El domingo amaneció con los tejados, las calles y los perros blancos. No me extraña, con la que estaba cayendo a las 5 de la mañana…
Vi un rato la tele. Estaban con las semifinales de “Das Super Talent” (Factor X). Hay algunas actuaciones muy chulas. Y Sylvie van der Vaart, lo suyo no tiene nombre… Es que hasta cuando dice “lo siento, no pasas” le dan las gracias. Hipnótica.
Me informé de los planes de la gente, porque al menos los italianos parece que tenían intención de ir al cine. Llamé… y ya no tenían la intención.
Javi me dijo que ellos se iban a quedar en casa a recuperarse. Y Dani, sabía que estaba con la novia, así que me fui al ciber después de comer, para escuchar un rato los partidos de fútbol.
He descubierto que es uno de los momentos que más me gustan de la semana, cuando voy a internet y escucho el ambiento de un Carrusel Deportivo o algo así. Cuando me fui, el Barça iba empate 1-1, a falta de 10 minutos, así que me fui convenciendo de que al día siguiente descubriría que había ganado 3-1, con un gol del Getafe en propia puerta, y otro de penalti injusto sobre Valdés en el minuto 98 (de la prórroga) :)
Cuando salí del ciber, estaba nevando a saco. Desde luego, desde que llevo gafas he empalmado la lluvia con la nieve. Me dijo María que en los últimos 3 años había nevado 2 o 3 días, y ahora ya llevaba tres seguidos…
En casa me preparé la cena. Entre otras cosas, unas salchichas. Ya aprendí a base de bien que hay que pincharlas, para que “respiren”. La primera vez, que no lo hice, casi tengo que ir a recoger las salchichas a Offenbach, y me tiré limpiando aceite media hora. Pero una, y no más.
Si ya os dije que es fácil encontrar buenas pelis en la tele, los fines de semana es todavía mejor. Echaban “Antarctica” (ahora no me acuerdo de cómo era el título en español; era la de Paul Walker, de A todo gas, que está en la Antártida con unos perros de trineo…), Miami Vice y Kill Bill vol. 1
Me apañé para ver más o menos las 3. Miami Vice es una película especial para mí. Desde que vi el tráiler, con música de Linkin Park e imágenes flipantes, quería ir a verla. Pero cuando iban a estrenarla, fue cuando me fui a Nueva York, así que la vi allí.
Al ser en versión original, me perdí trozos, así que esperé a verla en español… y por una cosa o por otra, nunca la he visto. Y ahora, en alemán.
Entre las dos versiones, casi sé lo que pasa en la peli :) A ver si la veo de una maldita vez en español para rellenar los huecos.
El lunes, después de trabajar, mi objetivo era ponerme de acuerdo con María para ver si yo me podía quedar hasta las 12 en casa el miércoles (por lo de internet), y ella de 12 a 4. Sabía que nos iba a costar un poco entendernos. Sobre todo, no tenía nada claro qué pasaría a partir de las 12. ¿Se quedaría ella en mi piso de 12 a 4? ¿Me diría que llamase a Alice para darles el teléfono de ella? Eran todas opciones inviables y raras.
Me armé de valor y bajé a su casa. En un minuto, me dijo que podía, y que si a las 12 no habían venido, ponía ella un cartel en el timbre “Eduardo Domínguez. Llamar a María Korte”. Solucionado. A veces me lío sólo, lo reconozco.
Ya que estaba allí, le pregunté por un peluquero. Antes necesitaba cortarme el pelo. Ahora, la gente en el metro me hace fotos, y los niños me señalan y dicen “mira mamá, el Yeti”.
Me indicó cómo llegar, y me marché rápidamente, sabiendo que eran las 6.10 y que iba a estar cerrado, pero por si acaso.
Estaba cerrado. Cierra a las 6. Otra tarea sin solucionar que se perpetúa. Tarea pospuesta al martes.
Y aún me faltaba lo de arreglar el tema del banco. No tengo PIN, no puedo usar la tarjeta… y queda una semana para tener que pagar a la señora… Emoción…
Ya que estaba fuera de casa, hice un par de compras en el Tengelmann. Como me pasa siempre que compro sin estar previsto, tuve que pagar las bolsas que me dieron. Tengo la casa llena de bolsas.
En mi piso, hasta la hora de cenar, vi un rato “Bauer sucht Frau” (Ganadero/Campesino busca mujer). Veréis algunas fotos de los piezas que se apuntan. Y ellas no se quedan atrás…
En particular el lunes me eché unas risas con uno que tenía más de mil años, por lo menos, y lo subtitulaban porque se ve que no lo entendían ni ellos. Cortó unas rosas con toda su buena intención para dárselas a la candidata, y la tía pasó de él… jajajaja. Pobrecillo.
Luego, siempre hay alguno que hace la gracia de ir a recogerlas a la estación en tractor. ¡¡Y a todas les encanta!! Iñaki, ¿te has planteado ir a por Andrea en tractor? Igual le gusta…
Después, en un programa de moviolas fubolísticas vi algo que me pareció ver otro día, y que ya pude confirmar: tarjetas amarillas paralelas.
Debe de ser nuevo. Cuando en España dos futbolistas se pegan o algo así, normalmente el árbitro saca una tarjeta a uno, y luego se gira y se la enseña al otro (la tarjeta).
Pues aquí se ve que los árbitros tienen la baraja completa, y cuando se da esa situación, se sacan dos, de dos bolsillos, y las enseñan a la vez. Y los comentaristas siempre dicen algo de “paralela”. (“no pude ir a la paralela española, tío, vaya mierda…”) :)
Es curioso de ver. Estoy intentando hacer alguna foto, pero es muy complicado pillarlo. Os podéis imaginar.
Para terminar, desde hace un par de semanas no se ve más que a Ribéry con las nuevas Nike rosas por todas partes. En el metro, en la tele, en los autobuses…
De verdad que si pusiesen a Keira Knightley a anunciar corsés, las mañanas serían mucho más agradables. Pero vas tú, te levantas a las 7.30 de la mañana a miles de grados bajo cero, vas al metro a oír conversaciones que no entiendes y cuando despegas un poco los ojos, ves al bellezón de Ribéry con unas zapatillas rosas. Entonces dudas de si avanzar y entrar al metro, o esperar a que se marche y entonces avanzar a las vías.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
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