[Como en los viejos tiempos, 4 post nuevos. Siento el retraso, pero ya sabéis que he tenido una semana movidita. La ola de frío que me ha dicho mi madre que está entrando en Espanya desde el norte, efectivamente, viene de aquí. Es más, hoy al salir de trabajar se ha puesto a nevar. Dios mío, en noviembre... vaya invierno me espera... Y en otro orden de cosas... en menos de un mes estoy allí!!]
Sonó el despertador el miércoles. Un madrugón más, pero esta vez por una buena causa: interneeeeerrrt.
Me vestí, desayuné y ya estaba preparado para… esperar. A las 9 ya estaba nervioso y bajé a darme una vuelta por la acera (sin alejarme mucho, porque sólo faltaba que viniesen y no estuviese). En esto, me vio María por el balcón, y me dijo que si quería poner un papel en el timbre. Qué puntazo.
Subí a su casa, y me dijo que era el timbre de abajo del todo (lógica pura). Hizo un papelito y bajé a pegarlo. Luego me dio un trozo de tarta de queso y otro trozo de una especie de tarta de almendras. Era el cumpleaños de su hija. Era como en las pelis, la casera que trata bien al inquilino. Me devoré los dos trozos en un minuto en mi piso. Estoy poco acostumbrado últimamente a los sabores buenos.
Pasaron las 10… las 11… las 12… ahí me empecé a poner nervioso. Tenía la esperanza de que viniesen antes de las 12, para poder ir al banco a contarles mi vida y la del PIN de mi tarjeta y luego ir a Nintendo.
Mientras tanto me fui tragando todo lo que había en la tele: el equivalente alemán a Física y Química, es decir, un instituto hiperrealista donde los niños se meten rayas tranquilamente en los baños, se lían con sus profes y se meten leches hasta agotarse cada dos por tres. En el capítulo que vi yo, hasta uno sacaba un arma en clase y los amenazaba. Sin duda, un gran ejemplo para los adolescentes alemanes.
También vi el partido de balonmano Hamburg vs. Flensburg. Lo mejor era que cuando castigaban a algún jugador con los dos minutos de expulsión, en la megafonía empezaban a cantar “Auf wiedersehen” con la melodía de “Adiós, con el corazón…” Muy vacilón. Por supuesto, sólo con los jugadores rivales.
Tuve tiempo también para estudiarme un par de verbos alemanes y algunas reglas. Ya debo llevar aproximadamente un 0,05% del idioma procesado. Ya lo tengo dominado :)
Llegó la 1… las 2… y las 3. A las 3 ya empecé a jurar en alto y llamé a mis padres para desahogarme un poco. A las 3.30 yo ya me tenía que ir a Nintendo, y ahí no aparecía ni llamaba nadie. El peor de los presagios se había cumplido. Un día completo de permiso gastado, y sin internet. Me cago en los alemanes. Con todas las letras. Sobre todo, por la fama que tienen.
Todos hemos oído mil veces que los alemanes “son unos cabezas cuadradas, pero muy eficientes, puntuales, trabajadores…”. Siempre se suelen presentar como la versión europea de los japoneses. Pues de momento, una mierda. Y cuando tenga que decir lo contrario, lo diré.
Después de llamar a mis padres, sobre las 3.30, se me escaparon por primera vez algunas lágrimas de impotencia. Yo que descanso menos que otros compañeros de proyecto, yo que llego siempre antes de tiempo, yo que como rápido para volver antes a trabajar, y todo ello para conseguir tiempo para poder ir a España más veces, y me fundo 8 horas esperando a algún tipo de impresentables. Frustrante.
En Nintendo le conté desesperado a Basilio el tema, y quedamos en llamar al día siguiente, a ponerles las pilas.
Por supuesto en España les habría llamado y les habría exigido venir otro día fuera de mi horario de trabajo, o pasarle la factura de mis horas de ausencia, o cualquier cosa, pero aquí sin conocer el idioma, a través de otra persona, poco de eso iba a poder hacer. El objetivo iba a ser de nuevo conseguir que viniesen, sin más; aunque me tuviese que comer mis derechos y mis exigencias.
Por la noche, a falta del España-Chile, vi el Alemania-Inglaterra (partidazo). Ganó Inglaterra 1-2, con una cagada impresionante de Terry que se confió y regaló un balón a puerta vacía.
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Siempre que llego a casa, si no he parado a hacer recados, pillo los Simpson. La “hora Simpson” aquí es aproximadamente de 6 a 7 en ProSieben. Un par de capítulos, como Antena 3. Hace poco leí que Antena 3 maltrataba a los Simpson, pese a que eran un salvavidas. Se refería a que emiten las temporadas sin ningún orden, y cortan para publicidad incluso a mitad de una frase. Sabiendo eso, me he fijado que aquí, después de la publicidad, repiten los últimos 5 segundos de antes del corte. Curioso.
Otro programa que he visto es una especie de “¿Quieres ser millonario?” o “50x15”. Se llama “Quiz Taxi”. Todo el programa se desarrolla en un taxi lleno de cámaras. Participan 3 personas, y dura hasta que el taxi llegue a su destino (que no sé cuál es ni cómo se elige). Por el camino van respondiendo preguntas y ganando dinero, y tienen comodín de la llamada y comodín del viandante, con el cual pueden preguntar a una persona a través de la ventanilla del taxi.
Al llegar al destino, el taxista les paga en efectivo, intentando hacer la gracia de que normalmente son los que cobran (no hace falta que os riáis). Y parecía que estaba todo inventado.
viernes, 21 de noviembre de 2008
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1 comentario:
Despues de un tiempo "algo" ausente, estoy de vuelta xD leyendo todo lo que tenia pendiente. Los ultimos post son un poco pesimistas, pero es que hay dias que no nos sale nada bien xD
animo :D
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