Miércoles. Otro día importante para internet. Al menos, para mi internet.
Nada más llegar a Nintendo le pedí a Basilio que me echase una mano para traducir los párrafos relativos a la permanencia mínima en Alice. Él, como siempre, accedió sin ningún problema. Espero que algún día me toque en un proyector en el que él sea el coordinador, porque es de lo mejor que hay en Nintendo, siempre dispuesto a ayudar.
Me confirmó lo que sospechaba: había una permanencia mínima de dos años. Lo que sí que me comentó es que él conocía a una chica francesa que cuando dejó el trabajo, se borró de Alice, tenía el contrato éste pero no le pusieron ningún problema, porque como iba a dejar el país, era un caso especial.
Me lo apunté como argumento, por si la negociación con el de Alice no llegaba a buen puerto.
Al salir del trabajo, me fui rápido al Saturn, por si acaso el de Alice tenía otra jornada de trabajo de esas intensas que hace y estaba a punto de marcharse. Estaba con otro cliente, y se me ocurrió no esperar mi turno justo detrás, porque entonces me podía ver, caer en el tema, y pensar una excusa, así que me paré en un pasillo paralelo, y me quedé mirándole como el león mira a la gacela, o la gacela al león más bien.
En cuanto se fue el otro pringao, ataqué. Le dije “remember me?” (qué chungo soy) y abrí la carpeta con los papeles. Saqué la carta de bienvenida, que ya tenía preparada por la página del Mindestvertraugslaufzeit, y le dije que a ver qué narices era eso.
Sin pensárselo dos veces, me dijo “I told you, I told you”. A ver, ¿qué me has dicho, frikazo? Elabora algo mejor…
Pero, para mi sorpresa, me dijo “ya te lo dije, tú te puedes borrar cuando quieras, sin pagar, porque eres extranjero, simplemente presentando una documento de cancelación del empadronamiento en Frankfurt”.
Aaaaaaamigo. Eso es otra cosa. Todo perfecto. Eso sí, como soy muy bueno y no me van los malos rollos, no le contesté que si me lo hubiera dicho no me habría hecho el viajecito expresamente a preguntar.
En fin. Él pensará siempre que no me entero, y yo sabré siempre que no se explica, pero tampoco creo que seamos amigos de Tuenti precisamente, así que no me importa.
Solucioné en 1 minuto (sin exagerar) el candidato a problemón de noviembre. Qué éxito.
Como para las 5.40 ya estaba libre, pasé un momento por mi agencia para que me confirmasen mis investigaciones sobre el funcionamiento de los médicos. Me confirmaron que se miran en las páginas amarillas, los 10€ trimestrales, y que no hay urgencias, así que si me pongo malo tengo que llamar al 112. De todas formas, esto último no me convence al 100%, así que seguiré investigando.
No creo que si me corto un dedo a las 4 de la mañana tenga que llamar al 112. Tiene que haber hospitales, y tienen que tener algún tipo de departamento al respecto. Pero esto, para próximos episodios…
Me fui a casa muy contento. Se puede ver a lo largo de los post que en general, Frankfurt te da una de cal y una de arena. A veces han sido 3 de cal seguidas o al revés, pero al final se alternan.
Me hice unos calamares fritos, unas patatas fritas y una ensalada con atún y huevo duro (olé Edu) y como no había boxeo, sino que estaba el snooker de las narices, me fui a dormir.
El snooker, no es el billar ese guapo en el que hacen carambolas, no. Es como si vamos nosotros a una recreativa y jugamos, solo que metiendo las bolas a la primera siempre. Pero aburre.
Al principio pensaba que sería porque no acababa de pillar las reglas, la puntuación y esas cosas, pero si algún día ponéis Eurosport y veis snooker, veréis como cuando enfocan a uno de los dos jugadores sentados bosteza. Siempre están con cara de aburrirse, y eso que ellos juegan…
Un par de curiosidades sobre los metros.
De vez en cuando, sobre todo a horas raras, en la pantalla en la que pone los metros que van a pasar aparece el mensaje “Bitte nicht einsteigen” (por favor, no subir). Entonces aparece algún metro con pocos vagones que va al aparcamiento de metros (a sacar su ticket, que le fotografíen la matrícula y todo eso), o yo que sé a dónde.
Pero el otro día, después de ese mensaje, apareció un vagón suelto con el cartel “Fahrschule”, que viene a ser “Autoescuela”. ¿Cómo no se me había ocurrido nunca? También hay que aprender a pilotarlos.
Lo mejor era que el conductor iba repantingado en el asiento, mirando al infinito, con la mano en el joystick; es decir, como los que son ya profesionales.
Sin duda ya había pillado el funcionamiento: joystick adelante = acelerar; joystick atrás = frenar; luz roja encendida = alguna puerta abierta = no acelerar = no joystick adelante.
Parece complicado…
La otra curiosidad es que nunca me había fijado que los metros tienen limpiaparabrisas. Creo que el día que lo usen, será el apocalipsis. Lloverá bajo techo, nevará en Camerún, habrá aviones en el aeropuerto de Logroño…
En exclusiva, la conversación de los ingenieros que diseñaron el metro (al menos, el de Frankfurt):
- Ya está. Terminado. Ya funciona.
- Pero, Klaus… ¡si sólo tiene un joystick y un botón!
- Sí, es que es muy simple, no necesita más.
- No puede ser. Tiene que tener algún extra. Si no la gente dirá que se pueden conducir solos y se perderán empleos. Añade algo.
- Es que no sé el qué…
- Pues yo qué sé Klaus, ponle lo primero que se te ocurra; algo que necesite intervención humana: un limpiaparabrisas, reproductor de DVD, elevalunas eléctrico… tú ponle una botonera guapa.
viernes, 14 de noviembre de 2008
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3 comentarios:
lo he visualizado: "remember me?" de duro mientras te acercas a él, y puff puñetazo, y novato de alice al suelo.
mmmm, creo que he visto demasiadas películas, jaja
bueno, alegrate que esta "solucionado" y no tienes que pagar 24 meses o ir a la carcel :D
Joder pablo, me lo he imaginao igualito, igualito... En plan perdonavidas edu, como si fuera harry el sucio, sacando un revolver y epgandole 2 tiros al tio...
por lo emsno ese chanchullo ya ta solucionado... ya queda menos.
El sensor de lluvia también hace perder empleos....jajaja!! Yo es que me parto con tus posts....Geniales :D
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