitte nicht einsteigen” (por favor, no subir). Entonces aparece algún metro con pocos vagones que va al aparcamiento de metros (a sacar su ticket, que le fotografíen la matrícula y todo eso), o yo que sé a dónde.
Pero el otro día, después de ese mensaje, apareció un vagón suelto con el cartel “Fahrschule”, que viene a ser “Autoescuela”. ¿Cómo no se me había ocurrido nunca? También hay que aprender a pilotarlos.
Lo mejor era que el conductor iba repantingado en el asiento, mirando al infinito, con la mano en el joystick; es decir, como los que son ya profesionales.
Sin duda ya había pillado el funcionamiento: joystick adelante = acelerar; joystick atrás = frenar; luz roja encendida = alguna puerta abierta = no acelerar = no joystick adelante.
Parece complicado…
La otra curiosidad es que nunca me había fijado que los metros tienen limpiaparabrisas. Creo que el día que lo usen, será el apocalipsis. Lloverá bajo techo, nevará en Camerún, habrá aviones en el aeropuerto de Logroño…
En exclusiva, la conversación de los ingenieros que diseñaron el metro (al menos, el de Frankfurt):
- Ya está. Terminado. Ya funciona.
- Pero, Klaus… ¡si sólo tiene un joystick y un botón!
- Sí, es que es muy simple, no necesita más.
- No puede ser. Tiene que tener algún extra. Si no la gente dirá que se pueden conducir solos y se perderán empleos. Añade algo.
- Es que no sé el qué…
- Pues yo qué sé Klaus, ponle lo primero que se te ocurra; algo que necesite intervención humana: un limpiaparabrisas, reproductor de DVD, elevalunas eléctrico… tú ponle una botonera guapa.
Nada más llegar a Nintendo le pedí a Basilio que me echase una mano para traducir los párrafos relativos a la permanencia mínima en Alice. Él, como siempre, accedió sin ningún problema. Espero que algún día me toque en un proyector en el que él sea el coordinador, porque es de lo mejor que hay en Nintendo, siempre dispuesto a ayudar.
Me confirmó lo que sospechaba: había una permanencia mínima de dos años. Lo que sí que me comentó es que él conocía a una chica francesa que cuando dejó el trabajo, se borró de Alice, tenía el contrato éste pero no le pusieron ningún problema, porque como iba a dejar el país, era un caso especial.
Me lo apunté como argumento, por si la negociación con el de Alice no llegaba a buen puerto.
Al salir del trabajo, me fui rápido al Saturn, por si acaso el de Alice tenía otra jornada de trabajo de esas intensas que hace y estaba a punto de marcharse. Estaba con otro cliente, y se me ocurrió no esperar mi turno justo detrás, porque entonces me podía ver, caer en el tema, y pensar una excusa, así que me paré en un pasillo paralelo, y me quedé mirándole como el león mira a la gacela, o la gacela al león más bien.
En cuanto se fue el otro pringao, ataqué. Le dije “remember me?” (qué chungo soy) y abrí la carpeta con los papeles. Saqué la carta de bienvenida, que ya tenía preparada por la página del Mindestvertraugslaufzeit, y le dije que a ver qué narices era eso.
Sin pensárselo dos veces, me dijo “I told you, I told you”. A ver, ¿qué me has dicho, frikazo? Elabora algo mejor…
Pero, para mi sorpresa, me dijo “ya te lo dije, tú te puedes borrar cuando quieras, sin pagar, porque eres extranjero, simplemente presentando una documento de cancelación del empadronamiento en Frankfurt”.
Aaaaaaamigo. Eso es otra cosa. Todo perfecto. Eso sí, como soy muy bueno y no me van los malos rollos, no le contesté que si me lo hubiera dicho no me habría hecho el viajecito expresamente a preguntar.
En fin. Él pensará siempre que no me entero, y yo sabré siempre que no se explica, pero tampoco creo que seamos amigos de Tuenti precisamente, así que no me importa.
Solucioné en 1 minuto (sin exagerar) el candidato a problemón de noviembre. Qué éxito.
Como para las 5.40 ya estaba libre, pasé un momento por mi agencia para que me confirmasen mis investigaciones sobre el funcionamiento de los médicos. Me confirmaron que se miran en las páginas amarillas, los 10€ trimestrales, y que no hay urgencias, así que si me pongo malo tengo que llamar al 112. De todas formas, esto último no me convence al 100%, así que seguiré investigando.
No creo que si me corto un dedo a las 4 de la mañana tenga que llamar al 112. Tiene que haber hospitales, y tienen que tener algún tipo de departamento al respecto. Pero esto, para próximos episodios…
Me fui a casa muy contento. Se puede ver a lo largo de los post que en general, Frankfurt te da una de cal y una de arena. A veces han sido 3 de cal seguidas o al revés, pero al final se alternan.
Me hice unos calamares fritos, unas patatas fritas y una ensalada con atún y huevo duro (olé Edu) y como no había boxeo, sino que estaba el snooker de las narices, me fui a dormir.
El snooker, no es el billar ese guapo en el que hacen carambolas, no. Es como si vamos nosotros a una recreativa y jugamos, solo que metiendo las bolas a la primera siempre. Pero aburre.
Al principio pensaba que sería porque no acababa de pillar las reglas, la puntuación y esas cosas, pero si algún día ponéis Eurosport y veis snooker, veréis como cuando enfocan a uno de los dos jugadores sentados bosteza. Siempre están con cara de aburrirse, y eso que ellos juegan…
Un par de curiosidades sobre los metros.
De vez en cuando, sobre todo a horas raras, en la pantalla en la que pone los metros que van a pasar aparece el mensaje “Bitte nicht einsteigen” (por favor, no subir). Entonces aparece algún metro con pocos vagones que va al aparcamiento de metros (a sacar su ticket, que le fotografíen la matrícula y todo eso), o yo que sé a dónde.
Pero el otro día, después de ese mensaje, apareció un vagón suelto con el cartel “Fahrschule”, que viene a ser “Autoescuela”. ¿Cómo no se me había ocurrido nunca? También hay que aprender a pilotarlos.
Lo mejor era que el conductor iba repantingado en el asiento, mirando al infinito, con la mano en el joystick; es decir, como los que son ya profesionales.
Sin duda ya había pillado el funcionamiento: joystick adelante = acelerar; joystick atrás = frenar; luz roja encendida = alguna puerta abierta = no acelerar = no joystick adelante.
Parece complicado…
La otra curiosidad es que nunca me había fijado que los metros tienen limpiaparabrisas. Creo que el día que lo usen, será el apocalipsis. Lloverá bajo techo, nevará en Camerún, habrá aviones en el aeropuerto de Logroño…
En exclusiva, la conversación de los ingenieros que diseñaron el metro (al menos, el de Frankfurt):
- Ya está. Terminado. Ya funciona.
- Pero, Klaus… ¡si sólo tiene un joystick y un botón!
- Sí, es que es muy simple, no necesita más.
- No puede ser. Tiene que tener algún extra. Si no la gente dirá que se pueden conducir solos y se perderán empleos. Añade algo.
- Es que no sé el qué…
- Pues yo qué sé Klaus, ponle lo primero que se te ocurra; algo que necesite intervención humana: un limpiaparabrisas, reproductor de DVD, elevalunas eléctrico… tú ponle una botonera guapa.
Mindestvertragslaufzeit
Abrí la carta rápidamente. Debía de ser la cita para que viniesen los técnicos a instalarme internet.
La ilusión se me fue rápido cuando vi que eran 5 folios en alemán. ¡¿Por qué?! ¿Por qué nada es fácil y sencillo?
Tenía claro que la primera página era una bienvenida. Empiezo a identificar el vocabulario. El resto estaban muy esquematizadas, todas por apartados. Les eché un vistazo rápido a todos y uno me chocó: Mindestvertragslaufzeit. Esta palabra, que me sé de memoria (os lo demostraré en Logroño) significa “contrato de permanencia”.
En este apartado es donde tenía que poner “keine Mindestvertragslaufzeit” (sin contrato de permanencia), pero no, ponía algo de 24 meses. Empecé a cagarme sutilmente en el señor Özdemir del puesto de Alice del Saturn.
Ahora no puedo tirar de hemeroteca, porque estoy escribiendo en casa sin conexión, pero seguro que en el post que habla de cuando firmé el contrato de internet pone las veces que le insistí en que no hubiese contrato de permanencia. Y él me dijo que no había 1.000 veces, y además está escrito en una propaganda. De hecho, por eso elegí Alice, porque es la única que no tiene esa cláusula.
Quedamos que ya estaba esperando que me clavasen, pero yo me esperaba pagar 60€ por la instalación o algo así, no una mentira sobre la única condición clara del contrato. Intenté no llevarme muy mal rato.
Cogí las propagandas, el contrato, la carta y el diccionario mastodóntico, me hice un batido de chocolate y me senté en la mesa. Me tiré una hora traduciendo a lo bestia, palabra a palabra (no recomendado cuando haya que entender el significado global de algo). Al final tenía 3 interpretaciones diferentes según dónde leyese, pero siempre pasando por 2 años de contrato.
Descubrí una casilla que el muy perro marcó sin darme yo ni cuenta en la que pone que acepto tener 2 años de permanencia (os pondré la foto para que veáis el tamaño de la letra). Desde luego, engañar a un extranjero que no conoce la lengua es más que fácil. Ahora me imagino a los sin-papeles que vienen con toda la ilusión y les timan. Así estoy yo.
Con el rebote del momento, metí todos los papeles en una carpeta y me fui al Saturn a pedir explicaciones. O me quitaba el contrato de permanencia, o me borraba de Alice, aunque me quedase sin internet otro mes. Si algo no puedo garantizar ahora es que voy a estar 2 años aquí.
Me fastidió como nunca esperar al metro, los 5 minutos de viaje, y subir los 3 pisos al Saturn, pero era un caso especial. Al llegar arriba… él no estaba. Había un cartel en su puesto “cerrado hasta mañana”. Cómo no. Viaje inútil.
El horario de este individuo me recuerda al de la panadería de cerca de mi casa. El otro día pasé a por una barra de pan después de hacer unos recados; eran las 6.45 ¡y estaba cerrada! Además mientras intentaba buscar un cartel con el horario las dependientas, que estaban contando lo que había sobrado, me empezaron a hacer gestos de que estaba cerrado. ¡Ya lo sé, hombre!
Me fui calentito, jurando en alto. Una de las ventajas de que no te entiendan. A las 6.45 cerrado… una panadería… cuando la gente sale de trabajar a las 5. Eso no es horario europeo ni leches, eso es una mierda.
Retomando el tema Alice, decidí enseñarle los papeles al día siguiente a Basilio, en Nintendo, para pedirle opinión.
Antes de dejar el tema, os obsequiaré con algunas de las palabras de la carta de bienvenida: Aufsichtsratsvorsitzender, Sicherheitsshinweise, Beispielrechnung, etc.
Para relajarme, cené viendo mi ración de boxeo – muaythai – kickboxing en Eurosport, me puse la habitación a casi 24 grados y me acosté. Me costó dormirme…
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Ya conté que no estaba muy claro el tema de las descargas piratas aquí en Alemania. Nos empezaron a llegar informaciones de que aquí se persigue de verdad. Le preguntamos a un par de alemanes, que simplemente dijeron que no había que descargar, pero sin mucha convicción.
Sin embargo le preguntamos a Christian, el único que hay que forzar a las 5 a que deje la consola para recoger, y nos dijo que ni se nos ocurriese descargar algo de después de 1990. ¡¡¡¡Noooo!!!!! Fue la confirmación de lo que nos temíamos.
Así que adiós a mis sueños de estar al día en series y películas. Pero ya tengo un plan B. Me aprenderé el manejo del eMule a distancia (que sé que existe), y pondré a bajar cosas desde aquí para luego recoger los frutos en Navidad (y futuras ocasiones). Luego copiaré todo al portátil, y listo. Es un proceso un pelín más incómodo… pero bueno, todo sea por no acabar en la cárcel.
Otro tema, creo que sólo hablé de la obsesión por las salchichas, las cervezas y los chocolates en los supermercados, pero si compráis por aquí, otra cosa que os chocará es la sección de repostería. Hay moldes y utensilios para repostería por todas partes. Me imagino todas las casas alemanas llenas de galletas.
Y para terminar, otra joya que me encontré en televisión. No sé cómo se llamaba el programa, pero recogía lo mejor de los zappings americanos.
En este caso, mostraba un programa estadounidense en el que la gente va a hacerse pruebas de paternidad, para ver si se han puesto los cuernos, averiguar quién es el padre y esas cosas que a todos nos pasan alguna vez.
Pues sacaron a una chica (26-28 años), negra, gordita que quería saber quién era el padre de su hijo. El caso es que ya había ido al programa… ¡¡12 veces antes!! Hicieron un resumen de las 12 veces, y como se echaba a llorar después de cada una de ellas. Aún no había encontrado al padre, y claro, si había 12 pretendientes, yo deduzco que la chica es más ligera de cascos que las novias de Paquirrín.
Después de un año y pico, fue por 13 vez. Esta vez decía que estaba convencida, que lo había pensado y que estaba segura de que era el padre. Apareció el “padre” en la pantalla, partiéndose la caja y diciendo que él no era.
Hubo un redoble de tambores, y el veredicto… “He is NOT the father”. Jajajaja. La chica se levantó, se puso a gritar, a llorar, a golpear todo, salió del plató y la tuvieron que volver a meter a rastras… jajaja. Impresionante. Y creo que como todo se desarrolló a lo largo de dos años, no creo que fuese un montaje. En cualquier caso, vaya pena…
Me despido con una pregunta abierta: ¿se puede sobrevivir sin agua?
Vale, no, pero me refiero a beber sólo zumos, refrescos, batidos, etc. Me di cuenta el otro día que no había bebido agua en un mes. Aquí siempre tengo lo que acabo de comentar. Ya sé que las bebidas con gas no son muy buenas, y por eso tampoco abuso, pero me refiero más que nada a zumos. Así que ahí queda, ¿puedo seguir sin beber agua y no padecer ninguna enfermedad rara? Espero respuestas amateur y profesionales.
La ilusión se me fue rápido cuando vi que eran 5 folios en alemán. ¡¿Por qué?! ¿Por qué nada es fácil y sencillo?
Tenía claro que la primera página era una bienvenida. Empiezo a identificar el vocabulario. El resto estaban muy esquematizadas, todas por apartados. Les eché un vistazo rápido a todos y uno me chocó: Mindestvertragslaufzeit. Esta palabra, que me sé de memoria (os lo demostraré en Logroño) significa “contrato de permanencia”.
En este apartado es donde tenía que poner “keine Mindestvertragslaufzeit” (sin contrato de permanencia), pero no, ponía algo de 24 meses. Empecé a cagarme sutilmente en el señor Özdemir del puesto de Alice del Saturn.
Ahora no puedo tirar de hemeroteca, porque estoy escribiendo en casa sin conexión, pero seguro que en el post que habla de cuando firmé el contrato de internet pone las veces que le insistí en que no hubiese contrato de permanencia. Y él me dijo que no había 1.000 veces, y además está escrito en una propaganda. De hecho, por eso elegí Alice, porque es la única que no tiene esa cláusula.
Quedamos que ya estaba esperando que me clavasen, pero yo me esperaba pagar 60€ por la instalación o algo así, no una mentira sobre la única condición clara del contrato. Intenté no llevarme muy mal rato.
Cogí las propagandas, el contrato, la carta y el diccionario mastodóntico, me hice un batido de chocolate y me senté en la mesa. Me tiré una hora traduciendo a lo bestia, palabra a palabra (no recomendado cuando haya que entender el significado global de algo). Al final tenía 3 interpretaciones diferentes según dónde leyese, pero siempre pasando por 2 años de contrato.
Descubrí una casilla que el muy perro marcó sin darme yo ni cuenta en la que pone que acepto tener 2 años de permanencia (os pondré la foto para que veáis el tamaño de la letra). Desde luego, engañar a un extranjero que no conoce la lengua es más que fácil. Ahora me imagino a los sin-papeles que vienen con toda la ilusión y les timan. Así estoy yo.
Con el rebote del momento, metí todos los papeles en una carpeta y me fui al Saturn a pedir explicaciones. O me quitaba el contrato de permanencia, o me borraba de Alice, aunque me quedase sin internet otro mes. Si algo no puedo garantizar ahora es que voy a estar 2 años aquí.
Me fastidió como nunca esperar al metro, los 5 minutos de viaje, y subir los 3 pisos al Saturn, pero era un caso especial. Al llegar arriba… él no estaba. Había un cartel en su puesto “cerrado hasta mañana”. Cómo no. Viaje inútil.
El horario de este individuo me recuerda al de la panadería de cerca de mi casa. El otro día pasé a por una barra de pan después de hacer unos recados; eran las 6.45 ¡y estaba cerrada! Además mientras intentaba buscar un cartel con el horario las dependientas, que estaban contando lo que había sobrado, me empezaron a hacer gestos de que estaba cerrado. ¡Ya lo sé, hombre!
Me fui calentito, jurando en alto. Una de las ventajas de que no te entiendan. A las 6.45 cerrado… una panadería… cuando la gente sale de trabajar a las 5. Eso no es horario europeo ni leches, eso es una mierda.
Retomando el tema Alice, decidí enseñarle los papeles al día siguiente a Basilio, en Nintendo, para pedirle opinión.
Antes de dejar el tema, os obsequiaré con algunas de las palabras de la carta de bienvenida: Aufsichtsratsvorsitzender, Sicherheitsshinweise, Beispielrechnung, etc.
Para relajarme, cené viendo mi ración de boxeo – muaythai – kickboxing en Eurosport, me puse la habitación a casi 24 grados y me acosté. Me costó dormirme…
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Ya conté que no estaba muy claro el tema de las descargas piratas aquí en Alemania. Nos empezaron a llegar informaciones de que aquí se persigue de verdad. Le preguntamos a un par de alemanes, que simplemente dijeron que no había que descargar, pero sin mucha convicción.
Sin embargo le preguntamos a Christian, el único que hay que forzar a las 5 a que deje la consola para recoger, y nos dijo que ni se nos ocurriese descargar algo de después de 1990. ¡¡¡¡Noooo!!!!! Fue la confirmación de lo que nos temíamos.
Así que adiós a mis sueños de estar al día en series y películas. Pero ya tengo un plan B. Me aprenderé el manejo del eMule a distancia (que sé que existe), y pondré a bajar cosas desde aquí para luego recoger los frutos en Navidad (y futuras ocasiones). Luego copiaré todo al portátil, y listo. Es un proceso un pelín más incómodo… pero bueno, todo sea por no acabar en la cárcel.
Otro tema, creo que sólo hablé de la obsesión por las salchichas, las cervezas y los chocolates en los supermercados, pero si compráis por aquí, otra cosa que os chocará es la sección de repostería. Hay moldes y utensilios para repostería por todas partes. Me imagino todas las casas alemanas llenas de galletas.
Y para terminar, otra joya que me encontré en televisión. No sé cómo se llamaba el programa, pero recogía lo mejor de los zappings americanos.
En este caso, mostraba un programa estadounidense en el que la gente va a hacerse pruebas de paternidad, para ver si se han puesto los cuernos, averiguar quién es el padre y esas cosas que a todos nos pasan alguna vez.
Pues sacaron a una chica (26-28 años), negra, gordita que quería saber quién era el padre de su hijo. El caso es que ya había ido al programa… ¡¡12 veces antes!! Hicieron un resumen de las 12 veces, y como se echaba a llorar después de cada una de ellas. Aún no había encontrado al padre, y claro, si había 12 pretendientes, yo deduzco que la chica es más ligera de cascos que las novias de Paquirrín.
Después de un año y pico, fue por 13 vez. Esta vez decía que estaba convencida, que lo había pensado y que estaba segura de que era el padre. Apareció el “padre” en la pantalla, partiéndose la caja y diciendo que él no era.
Hubo un redoble de tambores, y el veredicto… “He is NOT the father”. Jajajaja. La chica se levantó, se puso a gritar, a llorar, a golpear todo, salió del plató y la tuvieron que volver a meter a rastras… jajaja. Impresionante. Y creo que como todo se desarrolló a lo largo de dos años, no creo que fuese un montaje. En cualquier caso, vaya pena…
Me despido con una pregunta abierta: ¿se puede sobrevivir sin agua?
Vale, no, pero me refiero a beber sólo zumos, refrescos, batidos, etc. Me di cuenta el otro día que no había bebido agua en un mes. Aquí siempre tengo lo que acabo de comentar. Ya sé que las bebidas con gas no son muy buenas, y por eso tampoco abuso, pero me refiero más que nada a zumos. Así que ahí queda, ¿puedo seguir sin beber agua y no padecer ninguna enfermedad rara? Espero respuestas amateur y profesionales.
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